—Llevamos 2 meses juntos.
El doctor Kang alzó sus cejas. Realmente estaba impresionado.
—Estoy más que feliz, creo que ha sido lo mejor que me ha pasado en un buen tiempo. Mi yo de hace unos años no me creería si le dijera que este sería su futuro.
—Nuevamente confirmamos que todo es temporal, Sunghoon. Siempre, al final, habrá un buen día, así es la vida.
El pelinegro sonrió, sintiéndose nostálgico, y asintió.
—¿Le puedo contar algo?
—Para eso estoy.
Los dos rieron suavemente.
—La editorial aprobó mi poemario, y me lo han devuelto corregido. Lo vamos a lanzar el próximo mes.
—¡Felicitaciones! —el doctor aplaudió, orgulloso—. Sin duda lo compraré cuando salga.
—Y eso no es todo, doctor...
El hombre frunció el ceño.
—Jaeyun y yo estábamos hablando de algo que quiero hacer, lo he estado pensando mucho... luego de seis años, bueno, creo que ya es tiempo de revelarme.
—¿Q-qué?
—Estoy deliberando en mostrar mi cara —Sunghoon confesó—. Es cuestión de decirle a la editorial que deseo mostrarme, revelar mi identidad, para que ellos organicen una rueda de prensa —añadió, nervioso—. Jaeyun dice que lo más probable es que acepten, teniendo en cuenta que ganarían mucha más popularidad, y eso es lo que les gusta. Pero lo importante es sentirme cómodo siendo yo, Sunghoon en Solon, no al revés.
—Me tienes sin palabras, Sunghoon —el doctor Kang cubrió su boca—. Estoy demasiado orgulloso de ti.
—Muchas gracias doctor.
Transcurrida la sesión entera, Sunghoon condujo hacia el apartamento de Jaeyun. Habían acordado pasar la tarde allí debido al clima de afuera. El frío era intenso y los restos de la nieve se derretían en la acera, dificultando conducir.
Cuando llegó a la puerta del apartamento, un Jaeyun lo esperaba con los brazos abiertos.
—Estás todo rojo —hizo un puchero—. ¿Tienes mucho frío? —apretó una de sus mejillas—. Entra, calentaré un poco de comida.
Sunghoon entró por el recibidor y se deshizo de las capas de abrigos. Adentro estaba mucho más cálido.
—¿Cómo te fue en tu cita?
—Bien, hablamos de muchas cosas, me sentí bien.
El pelinegro se tiró al sofá y recostó su cabeza.
—Ya quiero vivir el verano contigo —Jaeyun comentó—. ¿Podemos ir a una isla? —encendió la estufa y colocó la olla encima—. ¡O podemos ir a la playa!
Jaeyun salió de la cocina y su rostro estaba iluminado. Cuando hablaba de algo que le gustaba, toda su persona brillaba.
—O si quieres, podemos quedarnos en casa, o visitar a tu abuela, dijiste que querías que la conociera —el chico seguía ideando opciones—. ¡Ooh! ¿Sabes qué he querido hacer? ¡Quiero aprender la poda ornamental!
—¿Qué se supone que es eso? —Sunghoon jaló el brazo de Jaeyun y lo atrajo hacia él, lo abrazó—. Tienes muchas opciones, organiza tus ideas.
—Decorar plantas, darles forma a arbustos. Es un curso de verano, Hoon.
Sunghoon echó una carcajada y besó su frente.
—Busca trabajo primero.
—¡Sunghoon! —Jaeyun le golpeó en el pecho y simuló enojarse—. Me acabo de graduar, merezco un descanso.
—Solo bromeaba —Sunghoon musitó y volvió a besar la frente de su novio—. Haremos todo lo que quieras.
Jaeyun sonrió.
—Iré a revisar la comida, no te muevas.
Al regreso del castaño, este dejó dos platos encima de la mesa y llamó a Sunghoon.
—¿Qué haremos este fin de semana?
—¿No es el día de San Valentín?
Jaeyun afirmó con su cabeza.
—Tenemos toda una semana para pensar qué hacer —Sunghoon tomó un bocado de la comida—. ¿Sabes? —tragó—, le comenté al doctor Kang sobre revelar mi identidad.
—¿Y qué opina?
—Dice que está orgulloso y que me apoya.
—Es lo mejor, las personas te van a amar. Van a estar muy emocionados por conocerte, Hoon —Jaeyun sonrió entusiasmado—. Te van a recibir muy, muy bien. Si realmente son lectores apasionados, entonces vas a ver que te sentirás acogido.
—Eso espero... —el pelinegro frotó sus manos—. Aunque tengo a mi mejor admirador enfrente.
Jaeyun puso sus ojos en blanco y rió suavemente.
—Puedes entrar con una máscara y quitártela luego, algo teatral, ¿qué dices?
—¿Máscara de qué? ¿De Ghostface? ¿De Anonymous?
—Esas genéricas no —Jaeyun alargó, molesto—. Yo te la voy a hacer, la decoraré muy tú, personalizada. Algo que grite Sunghoon.
—¿Harías eso en serio?
—Claro que sí, lindo.
—No me digas lindo —Sunghoon empujó la silla del otro, bromeando.
—¿Por qué, lindo? —Jaeyun enfatizó la palabra e hizo una mueca—. Eso eres.
—Basta.
Ahora, el rostro del más alto se estaba enrojeciendo. Jaeyun notó eso y lo abrazó por detrás.
—Tienes comida aquí —susurró y tocó su barbilla—. No, espera, Hoon, es aquí —Jaeyun subió su dedo a la comisura de sus labios y sonrió—. ¿Te ayudo?
Sunghoon afirmó con su cabeza, sabiendo a lo que se refería el otro.
Jaeyun, con la respiración entrecortada, llevó una mano hasta rozar la mejilla de Sunghoon. Este cerró los ojos por un instante, dejándose llevar por su cercanía. Sus rostros se fueron acercando lentamente, hasta que sus labios se unieron en un beso. Fue un beso cargado de deseo contenido, de una tensión que al fin había encontrado una forma de escaparse. Sus bocas se buscaron con hambre y desesperación, en una mezcla intensa de necesidad y pasión.
Sunghoon soltó un leve gemido entre el beso y deslizó una mano por la espalda de Jaeyun, subiéndola hasta su cintura para atraerlo aún más hacia sí. El castaño respondió con una sonrisa y una mirada que exigía atención. Sus manos, que aún seguían en el rostro del otro, descendieron hasta su pecho, mientras inclinaba la cabeza para que el beso fuera más cómodo para ambos.
—¿Q-quieres... ir al sofá? —la suave, pero temblorosa voz de Jaeyun, susurró.
Sunghoon no respondió, al menos no con palabras. Se levantó y, sin detener el beso, los condujo a ambos hacia el mueble. Seguían besándose, sin que ninguno se resistiera.
Envuelto en el calor del momento, Jaeyun se quitó el suéter y dejó escapar un suspiro, dejando en evidencia sus ganas de algo más.
—Y-yo... yo... espera —Sunghoon se separó, con su cara roja y labios hinchados—. Tú... ¿estás seguro?
—Si no lo estuviera no me habría quitado el suéter.
Sunghoon sonrió apenado y asintió.
—¿Te ayudo?
El castaño señaló la ropa del pelinegro.
—¿Sí puedo?
Sunghoon accedió. Después de todo, había estado esperando ese momento desde que comenzaron su relación.
Les debo el epílogo ♥︎

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fanboy
Fanfictiondonde jaeyun es un fanático enloquecido por un autor local que escribe bajo el seudónimo de 'solon'. ?? historia ficticia, sin relación con la realidad de los artistas mencionados.