CAMINANDO CON LOS MUERTOS

Jeff — ¿Y si intentamos responder? —

Max — ¿Y si con eso firmamos nuestra sentencia de muerte? — espetó, incrédulo.

Jason — No sabemos si son de fiar. No sabemos quién es —

Melody — Yo creo que Jeff tiene razón. Deberíamos prenderlo y esperar —

Jason me miró en silencio. Luego miró a Jeff y Max. Ellos asintieron.
Jeff encendió el handy nuevamente. Todos nos reunimos alrededor del aparato, impacientes.
La estática volvió a llenar el aire. Jeff mantuvo el pulgar sobre el botón de transmisión, esperando. Entonces, otra vez, la voz distorsionada:

Voz (distorsionada) — Si hay alguien escuchando del otro lado ... no están solos. Somos un refugio. Buscamos sobrevivientes. Las coordenadas son 44.7357, -72.2016. Repito: 44.7357, -72.2016. —

Todos nos miramos.

Jason — Esa ubicación ... está a dos días de aquí. Hacia las colinas —

Max — ¿Y si es una trampa? —

Melody — ¿Y si no? — le interrumpí. — ¿Y si realmente es un refugio? —

Jeff — Oigan — llamó nuestra atención. — Miren, las coordenadas marcan este lugar — dijo, señalando el mapa colgado en la pared.

“Epsilon” estaba escrito en rojo, junto a un círculo del mismo color.

Melody — ¿Y si hay gente refugiada en ese lugar? —

Jeff miró a Jason, como esperando una señal.
Jason quedó en silencio unos segundos. Luego habló:

Jason — Hay que volver. Debemos hablar con Zero y Mikaela sobre esto —

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Horas después, ya estábamos de regreso en nuestra cabaña. El portón se abrió.

Mikaela — ¡Qué bueno que volvieron! Estaba preocupada — soltó con tono aliviado.

Zero estaba detrás de ella, buscándome con la mirada. Cuando nuestros ojos se encontraron, sentí un nudo en el pecho. No sabía si era por él ... o por lo que estábamos a punto de contar.
Entramos todos. Cerramos la puerta. El aire dentro de la cabaña estaba tibio, impregnado de ese olor a madera vieja y humo. Mikaela nos sirvió algo caliente. Jason no perdió tiempo.

Jason — Encontramos algo. Un lugar. O ... una promesa de lugar —

Extendió el mapa sobre la mesa. Jeff marcó las coordenadas con un bolígrafo.

Jeff — Esto es lo que recibimos por el handy. Una transmisión. Un mensaje claro de un desconocido. Supuestamente ... un refugio. Un sitio llamado “Epsilon” —

Mikaela se acercó, frunciendo el ceño al leer el nombre.

Mikaela — ¿Epsilon? ... No puede ser. ¿Están seguros? —

Jason — ¿Qué sabes? —

Mikaela — Epsilon fue una empresa de biotecnología. Desarrollaban soluciones genéticas, vacunas, terapias ... pero también trabajaban con mutaciones virales. Su sede en Vermont fue evacuada al principio del brote. Pensábamos que estaba muerta. Literalmente —

Max — Bueno, al parecer ahora la convirtieron en un refugio y nos invitaron cordialmente —

Zero — ¿Y si es una trampa? ¿Un anzuelo? —

Jason — No lo sabremos si no lo averiguamos. Pero no podemos ir todos. Alguien debe quedarse a proteger el campamento ... y vigilar a los hermanos. También necesitamos respuestas —

Mikaela — Megan nos dijo que estaban buscando un santuario. ¿Será el mismo? — dijo, mirando a Zero.

Jason la observó en silencio.

Zero — Esos hijos de puta quisieron robarse nuestro vehículo para irse a ese supuesto lugar. Sabían que no íbamos a ceder, por eso hicieron todo lo que hicieron —

Mikaela — Lo confesaron —

Jason escuchó atento. Luego se frotó el rostro con las manos.

Jason — Bien. Es mucho para procesar. Encontramos piezas del rompecabezas desde ambos lados, y eso es bueno. Por ahora vamos a dejarlo aquí. Mañana tomaremos una decisión definitiva. Como grupo. Como familia. Hagamos las cosas bien. Y ni una palabra de esto a Bradley y Megan —

Todos asentimos.

Max — ¿Qué haremos con los hermanos? — preguntó, aún incrédulo.

Zero — Yo digo que hay que matarlos. Solo consumen nuestras provisiones. Nos pusieron en riesgo. Soltarlos no es una opción —

Jason — No. Nadie va a matar a nadie, Zero. Siguen siendo humanos, igual que nosotros —

Zero — Ellos no pensaron lo mismo cuando intentaron que los caminantes nos mataran — dijo irritado. — Melody casi muere por culpa de ellos — murmuró, acercándose a Jason.

Jason quedó en silencio unos segundos. Luego apoyó una mano en su hombro.

Jason — Tranquilo. Resolvamos esto con cabeza fría, ¿sí? Te prometo que si intentan algo más ... te dejaré encargarte de ellos. Pero por ahora los necesito vivos. Necesito sacarles más información —

Zero no respondió.

La noche cayó. Jeff hacía guardia en el granero, vigilando a los hermanos. Jason estudiaba el mapa, trazando un plan. Mikaela preparaba la cena, con Max ayudándola.

Yo y Zero estábamos en la habitación, revisando los archivos que habíamos rescatado. Buscábamos algo que valiera la pena.
Lo vi por el rabillo del ojo. Me estaba mirando otra vez.

Melody — ¿Pasa algo? —

Zero desvió la mirada rápidamente, como si lo hubiera sorprendido.

Zero — No ... nada — murmuró. — Solo pensaba —

Melody — ¿En qué? —

Guardó silencio un segundo más de lo normal.

Zero — En lo cerca que estuviste de morir —

Lo dijo con los dientes apretados, pero había una vulnerabilidad en su voz que rara vez dejaba ver.

Melody — Pero no pasó — susurré. — Tú me salvaste. A este paso ... te estaré debiendo mi vida entera por cada vez que lo haces —

Me acerqué un poco más, dejando los papeles de lado.

Melody — Tranquilo. Intentaré hacerlo menos seguido — dije con una media sonrisa, algo apenada.

Zero me miró.

Zero — Si llego a perderte, te juro por mi puta vida que te buscaré por el cielo y por el infierno — me dijo, mirándome a los ojos. — Eres mía en esta vida y en las que siguen —

Tragué saliva. No supe qué responder.
Había tantas capas bajo ese caparazón endurecido. Frío.
Pero en ese momento, no necesitaba decir nada. Solo apoyé mi mano sobre la suya.
Nos quedamos así, en silencio, compartiendo ese instante frágil pero real.
Afuera, el viento soplaba entre los árboles como un presagio.
Mañana tomaríamos una decisión.
Pero esa noche … solo queríamos recordar que seguíamos vivos.-