Largos caminos de miseria y sufrimiento.
Sin embargo, aunque todos hubieran sido claros, tal vez no habría diferencia.
Si los dioses no lo hubieran querido, jamás nos habrían reunido.
?Acaso los dioses gozan con ver nuestra angustia al borde del a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ivar no hace más que caminar por las calles de Kiev. Cree que, si lo ven solo, llegará más rápido la señal que le indique que es momento de rescatar a Igor de ese lugar. Esa será su oportunidad para también llevarse a Frida junto con ese hijo que crece en su vientre. Él había estado esperando por oportunidades para redimirse desde que encontró con vida a su exesposa en ese bosque de Kattegat, ahora le urge la señal que cambiará su situación.
Mientras sus piernas se esfuerzan por avanzar, una tras de otra, tiene esa fantasía: Frida acepta casarse con él de nuevo, su hijo nace sano y crece con ellos, esa chica a quien ama logra perdonar todo lo que él le causó y pueden vivir una vida tranquila, lejos de la ciudad y de la guerra, preocupados únicamente por el bienestar de su hijo.
Pero la realidad es otra. Mientras se pasea por las solitarias calles de Kiev su mente se desvía a Hvitserk. Los días desde su llegada de Kattegat han sido breves y tensos. Hace un día Ivar intentó hablar con el príncipe de Kiev, pero sus guardias no le permitieron el acceso. Con esto, él está seguro de que Oleg lo detesta y planea algo conta él.
El príncipe no ha querido salir, sólo le ha dado la cara a Katia, su consejero de guerra y (lo que más le inquieta) a Hvitserk, quien al parecer ha comenzado una vida de reclusión al lado de Oleg. Tampoco se le ve en la comida ni en los pasillos, despierta muy temprano y va a dormir muy tarde, lo suficiente para evitar a su hermano y a Frida.