¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Song En la ciudad de la furia - Soda Stereo.
En el departamento se escuchan los murmullos de mis amigos hablando de futbol, solo me acerqué dos minutos para chusmear cómo venía el asado, pero faltaba todavía, entonces aprovecho a ponerme al día con Maitena.
—Te juro que cuando me dijo eso me quedé helada. ¿Qué les pasa a los hombres? vienen cada vez mas tarados.— habla con la boca llena. Le hago un gesto de asco, no hay nada que me provoque mas repudio que una persona hablando con la boca llena de comida.
—Mastica para hablar, no quiero ver como comes.— frunzo mi nariz.
—Ay perdón, Señorita Francesa.
Ruedo los ojos ante su tono sarcástico, ya estoy acostumbrada, después de casi veinte años de amistad no me puedo quejar. A Maite la conocí de muy chiquita, mi mamá y su papá son mejores amigos y nosotras seguimos el mismo camino. Fuimos a las mismas escuelas, al mismo club de patin y estamos estudiando la misma carrera: nutrición.
—¿Te molesta que esté Eugenia?— me pregunta luego de unos segundos. Está seria.
—No.— mi labio inferior es atrapado por mi dientes. No quiero hablar de más.
—A mi si, la echaría.
—No podes. Es la casa de Lucio, hay que bancársela.
—No me la banco para nada, me pone del orto que empiece con sus "yo" "porque yo" "pero yo", todo ella. Tiene que ser el centro de atención.
—¿Te molesta su narcisismo o que se haya comido a Toto?— sus ojos se clavan en mi, su cara de orto me deja en claro que no le gustó para nada mi pregunta.
—Su narcisismo. ¿A vos te molesta su narcisismo o que se le tire a Julián?.
—Yo no dije que me molesta que esté acá.— metí una papita frita en mi boca antes de salir de la cocina.
Eugenia es una amiga de Lucio, uno de nuestros amigos. Somos un grupo de amigos de la secundaria: Lucio, Tomás, Andres, Julián, Maitena y yo. Tratamos de juntarnos aunque sea dos veces al mes, antes cuando no trabajábamos nos juntábamos una vez por semana, pero el crecer a veces te deprime porque ya nadie te mantiene y tenes que ser un adulto responsable. En fin, Eugenia se unió a nuestras juntadas hace tres meses, al principio todo bien, la mejor; pero poco a poco comenzó a tener actitudes que a Maite y a mi no nos gustan. Hablamos con los chicos, pero nos trataron de exageradas y nos etiquetaron de celosas. Lo único que espero es que no se generen conflictos, como por ejemplo el hecho de que se acostó con Tomás y ahora le tira onda a Julián, entre ellos todo bien pero a nosotras nos incomoda.