A Slice Of Heaven ~Seven × Lectora~

Traté de seguirle el paso a Saeyoung ya que estaba corriendo cómo un niño por el parque de diversiones, le grité, pero aun así no se detuvo. Siempre jugábamos a perseguirnos, pero no me gustaba estar rodeada de tanta gente sin nadie a mi lado. Lo vi frenar de la nada, se había quedado mirando uno de los puestos. Cuando lo alcancé me di cuenta que lo que miraba tan fijamente era un peluche de unicornio, pero no era un unicornio cualquiera, era exactamente igual al ícono que usé la primera vez que entre al Messenger. Saeyoung tomó mi mano y señaló el peluche.

-¡Ese unicornio se parece a la imagen que usabas para el Messenger! - Dijo felizmente - Lo voy a ganar - Su voz sonó tan decidida que se me hizo chistosa, él solo se acercó al señor para poder tirar las latas y ganar el unicornio.

-No vas a poder - Dije en un tono de burla, solo para jugar. Él, para no herir su orgullo, solo sonrió y tiró la pelota, botando todas las latas.

-¿Qué decías, perra? - Solo reí y me acerqué a él.

-¿Es esa la forma de tratar a tu esposa? - Me abrazó y luego recibió el peluche de unicornio para pasármelo en las manos.

-Mmh, ¿entonces debería llamarte "tontita"? - me abrazó por la cintura, acercándome a su cuerpo.

-Eso es demasiado cursi - Dije mientras sonreía, Saeyoung rió.

-Puedo ser mil veces más cursi.

-No please - Antes de que empezara su discurso de frases cursis decidí acércame su labios y besarlo.

-Oye, eso es aún más cursi – reí.

-Puedo ser mil veces más cursi - Levantó una ceja mientras sonreía - Te amo.

**

Dos días pasaron y cada vez se hacía más claro que MC no sabía a quién elegir. Le conté todo lo que había aprendido las veces anteriores, sin contarle directamente por lo que yo había pasado, pero se notaba que aún estaba confusa. Lo peor, el dilema estaba entre Jumin y Seven.

Voy a ser sincera, odiaba con toda mi alma ver a MC coqueteando con Luciel y saber que él se iba enamorando lentamente de ella, pero sabía que era la única forma de solucionar esto.

Dando vueltas por la casa pensando de qué forma podría hacer que MC finalmente se decidiera, escuché a Seven riéndose mientras miraba su teléfono. Me acerqué por detrás para ver que estaba pasando. Por suerte, no eran más que videos de gatos.

-¿Meow? -Dije apoyándome en su hombro, viendo el gato que estaba nadando en la piscina.

-Meow -respondió mientras reía. La imagen cambió para mostrar a otro gato, este era uno blanco que estaba tratando de meterse dentro de una caja que era claramente muy grande para él. 

-Hey, ese se parece a Elizabeth –Sonreí.

-¡Tienes razón! Pero Elly estaría en una caja llena de diamantes con cosas brillantes y caras - Reí cuando la imagen de Jumin lanzándole billetes a Elizabeth llegó a mi mente.
  
-Sabes, tú y Jumin tienen mucho en común.
  
-¿Debería tomármelo como un insulto?

-¡No! -Rió - Solo piénsalo un poco. Ambos tienen mucho dinero y aman los gatos...

-Pero estás olvidando un pequeño detalle, linda - Se dio vuelta para mirarme y aclaró su garganta -Yo no soy gay - La broma me tomó por sorpresa, pero traté no reírme.

-Ajá, si si, ajá- Actuó como si se hubiera ofendido poniendo una mano en su pecho y abriendo su boca, reí por su reacción.

-¿De verdad...? -su expresión cambió a mutad de frase y sonrió - ¿Sabes qué? Te voy a probar que no soy como Jumin.

-¿Si? ¿Cómo?

-Tú, yo. Una cita. Ahora mismo - Y otra vez me tomó por sorpresa, la verdad creí que diría algo relacionado con MC. Traté de ocultar mi felicidad ya que no sabía si era lo correcto - ¿Qué esperas? ¡Ponte los zapatos y vamos!

-Espera ¿Era en serio? 

-Duh, claro que sí, tontita -Wow, jamás pensé que una palabra podría quemar tanto. No pude responder nada ya que tomó mis zapatos del suelo y casi me los tira en la cara - ¡Apresúrate antes de que cierren el parque!

-¿P-parque? - Se me hizo un nudo en la garganta, por supuesto que quiere ir al parque de diversiones, es uno de sus lugares favoritos. Me puse los zapatos rápidamente ya que estaba abriendo la puerta de entrada -¡Hey! - Rió y tomó de mi mano para casi arrastrarme hacia uno de sus autos. Su tacto me daba esa sensación de seguridad que sentí tanto tiempo atrás - ¿Esa es la forma de tratar a tu cita? - me sonrió y acarició mi mano con cuidado.

-Lo siento, señorita - Dijo mientras que con la otra mano buscaba las llaves en su bolsillo.
Después de unos segundos decidiendo en cual auto ir, subimos y lo encendió para ir en dirección al parque de diversiones.

-¿Cuál es la idea de hacer esto? -Dije mirando cómo Seven manejaba tranquilamente. 

-Comprobar que no me parezco a Jumin- miré por la ventana apreciando el paisaje, habían muchas nubes pero era un lindo día.

-¿En qué aspecto? - volví a mirar como Luciel observaba el camino - Porque invitar una chica a salir no comprueba que no eres gay - Si no entendía esta indirecta entonces no era tan inteligente cómo parece. Pude ver como sonreía.

-No quiero dar ningún spoiler - Al parecer ninguno de los dos era estúpido. Sonreí, aun sabiendo que era una mala decisión.

Después de 20 minutos de viaje en donde lo único que hicimos fue reír de chistes y cosas tontas, llegamos al parque de diversiones. 

Luciel parecía un niño, corriendo de lado a lado, subiendo a algunos juegos y comprando todos los dulces que veía. Yo era feliz por el simple hecho de verlo tan contento.

Entonces pasamos frente de uno de los puestos en donde ganas premios si es que puedes botar una pirámide de latas, al principio no le tomé importancia, pero luego vi el peluche de unicornio que estaba como uno de los premios, era exactamente el mismo unicornio que Saeyoung había ganado para mí mucho tiempo atrás. Noté que Luciel también se había quedado mirando el peluche, me pregunté si había recordado algo.

-Ese unicornio se parece a la imagen que usabas para el Messenger - Las mismas palabras que había dicho ese día salían otra vez de la misma boca, pero ahora sonaba más bajo - Lo voy a ganar para ti – sonrió.

-Sabes que todas estas cosas están hechas para que no ganes - dije comiendo el algodón de azúcar que habíamos comprado.

-Nada es imposible para el dios 707 - Reí y lo miré mientras le pagaba al señor calvo que estaba encargado de los juegos. Le dio 3 pelotas rojas que Luciel recibió con una gran sonrisa. La primera la mandó a la mierda, la segunda le dio a las latas pero solo cayeron 2 y la tercera terminó de botar la pirámide completa. Mientras festejaba su gran logro, yo reía y aplaudía, el señor calvo le preguntó cuál premio quería y él eligió el unicornio blanco de ojos morados y cabello rosado. Me lo pasó dándome un beso en la frente- ¡Te dije que nada era imposible para 707, el defensor de la justicia!

-¡Woo~! ¡Dios 707! -Contesté riendo y dando saltitos de felicidad, él me sonrió mientras comía unos dulces. Entonces una gota de agua cayó en mi mejilla, sentí otras más caer por mi cabeza. Seven me atrajo a su cuerpo y me dio refugio bajo su polerón- Que cliché -Dije abrazando su cuerpo ya que más sentía frío del que había por salir sin nada con que abrigarme. Corrimos hacia el auto casi gritando ya que estaba empezando a llover más fuerte. Entramos rápidamente, con esa risa tonta que da a veces que hace que rías por cualquier cosa. Pero no arrancó el auto, en su lugar se quedó mirándome sin decir ninguna palabra por unos segundos.

-Estuve pensando en lo que dijiste hace unos días - Dijo finalmente, aún sin apartar la mirada - el día que Mc apareció, pude recordar algo - Sentí cómo mi corazón volvía a latir rápidamente, traté de no ilusionarme, debía estar preparada para todo.

-¿Fue algo en específico? - un nudo se formó en mi estómago, la ansiedad me estaba comiendo viva.

-Al principio no le tomé importancia, era un simple fondo blanco, pero la sensación que me causaba esa nada infinita... No sabría cómo explicarlo - se quedó en silencio, solo pude escuchar la lluvia cayendo sobre los vidrios del auto - Y luego vi una figura, todo sigue borroso, pero estoy seguro de que eras tú - Soltó una pequeña risa triste - ¿Qué te pasó, (T/n)? Te siento casi completamente diferente a cómo eras en ese recuerdo, parecías mucho más llena de vida, mucho más feliz... - Bajé la mirada, Sabía que él tenía razón - Me di cuenta ahora, esa sonrisa que vi cuando estábamos en el parque... Esa es la (T/n) que pude ver en el recuerdo.

-Las cosas cambiaron bastante, Saeyoung - Volví a mirarlo - Nunca supe cómo decírtelo, si lo hubiera averiguado antes todo esto sería distinto.

-Eso no es importante ahora -otra pausa- ¿Qué éramos nosotros en ese tiempo? -Me paralicé casi por completo, mil respuestas diferentes pasaron por mi mente, pero sabía que ninguna era la correcta. Tomé aire.

-Yo... Nosotros... No éramos nada más que amigos - guardé todas mis ganas de llorar, gritar y de golpearme en la cabeza hasta quedar inconsciente, para concentrarme en no hacer nada estúpido de aquí en adelante, cosa que dudaba muchísimo. Luciel asintió con una expresión seria, luego prendió el auto para volver a casa. Sabía perfectamente que él se dio cuenta que yo estaba mintiendo.