Euphoria

Despertar (Capítulo 45)

-Yo... yo lo siento- él negó pegado a mí. Nunca había sentido un abrazo tan fuerte y con la potencia con la que ahora Edward me abrazaba.

-La culpa no ha sido tuya, no llores Cassie- era imposible que no lo hiciera, me sentía tan oprimida en este lugar tan espacioso que parecería broma decirlo. Me sentía seca y nerviosa, ansiosa triste y alegre a la vez. Mi mente era un torbellino de emociones. Observé por la ventana un cielo brillante, con muy pocas nubes y un sol resplandeciente, el día era lo contrario a como me sentía- ¿Te molesta la luz?- yo asentí y Edward caminó para cerrar las cortinas.

-¿Edward?- él levantó los hombros- ¿Dónde estamos?- él suspiró y cerró las cortinas de un jalón.

-Estamos en Australia, de nuevo- abrí los ojos de par en par y lo observé apunto de querer volver a perder el conocimiento.

-Esto es- me detuve y volví a analizar las palabras de Edward- Esto es imposible- él negó.

-Era lo mejor para ti-

-¡Estaba becada en Francia!- él me vio con los ojos llenos de lágrimas.

-¿Sabes cuánto tiempo has estado aquí?- yo asentí- Has estado aquí casi seis meses ¿Crees que aun te recibirían?-

-¿Seis meses?- él asintió- He perdido la oportunidad que tenía-

-Cass- sentía como me estremecía.

-Cassie, mi nombre es Cassie- Edward me observó sin palabras.

-¿De qué me hablas? Todos te dicen Cass-

-Decían, todos me decían. Entre esos dos mentirosos también así me llamaban-

-Le di toda mi confianza a ese hijo de...-

-Antes de esto- dije apuntando a mi cabeza en símbolo del estado de coma- Habías dicho que era hora de empezar desde cero, pues eso quiero hacer. No quiero volver a saber nada que se relacione con aquel infierno. Quiero dejar de ser la Cassie que estuvo ahí, la cual desde el día de hoy dejó de existir por siempre-

-Cassie-

-¡Me han dicho que ha despertado!- la voz la reconocí a metros de distancia, desde que gritó antes de entrar por la puerta. Era la voz que tanto había aparecido cuando aún estaba en coma, sin embargo jamás pensé que sería él.

Kellan, el chico que me había ayudado mientras estaba en las audiciones entró con una gran sonrisa en los labios al verme. Pero no venía solo.

-¿Ethan?- los labios me temblaron instantáneamente al verlo. Él entró con el cabello en su tono natural y los ojos radiantes por las lágrimas que brotaban de sus ojos.

-¡Cass! Oh dios mío- antes de que me abrazara, Kellan se adelantó.

-Así que eras tú- dije mientras secaba las lágrimas de mis mejillas- ¡Eras tú!-

-Era yo jovencita- Ethan se aproximó y me envolvió con sus brazos. La habitación ya no resultaba tan vacía y fría como antes, ahora era un entorno que no del todo me desagradaba.

-¿Tú qué diablos haces aquí?- él sonrió.

-Estudia aquí, llegó hace unos días- Ethan sonrió.

-No, tu ibas a estudiar en Francia también, eso me habías dicho-

-No pensaba dejarte sola con todo lo que pasaste y mucho menos me iría con la conciencia tranquila sabiendo que estabas en coma-

-¿Lo saben?- Edward señaló la salida con la cabeza a Kellan.

-Ahora volvemos Cassie- yo asentí y Kellan se acercó.