No logré conciliar el sueño durante las horas de viaje, en vez de hacer aquello prepare mentalmente mi plan y misión. Debía rescatar a Joshua, era peligroso pero él se estaba arriesgando por mí, necesitaba hacerlo ahora yo por él. Aun que mi corazón seguía doliendo por el hecho de que Joshua se acosto con Sofia y que probablemente lo hayan estado haciendo durante una semana, sentía su traición en el alma... Y me dolía.
Cuando el avión al fin aterrizó, baje tratando ir lo más rápido posible, ya que había viajado solo con mi cartera no tenía necesidad de demorar más de la cuenta, por lo que apenas baje del avión salí fuera del aeropuerto buscando un taxi. Lo encontre en apenas unos minutos de espera, no sabía con exactitud la dirección, pero si sabía de lugares que se encontraban de camino y muy cerca de la casa, ya que ese día observe todo detalladamente. En España ya era de noche, los edificios tenían sus luces encendidas, supermercados abiertos, tiendas, clubes, y casas, casas que reconocía porque estabamos entrando justamente en el barrio donde vivía Sofia. Todas las casas se veían familiares y muy bien cuidadas, en cambio al llegar frente a la casa a la cual había entrado hace unas semanas estaba oscura, vieja, mal cuidada. Algo completamente diferente al entorno acogedor del barrio.
Pagué al taxista y este se fué sin dejar rastro, suspire pesadamente y me acerque al pequeño portón que separa la casa de mi persona, intente abrir pero me fue imposible ya que tenía una cadena rodeandolo con un candado enorme. Frustrada busque por otro lado, ventanas o agujeros que me ayudaran a ingresar, pero no había nada, nada excepto un árbol de manzanas bastante grande que se encontraba cerca de uno de los muros que separaban la casa horrenda a las hogareñas. Sonreí de medio lado, lancé mi cartera al patio de la casa, mire mi vestuario y volví a sonreír, tenía un buso negro bastante comodo y venía con una zapatillas puestas también, sabía que si debía huir unos tacones caros no me servirían. Estire mis brazos y di un salto para alcanzar una de las ramas gruesas del árbol, gracias a los genes de mi padre, era alta, asi que al primer salto cumplí mi objetivo, cuando alcanse la rama impulse mi cuerpo hacía adelante unas tres veces hasta poder enredar mis pies en el tronco, cuando lo logré me solté de la rama y fui al tronco con todo mi cuerpo. Me dí unos cuantos segundos de descanso y mire el patio desde la altura del árbol, estaba completamente seco, solo tierra y uno que otro trozo de césped, me posicione y salte al suelo, cuando estube abajo busqué mi cartera negra colocándola firme en mi hombro derecho, quizás se hubiera visto mejor una mochila pero no tenía, ya que toda yo era pura elegancia y gracia; Sonreí al repetir en mi mente lo que una vez él me dijo...
***
Baje por las escaleras con mucho cuidado mirando mis pies para no caerme, los zapatos que llevaba puestos eran tan altos que me sentía como una jirafa, pero también me sentía como una princesa, con mi vestido color crema con una cola tan larga como la de una novia, sentía una pequeña brisa correr por mi desnuda espalda, por el corte que tenía el vestido en esta misma, antes de llegar al último escalón acomodé un pequeño mechón de cabello que la estilista había dejado suelto a propósito, dijo que me daría un toque más sensual de lo que en si era.
Cuando mis pies tocaron el firme suelo de madera lisa y cara de la mansión, levante la vista de mis pies para encontrar a Joshua con un hermoso Smokin blanco, el color del traje provocaba que sus ojos se vieran tan claros como el agua de un lago vírgen, lo mire de pies a cabeza sin mi consentimiento, el Smokin se ajustaba tan bien a su cuerpo fuerte y grande que solo verlo era como presenciar a un rey, porque eso era lo que él emanaba por todo sus poros, lo mismo que un rey, fuerza, lealtad y miedo. Subí la mirada a su rostro nuevamente Encontrándome con sus ojos viéndome de pies a cabeza detalladamente, tal cual lo había hecho yo hace unos segundos, me sonroje cuando su mirada llego a mis ojos. Se acerco de forma lenta y tomo mi mano derecha dejando un pequeño beso.

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Sadomasoquista
RomanceConoce la historia donde nada sale como imaginas... Antes de leer, advierto desde ya las muchas faltas de ortografía que encontrarán :( ya que cuando comencé con esta historia tenía sólo 14 a?os y era pésima con la ortografía ?se va a editar la hist...