Wraith (4)

—Joder, está fuera de control.

135 niega sin dejar de mirarlo.

—Solo...necesita a su compañera.

—Sí, pero no podemos obligarla, traeré solo una vez a Carolina para ver sus cambios pero si quiere irse se irá, no vamos a impedírselo.

135 suspiró.

—Lo sé, entiendo lo que se siente estar sin nuestra compañera, yo lo arruiné con mi Callista. La juzgué y no sabes cuánto me arrepiento ¡Traté de que no cometiera mis errores, se lo advertí! Le dije que no lastimara a Carolina porque ella estaba enamorada de él sin embargo él solo decía que era una niña, que no intentaría nada con ella. Pero yo sabía la verdad, ahora todos la sabemos, Carolina es su compañera y sin nuestra compañera simplemente nos apagamos, nos quedamos sin nada que sentir.

Danger pareció meditar sus palabras y cerró los ojos con dolor, él no podía amar, por lo tanto no podía tener una compañera.

Al volver a abrirlos se encontró con la figura enjaulada de Wraith, parecía casi manso, como si lo único que le importara era capturar el aroma de dicha prenda. Solo debía concentrarse en ellos, en su gente que necesitaba ayuda, antes se había comportado como un completo inmaduro ahora lo había entendido y convenció a su padre de nuevamente tomar el mando del Homeland.

Y no iba a decepcionarlo  una vez más.

*

—Qué bueno que Mia tomó la decisión de irse al Homeland con su compañero —esas palabras sonaron raras incluso para ella.

—Sí, Leo la quiere mucho, lo he visto —sonrió Carolina—, es un buen macho, es tan dulce y atento, admito que siento un poco de envidia de la buena, secretamente desde niña no solía pensar en príncipes azules pero en su lugar sí en los machos nuevas especies, mamá hablaba constantemente de ellos, decía que eran especiales, buenos y sobretodo que mimaban a sus compañeras como si ellas fueran un valioso tesoro, mamá fue enfermera en una ocasión de uno, no sé como lo conoció, yo era muy pequeña para entender pero no lo suficiente como para no de desear ser una feliz compañera de uno de ellos, no he tenido esa suerte pero mi hermana sí que se lo merecía, ha pasado casi toda su vida detrás de mí, ahora es su tiempo ¿No lo crees?

Mariana tragó seco y asintió un poco aturdida.

—Entiendo, no sabía que Joyce fuera la enfermera de las nuevas especies ¿Qué más te dijo de ellos?

—Fue por un corto tiempo luego que se enteró que estaba embarazada de mi dijo que no quería arriesgarme, no puedo recordar muy bien lo que decía pero siempre repetía que ellos eran buenos y para nada las bestias que querían hacernos ver los antiespecies.

—Entonces dímelo tú, estuviste allá ¿No? ¿Qué tal? ¿Qué hay de su líder Justice North?

Carolina sonrió.

—Realmente son buenos, tan amores con sus compañeras... su líder ahora no es Justice sino uno de sus hijos.

Mariana arqueó una ceja.

—Y... ¿Qué hay de él? ¿Lo conociste en persona? ¿Cómo es él?

La más pequeña entrecerró los ojos sospechosamente y esbozó una sonrisa pícara que hizo que Mariana tragara con dificultad.

Si, era mejor que creyera que le preguntaba porque estaba interesada en él. No quería meter en problemas a ninguna de las hermanas.

—Vale, si tanto te interesa responderé a tus preguntas, lo conozco pero no lo suficiente, es... no debería decirte esto pero como sé que tu no vas a decírselo a nadie... es el clon de Justice North, su hijo menor.