MAXINE ━━ code lyoko

ix. call me by blondie

—¿Osea, solo a Odd?

—Exacto.

Yumi siguió hablando de algo pero Max se quedó mirando a la cocinera Rosa con culpabilidad. Todo lo que ese día sentía era culpa y angustia. Max se quedó mirando los platos de los demás, viendo como comían tranquilamente y de repente le dieron ganas de llorar.

Max era lo suficientemente lista como para colarse en el comedor sin que nadie se enterara y llegar a su cuarto a salvo, además sabía por donde grababan las cámaras y por donde no. También podía actuar con simpleza si sacaban el tema, como ahora, y hacer lo qué haría normalmente. Pero ella no podía dejar de asquearse ante todo lo que había comido y tampoco tenía la fuerza mental para recuperarse o contárselo a alguien, ni siquiera sabía porqué no cerraba el bucle de no comer nada y luego darse un atracón.

—Max, ¿estás escuchándome? —oyó a Yumi.

—Estaba pensando en lo que ha pasado con los móviles esta mañana —mintió Max, levantándose—. Voy a volver con Jeremy.

—¡Te acompaño!

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Mientras Yumi y Max estaban en el cuarto de Jeremy, la primera le contó a la peliazul lo que le estaba contado en el comedor: resulta que Sissi inició una huelga para que les devolvieran los móviles, y Yumi se apuntó para que no viera raro que ninguno del grupo no quisiera estar dentro.

—A mi me parece absurdo montar una huelga para eso, los profesores nos tendrán que devolver pronto los móviles —opinó Max, que estaba sentada en la cama acariciando a Kiwi—. Además, no creo que ninguno quiera su móvil para llamar a sus familiares, sinceramente.

—Pero es un derecho, Max.

—Derecho es el que pedí yo antes de conoceros —dijo la peliazul—. Y gracias a eso ahora las chicas no tenemos que pagar por las compresas en las máquinas de los baños de las chicas.

—¿Fuiste tú? —se sorprendió Yumi—. Yo fui una de las primeras en firmar.

—¿Eso te sorprende? Max es más revolucionaria de lo que creemos —se burló Jeremy.

—Dices eso porque fuiste el único chico que firmó sin que Ulrich lo tuviera que convencer —comentó Max, ladeando una sonrisa.

Antes de que Yumi se empezara a quejar de los chicos de la Academia, Odd y Ulrich entraron a la habitación mostrando sus dos móviles y luego lanzándole el suyo a Max, que era de color azul oscuro. Empezaron a hablar pero Max se concentró en un pensamiento que le vino a la mente.

—Pregunta existencial —habló Max mientras Kiwi seguía en su regazo—. ¿Los perros recuerdan lo que pasa antes de la vuelta al pasado? Es decir, si a los animales les afectan que demos la vuelta al pasado.

—Pues... —Jeremy la miró sin saber qué decir.

—Supongo que nunca lo sabremos —dijo Odd encogiéndose de hombros, mientras acariciaba a su perro.

—¡XANA! —gritó Jeremy de repente, sobresaltando a Max.

El ojo de XANA estaba en la pantalla de su ordenador, al igual que en los móviles de los demás.

—Creo que hay una torre activada —apareció Aelita, cuando los símbolos desaparecieron.

Jeremy lanzó un escaneado para ver en que sector estaba. Los cinco salieron al patio mientras Jeremy llevaba su aparato para detectar la antena del colegio y ver que quería hacer XANA con la señal de los teléfonos.

—¿No será mejor ir a la fábrica y ya? —le preguntaba Max.

—No, antes tengo ver esto para saber que quiere hacer XANA, por eso tenemos que ir a la antena —informó Jeremy.