?Porque para Lee Minho, Felix no era más que una cita para poder jugar?.
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? Minho top.
? Felix bottom.
? Contenido sexual.
? Mención de otros shipp.
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?No copias ni adaptaciones sin permiso.
❝Los bebés lloran cuando sus padres se van a trabajar. Lee Felix llora por los desprecios de Minho❞.
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— Hyung— susurró el pelinaranja — el helado se derrite.
Minho hizo caso omiso a las súplicas de Felix, siguió repartiendo besos por el cuello del menor dejando pequeñas marcas que comenzaban a tonarse púrpura.
— Pues, que se derrita.
— Hyung, alguien puede vernos.
La idea de hacerlo en un automóvil mientras esperaban al resto de sus amigos, no era algo que le agradaba a Felix —aunque disfrutaba de todo lo que el mayor le hacía y estaba dispuesto a arriesgarse solo por el—, a pesar del miedo a ser descubiertos seguía poniéndose en riesgo una y otra vez si Minho se lo pedía.
— Que vean.
El pelinaranja ahogo un gemido cuando la fría mano del mayor se coló entre su ropa interior rozando con su miembro.
— ¿I-incluso si es Jisung hyung?—. Minho se alejó de inmediato.
Felix suspiró, el helado se había derretido por completo y se escurría por su abdomen expuesto mientras bajaba a zonas más íntimas.
Minho saco su celular sentándose correctamente, el de pecas lo miró con curiosidad.
— ¿Qué hace hyung?— preguntó al ver como el mayor tecleaba algo en dicho aparato electrónico para después sonreír lascivamente.
— Al parecer tenemos un poco más de tiempo.
Dicho esto volvió a lanzarse sobre el menor con el objetivo de lamer el helado derretido que se encontraba sobre el cuerpo de este.
[...]
— Felix, ¿Por qué siempre usas esa bufanda?— ChangBin preguntó al de pecas con desconcierto.
El pelinaranja sintió el calor subir a sus mejillas, y tocando el borde de su bufanda con sus manos miró a Minho quien estaba muy entretenido con Jisung como para prestarle atención.
— M-me enfermo fácilmente— respondió con una voz tan suave, que Seo tuvo que meditar unos segundos las palabras en su mente para entender a la perfección lo que el de pecas había dicho.
— Ya veo.
Felix no era muy sociable, a tal punto que se preguntaba cómo es que había llegado a convertirse en la “cita para poder jugar” de Minho, y no solo eso, también se preguntaba cómo es que siquiera había hecho amigos.
Al único que si podía entender su lazo de amistad, era Chan, ya que ambos eran de origen australiano y durante los primeros meses de su llegada a Corea, era cómodo tener alguien que hablará el mismo idioma. Jisung era su primo, ambos vivían en la misma casa puesto que era la única familia del de pecas en Corea.
A través de Jisung, el pelinaranja conoció a Minho.
¡Oh! ¡El gran Lee Minho!
Tiene ganada la mejor reputación de todo el instituto si de romper corazones se trata. A parte de tener una orientación sexual diferente que indica no sentir ningúna atracción hacia el sexo femenino, su único interés es Han Jisung.
Su actual novio y también su primera relación.
Felix ha escuchado a varios de sus compañeros de clases, hablar sobre los rechazos de Minho cuando alguien —ya fuera un amigo, conocido e incluso alguien anónimo— se le declaraba, tenía el récord de rompe corazones.
Por eso le pareció tan extraño cuando Minho lo besó aquel día, subiendo hacia otro nivel llevándose toda la inocencia de Felix.
Y desde ese día comenzó a volverse una rutina, había sido así por los últimos cuatro meses.
No es que Felix no disfrutará, al contrario, a veces se excedía si de placer se trataba.
Pero no podía sacarse la idea de que si su primo los descubría, este saliera herido. Había intentado en unas pocas ocasiones hacer entrar en razón a Minho, pero este con sus toques hacia que perdiera la cordura y se olvidará de sus miedos.
— ¡Bien, juguemos!— gritó Chan animadamente mientras se paraba de la mesa donde los ocho estaban sentados.
— Prefiero quedarme aquí, no soy muy bueno— ChangBin se encogió soltando una risita. Y es que no era mentira, siempre había tenido mala suerte si hablábamos de juegos, era rara vez que ganaba.
— No tengas miedo hyung— JeongIn sonrió dejando ver su dentadura perfecta, puesto que hace unos cuantos días atrás le sacaron los aparatos metálicos.
— Tal vez para la próxima Innie.
— ¿Vamos Jisung-ah?— Minho le pregunto a su novio, quien le respondió asintiendo con la cabeza.
Todos se pararon dejando a el pobre Seo solo en aquella gran mesa, aunque esto no le incómodo y saco sus auriculares dispuesto a escuchar un poco de música.
Después de jugar en casi todas las máquinas que habían en aquel extenso lugar, Felix se separó un momento del grupo para comprar una botella de agua.
Dió un pequeño salto al sentir a alguien darle una pequeña nalgada, se giró un poco y divisó a Minho a su lado con una sonrisa traviesa en su rostro.
— Te espero hoy, Lee.
El de pecas escondió su rostro en la bufanda y Minho solo sonrió aún más de lo que ya lo hacía. Se alejó dejando a Felix con sus latidos a mil por hora.
Porque para Felix, no eran solo citas para poder jugar.