?El Amor Destinado?

Es un lunes por la mañana, y les confieso que jamás había esperado con tanto entusiasmo las semanas de clases, siempre era todo lo contrario, y en serio, no es que odiara el colegio, pero. .. es sólo que al tener personas que te molestan constantemente al rededor te quitan las ganas de muchas cosas, no sé si me entiendan.

¿Saben?, Pronto será el festival de verano, y eso me recordaba que sería el último para mí, ya que en unos cuantos meses más tendría que graduarme, me sentía feliz, pero no completamente ya que eso también significaba que dejaría de asistir al mismo colegio que kookie, y tal vez dejaría de verlo tan seguido. ..

Fuera de eso les cuento que esté año a mi grupo le tocó presentar una obra de teatro, y a mí me dieron el papel en solitario, yo acepté con mucho entusiasmo ya que por supuesto es una de las cosas que más amo hacer, así que he estado practicado mucho esta semana, jungkookie siempre pasa por mi después de sus clases, me encantaba que hiciera eso pero no me gusta que tenga que esperar tanto tiempo mientras yo termino mi rutina, incluso le había dicho que no era necesario que lo hiciera pero él insistió en que no era ningún problema para él.

Definitivamente kookie es un amor de persona, ¡lo adoro!, muchas veces me a acompañado a la parada de autobuses y espera junto a mí hasta que abordó, dijo que su casa quedaba al lado contrario de donde yo vivía y que no necesitaba usar el autobús pero que disfrutaba pasar tiempo conmigo, dios en serio lo quiero, es tan lindo, cuando sonríe parece un conejo bebé con esos lindos dientesitos, es adorable.

(inconscientemente jimin dejo escapar una sonrisa por el simple hecho de recordar a jungkook)

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Eran más de las cinco de la tarde y jimin seguía practicando arduamente los pasos que ejecutaria en el próximo festival, ya que si bien era el mejor de su clase aún asi él se esmeraba en poner hasta lo último de todo lo que lo integraba como ser humano en cada una de sus prácticas.

Jimin movía su cuerpo al compás de la melodía dentro de aquella enorme habitación llena de espejos, el lugar quedaba en un segundo piso junto al edificio que conformaba a la preparatoria, al peli-negro le dolían las extremidades por el sobre esfuerzo y su frente estaba ligeramente bañada en sudor, pero aquello para él era sólo el recordatorio de que lo estaba haciendo bien, de que estaba haciendo lo que tanto amaba, y sobre todo, disfrutaba.

Balanceandose a la par de las notas del piano, tanto que parecía que se volvían uno mismo, cada paso y cada pliegue perfectamente dados lo hacían ver cómo un ángel tocando el suelo terrenal, para cualquiera sería fascinante el tener la oportunidad de  precenciarlo bailar.

Minutos después la melodía dió termino y él finalizó en una posición en donde permaneció arrodillado, sus  brazos extendidos en posición horizontal, espalda recta y mentón perfectamente alzado mientras trataba de regularizar su respiración por el reciente esfuerzo físico.

Estaba cansado, y sediento, pero feliz de que por fín; después de días practicando la misma coreografía, pudiera decir que le salió impecable.

Sonrió Cuando una ronda de estruendosos aplausos lo hicieron dar un pequeño respingon, mientras se levantaba llevó su mirada hacia la dirección de donde venían los aplausos, y ahí, junto al marco de la puerta se encontraba él, con una expresión de fascinación en su rostro.