SENTIMIENTOS ENCONTRADOS.?? ? ????? ?? ?

En ese plato de cerámica, color blanco se encontraba un pulpo del tamaño de mi mano, estaba colorado y crudo, y al lado de ese animal inerte había una cucharadita de lo que parecía macarrones con queso. No quería ser descortés ni mucho menos ingrata, pero no pude evitar mi cara de asco.

Una risa se escapó de mi garganta.

-en el menú no había ningún pulpo.- exclame.

Jack se rio por lo bajo.

Vi a Jack y luego a su plato. En el plato de él se encontraba una langosta del tamaño de mi antebrazo.

-por dios.-susurre.

Jamás había visto tales cosas. No quería comerme aquello.

Jack empezó a reír, y cada vez lo hacía más fuerte, hasta tal punto de llamar la atención de algunos vecinos de nuestra mesa, yo le seguí la corriente. Su risa era muy contagiosa. Nos miraban como a unos desubicados. Jack estaba rojo, y empezó a toser, eso me alarmo, al parecer se estaba ahogando. Me acerque a él y le di palmadas en la espalda, luego le di un vaso con agua, pero lo escupió en la cara de un hombre regordete que estaba a su izquierda que nos miraba ofendido.

-¡esto es inaudito, inaceptable!-grito el hombre escupido.

-¡lo lamento mucho, de verdad!- me disculpe mientras le pasaba una servilleta a aquel hombre.

Todos presenciaban lo que estaba sucediendo en ese restaurante prestigioso.

Estaba muy avergonzada, y en especial con Jack.

Llegaron los guardias de seguridad y nos sacaron.

-perdóname, en serio... lo siento... yo no quería...

-tranquila, no hay nada que perdonar, yo fui el que ocasiono todo ese lio, no tienes por qué sentirte culpable...

-JAJAJAJAJA fue muy gracioso.- lo interrumpí.

-y también vergonzoso.-me responde con un brillo en los ojos.

-te compensare.

-¿sí? Y ¿Cómo?

-déjame conducir y lo veras.- le propuse.

-¿a poco sabes manejar?

-claro que sí, mi padre me enseño en un estacionamiento. Y te prometo que no va haber animales como esos.

-espero que me sorprendas.- me dice.

-esa es la idea.

El transcurso del camino fue pura conversa sobre lo que nos gustaba y lo que no. Descubrí que Jack es alérgico a la cebolla, que odia la impuntualidad, que su comida favorita es la papa de cualquier forma preparada, que le encanta los caballos, que no ve televisión porque quema neuronas, que también le gusta la música clásica.

-si todo esto me lo estuvieras diciendo por teléfono pensaría que un anciano retrograda te está dictando lo que tienes que decirle a una mujer para ser conquistada.

-jajajaja, al parecer tengo dotes de anciano.- él se ríe con sorna.

-bueno, a mí me dicen que parezco una anciana inmadura.

Me sonríe desde el asiento de copiloto.

-que ocurrencias.- responde.

Detuve el auto al frente de una feria en donde se celebra un festival teatral y cómico, en donde ves personas disfrazadas de cualquier cosa extraña, como atuendos de extraterrestres, disfraces mezclados, por ejemplo, mariposas con leones, elefantes con hormigas, etc.

Cuando estábamos a punto de salir del auto, lo detuve.

-espera.- me acerque a él y empecé a mirarlo de arriba hacia abajo, su atuendo era demasiado inadecuado para una feria festiva y urbana.

-¿Qué?

-tendré que...quítate el saco y la corbata.-dije mientras tocaba su hombro derecho.- y sácate la camisa de tu pantalón.

-no entiendo...-dijo frunciendo las cejas.

-lo que pasa es que para estos "eventos"-hice comillas con mis dedos- ...es mejor usar ropa informal y esas cosas.

Hizo lo que le pedí.

Salimos del auto, en dirección al hormiguero humano y al bullicio.

Mire a Jack y su cabello estaba muy bien peinado.

Lo detuve y despeluque un poco su lacio cabello, y desabroche un botón principal de su camisa.

Me mordí mi labio y luego sonreí ampliamente, al igual que él.

Se veía más juvenil y urbano.

Se veían muchas luces coloridas en todas partes, todo estaba hermoso.

La pasamos riendo y disfrutando de todos los disfraces y de las actuaciones. Comimos de toda clase de dulces caseros. También montamos a caballo, jugamos cuanta clase de juegos había.

A un niño inquieto y molesto le di un codazo en la cabeza sin querer y este armo un escándalo de aquí a la china, sus berridos sobresalían en el bullicio. No sabía cómo calmarlo hasta que Jack intervino dándole un billete de un valor considerable.

-mocoso.- le dije frunciendo los labios.

-boba.-

-aahhshsh.- suspire abriendo mis ojos.- eres un grosero.

-señora usted empezó.- me responde el niño meneando el billete.

Nos deshicimos del mocoso, y seguimos nuestro camino.

Jack se fue por el auto, y yo me quede en el andén a su espera.

-¡samanta!

Veo a Brandon.

-hola.- le respondí con una sonrisa.

-¿Quieres ir a comer algo?

-no, es que estoy esperando a alguien.

Y en ese instante llega Jack en el auto. Luego se baja de él.

-¿tú quién eres?- pregunta Brandon con brusquedad.

-mi nombre es...-

-no me importa tu nombre sino tu parentesco con samanta.- lo interrumpe.

-Brandon hasta mañana.- dije mientras tomaba el brazo de Jack y lo jalaba hacia el auto.

Pero se escucha un impacto, me giro y veo a Brandon propinándole varios golpes a Jack en el vientre.

-¡por dios!- exclamo horrorizada.

Jack como puede se lo quita de encima a buena hora. Pero no lo golpea, más bien lo detiene con su brazo que sostiene el cuello de Brandon.

Todo termina cuando la ley se hace presente.