Y quisieron que
seamos lo que no somos
que callemos
que hagamos como que
nada nunca pasó.
Y esperaron que
cosamos nuestros labios
que tapemos nuestros
oídos
que esperemos el roce de
las balas
sin gemir siquiera
Y quisieron que
no nos importase nada
de todo lo que estaba pasando
que no nos demos cuenta
del olor a muerte
que hay en el aire.
Y esperaron que
nos olvidemos
y lo dejemos pasar
como si
los putos gritos
de lucha
no siguiesen en
nuestra cabeza.
Y esperaron que
les temiésemos a la noche
y a sus pistolas
a sus macanas
a sus órdenes
de callar.
Pero no entendieron que
los lápices
siguen escribiendo
que la revolución
está entre nuestros dedos
enredada en nuestros corazones
porque lo que pasó
no es
algo digno de
olvidar
porque lo que pasó
sigue pasando a
nuestras espaldas
porque lo que pasamos
lo están pasando otros
y no lo
merecen.
Porque cuando
masacran en masa
y se llenan la boca de rosas.
Porque cuando
colocan drogas
en las bolsas de
dormir
de los que suspiran
lucha
y luego los
mandan a la cárcel
como excusa.
Porque cuando
los asesinan
y luego dicen que
lo hicieron por una
causa justa
mientras se limpian la
sangre de las manos
con los vestidos de
las niñas huérfanas.
Porque cuando
ni siquiera ponen
excusas
sobre los cuerpos
torturados
y la sangre en
la orilla del río.
Porque cuando
hacen honores
a la bandera nacional
con el peso de las
pistolas en los bolsillos.
Yo ya no sé
que decir
porque nos
arrancaron las palabras.
Y nos
arrancaron la patria.
El 16 de septiembre de 1976 no se olvida.
Los lápices siguen escribiendo.

EST?S LEYENDO
Cavé una tumba con tu nombre luego de escucharte gritar ayuda.
Randommorimos ahogados en versos amargos.