CONECTADOS

Adam y Eva estaban sobre la cama. Él sentado y ella con sus piernas dobladas pegadas a su pecho y sujetando sus rodillas. Le tocó la mano al muchacho y este respondió con un suspiro entrecortado.

-Siempre prefería andar solo. Y aunque no hiciera nada para llamar la atención, todos me miraban cuidadosamente, de pies a cabeza, escondidos - el muchacho pausó un momento para tomar aire. - Pero esa decisión de ir solo a todos lados, no era porque quería, era por mi papá. Todo el mundo sabía en que trabajaba así que me tenían miedo. Se hacían rumores que me enseñaba como asesinar, amenazar o cualquier tipo de cosa. Pero ni siquiera eso, no pasaba mucho tiempo con él, pero cuando sí, era mi mayor felicidad.-Con su vista al suelo continuó. - Nunca hablaba de su trabajo. Ni nunca me dio señales de él. Incluso, todos sabían lo que hacía excepto yo. No me importaba tampoco, yo solo lo conocí como mi padre y lo quise y lo querré como mi padre. Aunque sí dudaba de su trabajo, nunca fue malo con mi madre ni con los vecinos. Pero como la mayor parte del tiempo pasaba en ese grupo de criminales, yo pasaba más tiempo con mi madre. Aunque mi papá nunca desaprovechaba los pocos momentos conmigo, siempre, siempre trataba de hacernos reír.-Miró al techo de la habitación y se formó una leve sonrisa en su rostro, pero desapareció lentamente.- Y lo lograba. Pero, tanta felicidad... me da terror ahora... Porque en un momento, solo en un segundo, el mundo que conocías es diferente, desconocido, confuso y oscuro.-Su mirada se posó en la de Emma, quien escuchaba atentamente. -Mi padre se suicidó.-La habitación quedó en silencio unos segundos y Emma tomó la mano de su amigo nuevamente. -Ese día que nos enteramos, mi madre y yo llegabamos de la escuela pues había ido a recogerme para volver a casa. Cuando nos aproximamos a la puerta, un hombre detrás nuestro se acercó. Era un hombre de tez morena con una cicatriz en la ceja izquierda y coleta pequeña que colgaba de su cabeza.-Emma abrió sus ojos como platos, como si hubiera reconocido algo o a alguien. -Me dio mala espina al verlo por lo que me escondí detrás de mi madre. Ella tranquila lo recibió y lo saludó. Ese hombre de la cicatriz estaba preocupado y cabizbajo. Estirando sus brazos entregó un sobre que tenía en manos y se fue en su auto negro. Apenas se fue mi madre se vio angustiada. Observando a sus alrededores me ordenó preocupada que entrara a la casa. Intenté ver lo que decía la carta pero no pude. Mi madre la escondía; con un brazo impedía mi presencia cerca de la carta y con el otro la sostenía. ¿Qué dice mamá?, le pregunté. A lo que ella no respondió. Mi madre me miró fijamente a los ojos y antes de que rompa en llanto se fue rápido a su habitación.-Adam subió sus piernas a la cama cruzándolas. - Después de unas horas llegó la policía local. Hicieron unas cuántas preguntas sencillas y luego se fueron. Su sentencia, suicidió en un incendio provocado por él mismo. Cuando me enteré, prácticamente no sentía mi cuerpo, quería despertar de la pesadilla, me parecía imposible aceptar como verdad la muerte de mi padre, no entendía el porqué, pero él se suicidó y esa era la realidad. -Dio una pausa.- Las únicas pistas de que fue un suicidio fueron la carta y sus pertenencias en los restos del incendio. No hubo manera de comprobar si era él o no. Mi padre se suicidó. - Emma se notó algo confundida por aquello, pero pensativa a la vez. - Desde ahí tú y yo nos volvimos más cercanos. Nos hicimos amigos. Y pasamos tiempo juntos.-Le dedicó una ligera sonrisa a la chica a su lado. - Y resultamos con esa habilidad de cambiar cuerpos. Y fue así hasta que yo me tuve que ir de la ciudad. Y así como me fui, la habilidad también desapareció-suspiró. - Estuvimos bien mi madre y yo. Terminé los estudios e intenté ingresar a la universidad, aunque aún sigo en eso.-Dijo con cansancio. -Supongo que sigo pensando en mi padre y en cómo cambió mi madre. Siempre estaba angustiada.-Se tiró de espaldas a la cama y dejó sus piernas estirarse y caer. - Pero, no entiendo, todo estaba bien, no había nada que hacíamos como para que ese grupo volviera contra nosotros.-Decía con notable ira mezclada con tristeza. -Mi madre la asesinaron, ¡joder! Hasta ahora, parece que mi padre tiene que ver con ambas muertes.-Suspiró. - ¿Qué hiciste papá? - Preguntó en un susurro.