Increíblemente Bueno

–Entonces...

–Si, ven –palmea la cama, aún lado de donde se encuentra sentada, se acomodó arriba de una de sus piernas casi en cruce de indio, dejando la otra fuera de la cama, colgando. Quitó la almohada y se pegó totalmente al respaldo de ella. Permanezco quieta, de pie frente a ella, aún sin ser capaz de sentarme frente a ella. Siento que esto no está bien, pero no sé cómo salir de esta situación. Me extiende su mano para que la tome, al ver que no me muevo. Dudo en hacerlo pero ella en cambio me ofrece una sonrisa.

Bien, debo tranquilizarme. Es mi mejor amiga, ¿qué es lo peor que puede pasar?

Prefiero ayudarla yo, a que cometa otra tontería con tal de conseguir lo que quiere, a veces puede ser demasiado atrabancada y no piensa en sus actos y menos en las consecuencias de tales. Tomo un profundo respiro y expulso. Acepto su mano que aún me esperaba extendida, y asiento más para mi misma que para ella. Yo puedo, es mi amiga y todo se vale cuando se trata de ayudarla. Me repito en el pensamiento, no quiero pensar que esto pueda tomarse como engaño hacia Darrent.

Me acomodó igual a como ella para quedar de frente. La veo sonreír e intento cotreponderle de la misma forma, aunque no me salga más que una mueca, esto me pone muy nerviosa.

–Bien, entonces tu... o yo... o...

–Tranquila –acerca su mano pasándola por un mechón de cabello rebelde que está en mi rostro, lo toma en su mano y lo pone detrás de mi oreja. Trago, no se si es esta situación pero ese gesto me hizo sentir incómoda. Parpadeo intentando espantar todo pensamiento absurdo y trato de tranquilizarme, entre más rápido mejor– cierra tus ojos, yo me encargo.

Hago caso, cierto mis ojos fuertemente. Noto que se acerca a mis labios cuando siento su respiración cerca de ellos. Me alejo.

–Yo.. ¿y si mejor lo dejamos para el día del video? –pregunto atropellado, su semblante es serio y niega.

–Ni siquiera te toque los labios cuando ya estabas alejándote, ¿así planeas que salga el video? –no respondo– Si no lo vas a intentar mejor dímelo.

–No si, es solo que... no puedo dejar de pensar que no eres Darrent. No puedo hacerlo si no eres él.

Su mirada se endurece, y noto su su quijada se tensa. Tal vez la estoy desesperando con tanto rodeo. Esta por explotar.

–Bueno, volvamos a intentar, si.

–Imagina que es el estúpido de Darrent y ya, cierra tus ojos y trata de recordar un momento que pasaron juntos y que te haya gustado.

–Bien –tomo otra profunda respiración- Hagámoslo.

Cierro mis párpados y trato de imaginar que es mi novio. El es Darrent, si, me gustan sus beso así que correspondiere este. Si, Es Darrent. Me digo consentrandome para quitar todo nervio de mi cuerpo. Siento que coloca su mano en mi mejilla y en esta ocasión no me da tiempo de alejarme, pues al instante siento el choque de sus labios con los míos. Los deja así, quietos, sin movernos ninguna de las dos. Bien, no pasa nada es como si fuera Darrent. Siento que se separa unos segundos para volver a sentirlos pero ahora tomando un poco de mi labio inferior entre los suyo. Mierda, no es Darrent, no se sienten como los labios de Darrent. Siento como empieza a a brotar el pánico y aprieto los párpados tanto que comienzo a ver leves siluetas de luces. Sigo sin hacer nada pero ella aún continúa besandome, cada vez es más notorio que ella ya no está nerviosa, no como yo. Ahora empieza a utilizar su lengua, pasándola por mis labios y tratando de abrir con ella mis labios que si bien no los he ocultado pero si los aprieto para que no pase. Pasados unos segundos se separa. Permanezco igual, sin tener el valor de abrir los ojos y observarla. ¡Vaya mierda! No sé puede ser peor cobarde que yo.