Gamera.

Gyaos observa al kaiju recién llegado, aterrizando para verlo de frente, siendo más bajo en estatura. 

La tortuga no tardo en dar gruñidos y pequeños rugidos, a los cuales el gran murciélago respondió agitando la cabeza, en un gesto parecido a la negación, para abrir sus alas de par en par y rugir, concentrando energía en su hocico para disparar, pero al hacerlo, el otro titan se dio la vuelta, anteponiendo su escudo al rayo, el cual impacto contra este sin generar el más mínimo daño. Una vez el ataque ha cesado, la gran tortuga se da la vuelta, disparando una bola de fuego desde su boca que da de lleno en el pecho de Gyaos, derribandolo. 

Gyaos rápidamente se recupera, evitando otros dos proyectiles antes de salir volando, disparando su rayo cortante desde las alturas, no logrando infligir daño alguno, pues su rival ha escondido sus brazos y cabeza en el caparazón. Detuvo su ataque y voló directamente al inmóvil ser, embistiéndolo con gran fuerza y derribandolo boca arriba. La tortuga saco su cabeza para tratar de disparar, pero Gyaos le atrapo el cuello con la mandíbula, clavando sus dientes en la dura carne hasta que sangre verde broto de la herida. Viéndose imposibilitada de atacar con fuego, la tortuga uso sus brazos para golpear y arañar al murciélago, el cual se le quito de encima debido al riesgo de que sus alas fueran dañadas. Ambos monstruos quedaron frente a frente, y ambos dispararon sus ataques a distancia, siendo vencedor el de Gyaos, pues atravesó sin problemas la bola de fuego, hiriendo el costado derecho de la cabeza de su enemigo, el cual estaría muerto de no ser porque aparto la cabeza. La monstruosa ave continuo con sus ataques, por lo que la tortuga se vio obligada a darle la espalda para que su caparazón amortiguara el daño, pero algo extraño ocurrió. El titan recién llegado escondió brazos y piernas en su caparazón, y desde los agujeros donde debían estar sus extremidades, comenzó a salir fuego, el cual logro un efecto cohete, pues la tortuga salio propulsada hacía Gyaos, quien a penas fue capaz de evitar el demoledor ataque para después elevarse, siendo seguido por su enemigo, para sorpresa de todos los presentes incluido Gyaos, quien tiene la cabeza y brazos de fuera para atacar. 

En ese momento, ambos titanes comienzan una batalla en las nubes, siendo lo único visible de esta destellos rojos y amarillos provenientes de sus ataques. Después de unos minutos, Gyaos desciende, viéndose sumamente herido y cansado, habiendo aterrizado para descansar, más no esperaba que una bola de fuego atravesara las nubes, impactando directamente en su nuca, quedando inconsciente. Tras eso, la gran tortuga desciende de los cielos, con heridas en brazos, piernas y cuello, de las cuales brotan grandes cantidades de esa sangre verde. Mientras el titan victorioso descansa, algunos helicópteros de Monarch comienzan a sobrevolarla, analizándola y tomando datos de ella, incluso logrando un vistazo a su anatomía gracias a un proyector de rayos x concentrados. El titan observa curioso como esos pequeños trozos de metal lo rodean, pero no hace nada en su contra, ni si quiera cuando algunos vehículos militares comienzan a dispararle. 

- ¡¿Qué demonios cree que hace?!- pregunta Yoshinari a un militar cercano.

- Protegiendo nuestro país- 

- ¿Disparandole a nuestro salvador?- 

- No me venga con estupideces, ya he escuchado a Serisawa y sus estúpidas ideas- 

- Ese titan acabo con la amenaza de Gyaos- 

- ¡Amenaza que ustedes debían contener!- Yoshinari retrocede un poco por la respuesta- En todo el mundo estas malditas cosas están atacando, es obvio que fue una pelea territorial o algo por el estilo- 

- Si ese es el caso ¿Por que no nos ataco después de ganar? ¿O por que no lo hace ahora que la están atacando?- pregunta observando como el titan recibe los disparos sin intención alguna de responder ante estos, solo retrocediendo y cubriendo sus ojos con las manos, la única parte de su cuerpo que podría verse dañada por artillería humana. Entonces nuevos aviones cazas llegaron a la zona, disparando misiles de gran potencia, que, aunque no lograban mucho daño, era el suficiente como para hacer retroceder al monstruo, hasta que por accidente entre en la ciudad, aplastando alguna casas con sus pisadas. En ese momento, algo le hizo reaccionar, volando al instante hacía la mayor altura posible, perdiendo a sus atacantes.