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Imágenes y personajes no me pertenece crédito a sus autores. Advertencia este capítulo contiene escenas para mayores y lenguaje bulgar están advertidos.
Garou fue una vez el mejor discípulo de Bang, aunque fue expulsado del dojo después de haber golpeado brutalmente a los otros estudiantes. A pesar de haber sido expulsado por Bang, Garou comienza su propio entrenamiento personal y se vuelve increíblemente poderoso. Equipado con una poderosa gama de habilidades y atributos físicos, Garou es capaz de luchar a la par con muchos héroes de la Clase-S. Al final de su cacería de héroes, Garou derrotó a más de 100 héroes.
Garou posee una fuerte aura de peligro que lo rodea, lo que puede hacer que sus oponentes pierdan confianza en sí mismos.
Él es capaz de dominar a casi todo el Ejército Tank Topper por sí solo. Esto incluye a Tanktop Vegetarian, un ex héroe de Clase-A, y su líder Tanktop Master, un héroe de Clase-S y uno de los hombres más fuertes del mundo físicamente.
Garou también es capaz de luchar contra el héroe de la Clase-S, Metal Bat, y lo compara con un luchador aficionado. Sin embargo, Garou admite que si cualquiera de los golpes de Metal Bat se hubiera conectado, habría perdido instantáneamente.
Garou fue entrenado para luchar contra humanos por su antiguo maestro, Bang. Como resultado de eso, su estilo de lucha se vuelve mucho menos efectivo contra tácticas bestiales. Esto se demuestra cuando es fácilmente abrumado por Watchdog Man.
Además, Superalloy Darkshine describió que pelear contra Garou era como "ser arrinconado por docenas de artistas marciales a la vez", a pesar de que Darkshine era un combatiente de buena reputación, de quien se decía que era uno de los mejores entre los héroes y estaba a la par con Bang
Fuerza inmensa: La fuerza de Garou es sobrehumana y está a la par de los héroes de la Clase-S. Es capaz de arrancar el brazo de Blue Fire sin demasiada dificultad. Usando un brazo, puede lanzar una tapa de alcantarillado a gran velocidad. Él puede herir gravemente a Tanktop Master con un bombardeo. Se muestra rompiendo fácilmente el brazo de Heavy Tank Fundoshi y noqueando a varios héroes de Clase-A con un golpe a cada uno. También es capaz de perforar agujeros a través de Ciempiés Mayor, un monstruo de nivel de amenaza Ogro (solo webcómic). Incluso en su estado debilitado, derrota a todos los héroes de Clase-A y B con un corto bombardeo de golpes o un solo golpe.
Velocidad y reflejos inmensos: Garou puede esquivar rápidamente una gran cantidad de balas de Golden Ball desde múltiples direcciones.También puede esquivar los golpes del bate de Metal Bat. Sin embargo, admite que perdería con la velocidad de Flashy Flash. Incluso en su estado debilitado, todavía era lo suficientemente rápido para superar al grupo de héroes de Clase A y B. Más tarde, Garou mostró velocidad hasta el punto de poder esquivar y bloquear los ataques extremadamente rápidos de Orochi, mientras que los monstruos que observaban murieron en un instante sin darse cuenta de lo que los golpeó.
Durabilidad inmensa: Garou también posee durabilidad inhumana. Puede soportar múltiples ataques de Tanktop Master y permanecer en pie. Incluso sobrevive a un asalto total de tres monstruos de nivel Demonio: Royal Ripper, Bug God y Ciempiés Mayor (solo webcómic). Incluso cuando se vio severamente debilitado por los ataques combinados de Saitama y Watchdog Man, aún era capaz de combatir al grupo de héroes de Clase A y B y resistir el dolor. Incluso las flechas envenenadas de Shooter y el agujero de bala de Gun Gun no lo desaceleraron, como lo notó Gafas. Su durabilidad también aumenta exponencialmente a medida que evoluciona, durante su pelea con Orochi, Gyoro Gyoro observa y comenta cómo Garou es capaz de resistir los ataques de respiración de fuego y golpes de Orochi como si no fuera gran cosa.
Resistencia inmensa: Garou posee una tolerancia inhumana al dolor. Es capaz de continuar luchando después de sufrir lesiones que normalmente incapacitan a las personas normales, como una paliza de Tanktop Master. Él no se inmutó cuando la espada de Spring Moustache apuñaló su mano. Además, después de verse debilitado por múltiples peleas del día anterior y sufrir de fiebre, logró continuar luchando contra múltiples héroes a la vez y de hecho los derrotó a todos usando tácticas inteligentes y soportando todo el dolor continuo. Incluso cuando fue golpeado hasta la muerte por Bang y Bomb, posiblemente los dos artistas marciales más poderosos del planeta, entrando y saliendo de la consciencia, y perdiendo la sensación en sus brazos, aún fue capaz de perseverar y crear temblores en el suelo, desarraigar un árbol, y girarlo a velocidades increíbles, para el completo shock de Bang y Bomb. Además, Garou mostró muy poco o nada de dolor cuando fue electrocutado por líneas eléctricas, lo que demuestra una alta resistencia a la electricidad. Más tarde en su pelea con Orochi, su cuerpo es atravesado por uno de los cuernos de Orochi y Garou puede seguir peleando con Orochi, a pesar del agujero visible en su torso y ser brutalmente golpeado por Orochi varias veces. La resistencia de Garou luego evoluciona hasta el punto de poder soportar los ataques de energía de Overgrown Rover y Orochi en secuencia sin tiempo para descansar
Voluntad inquebrantable: Uno de los rasgos definitorios de Garou y un factor que le permite a Garou seguir luchando, incluso cuando está al borde de la muerte, es su gran fuerza de voluntad. Esta voluntad se evidencia en varias batallas entre héroes de Clase-S, como durante la batalla entre Garou vs. Bang y Bomb.
Resistencia al veneno: Garou muestra una resistencia contra el envenenamiento como se ve cuando fue golpeado con dos flechas envenenadas que ordinariamente lo hubieran dejado inconsciente en minutos. En lugar de sucumbir, continuó luchando contra el equipo de héroes que lo enfrentaban, y luego continuó luchando contra Genos, Bomb y Bang en rápida sucesión sin mostrar ningún signo significativo de verse obstaculizado por el veneno en su sistema.
Apetito masivo: Se demuestra que Garou tiene un apetito masivo, ya que puede atiborrarse de una lista completa de artículos en el menú de un restaurante, más que probable para reponerse. A pesar de su cuerpo tonificado y su delgado físico, es capaz de comer grandes cortes de carne e incluso tragar una jarra entera de agua de un solo trago mostrando su metabolismo mejorado.
Dientes endurecidos: Los dientes de Garou se muestran lo suficientemente resistentes como para que cuando escupa su diente roto en el piso de concreto, haga un gran agujero en la superficie.
Consumo carnívoro: Garou puede consumir carne de monstruos para recuperar su energía y vitalidad sin ningún efecto negativo.
Monstrificación de Garou
Después de ser llevado a sus límites en una serie de peleas contra un equipo de héroes de Clase-A y Clase-B, seguido de Genos, Bang y Bomb, Garou comienza a evolucionar. Más tarde, después de casi morir en su pelea con Royal Ripper y Bug God, su poder aumenta explosivamente y su ropa se fusiona con su cuerpo, lo que hace que se transforme lentamente hasta que solo su rostro permanezca intacto.
Como resultado de ser empujado al borde de la muerte y superarlo, su limitador comienza a romperse y Gyoro Gyoro lo identifica como un "Mitad Monstruo". Sus sentidos y habilidades aumentan de modo que incluso mientras está dormido, sigue siendo extremadamente peligroso y capaz de luchar contra los enemigos. Aunque admite que no disfruta pelear así, fue lo suficientemente fuerte como para derrotar fácilmente al Prisionero Lindo-Lindo.
Garou pudo luchar bien contra Superalloy Darkshine, aunque sufrió grandes heridas por sus ataques. A medida que avanza su batalla, las habilidades de Garou aumentan hasta el punto de que puede igualar el poderoso Superalloy Bazooka de Darkshine con su propio puño sin ninguna dificultad o daño.
Para cuando vence a Superalloy Darkshine, se observa que su limitador se está rompiendo, y luego siente que su "espíritu" ha sido liberado de su cuerpo. Se proclama a sí mismo como la primer amenaza con nivel de desastre Dios, y quien cumplirá la siniestra profecía de Shibabawa.
Garou, cansado y ensangrentado después de un violento enfrentamiento con Blast, el héroe número uno, fue absorbido por un extraño portal. Su visión se nubló por un momento y, antes de que pudiera hacer algo, el espacio a su alrededor se distorsionó. En un parpadeo, el monstruo humano cayó a través de un abismo, aterrizando con un fuerte golpe en un lugar desconocido.
Cuando se levantó, su entorno era completamente diferente. En lugar de la ciudad de Z-City y el escenario donde enfrentó a Blast, ahora se encontraba en una tierra extraña, llena de paisajes extraños, árboles de formas inusuales, y una atmósfera que sentía... diferente. La estructura de la realidad parecía distorsionada. Garou, siempre en alerta, se levantó con rapidez, analizando su nuevo entorno.
"¿Qué lugar es este?", murmuró, frunciendo el ceño.
Con el instinto de un cazador, comenzó a caminar, con la intención de encontrar información y, si fuera necesario, destruir a cualquiera que se interpusiera en su camino. Después de todo, siempre encontraba una forma de volverse más fuerte, ¿verdad?
No pasó mucho tiempo antes de que viera a una figura solitaria caminando por un sendero cercano. Era una chica, de cabello negro y orejas de gato, lo que inmediatamente llamó la atención de Garou.
Se acercó sin hacer ruido, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y peligro. La chica llevaba un libro, caminando tranquila, como si no fuera consciente del peligro que representaba su presencia. Garou decidió que era una buena idea empezar por obtener información, sin mostrar demasiado de sí mismo por ahora.
—Oye. —Su voz, baja y rasposa, hizo que la joven diera un pequeño sobresalto, mirando hacia atrás.
Blake Belladonna, la chica fauno, reaccionó rápidamente, sus orejas se movieron hacia atrás, como si detectaran algo peligroso en el aire. Al principio, su cuerpo se tensó, pero su mirada se suavizó un poco al ver que la figura frente a ella no parecía querer atacarla... todavía.
—¿Quién eres? —preguntó Blake, sin bajar la guardia. Sus instintos de fauno le decían que este hombre no era alguien común, pero aún no estaba segura de qué tan peligroso podría ser.
—Soy Garou. —Respondió secamente, observándola de arriba a abajo. Su mirada se detuvo en el libro que Blake llevaba en sus manos. —Estoy buscando algo... información.
Blake no pudo evitar tensarse un poco más, los ojos de Garou no mostraban ninguna piedad, y sus palabras carecían de cualquier forma de cortesía. Sin embargo, ella no podía dejar de sentir que había algo en su actitud que también buscaba algo más. Algo profundo.
—¿Información sobre qué? —inquirió Blake, con cautela, aún evaluando la situación.
Garou la miró fijamente, su rostro serio y determinado.
—Una biblioteca... ¿dónde está? —preguntó con un tono casi monótono, como si lo único que le importara fuera obtener la respuesta.
Blake, aún dudosa, pensó rápidamente. Su experiencia como cazadora y fauno le enseñó a desconfiar de los extraños, especialmente de aquellos con una mirada tan intimidante. La presencia de Garou era... opresiva, peligrosa. Pero al mismo tiempo, su pregunta era simple, casi inocente en comparación con las cosas que había enfrentado antes.
¿Debería confiar en él?
Sin embargo, el instinto de Blake como fauno no la dejaba relajarse. Sus orejas seguían rígidas, y su aguda percepción le decía que Garou no era alguien con quien se pudiera ser complaciente. Aun así, también sabía que era mejor no causar una confrontación innecesaria.
—La biblioteca más cercana está en Vale, —respondió, manteniendo su distancia, su mirada fija en Garou. —Pero... no sé si es una buena idea que vayas allí. Puede que no te reciban bien.
Garou frunció el ceño, su expresión apenas cambiando.
—¿Por qué? —inquirió, con una ligera sospecha.
Blake se sintió más nerviosa, pero su voz no vaciló.
—Vale no es un lugar donde cualquiera pueda ir y salir sin preguntas. Y... los faunos... no sé cómo reaccionarán a alguien como tú.
Garou sonrió levemente, pero no era una sonrisa amable. Era una sonrisa de alguien que había derrotado a muchos que subestimaron su fuerza.
—No me importa lo que los "demas" piensen. —Su tono se volvió mucho más grave. —Lo único que me interesa es aprender algo Ahora, dime cómo llegar.
Blake, viendo que no había forma de disuadirlo, suspiró y asintió con la cabeza. Sabía que no podía hacer mucho si Garou estaba decidido. Con una mirada más vigilante, le indicó un camino.
—Sigue este camino. Te llevará a una ciudad cercana. Pero, por favor, ten cuidado. Las cosas aquí no son tan simples como parecen.
Garou asintió sin añadir palabra, pero sus ojos brillaron con una determinación aún más fuerte.
—Lo que sea necesario... —murmuró para sí mismo mientras comenzaba a caminar hacia el destino que Blake le había indicado.
Blake observó su figura alejarse, su cuerpo aún tenso, preguntándose qué impacto tendría la llegada de un ser tan peligroso a un mundo como el suyo. Sabía que nada bueno podía salir de esta interacción, pero también sabía que había algo mucho más grande en juego.
Garou había llegado a Remnant, y esta era una batalla que probablemente no podría evitar.
Garou se movía por la biblioteca con calma, sus ojos recorriendo los títulos de los libros con interés. Aunque había sido arrojado a un mundo desconocido, no estaba desesperado ni confundido. Después de todo, Blast ya había demostrado que era posible viajar entre dimensiones, así que… ¿qué tenía de extraño que él terminara en otro mundo?
Con paciencia, tomó algunos libros y comenzó a leer. No pasó mucho tiempo antes de que empezara a entender la historia de este lugar.
Los Reinos de Remnant. Cuatro grandes naciones donde la humanidad se refugiaba de su mayor amenaza: los Grimm, criaturas nacidas del miedo y la desesperación.
Los Cazadores. Guerreros entrenados para combatir a los Grimm y proteger a la humanidad. Personas con habilidades sobrehumanas gracias a su Aura, una energía que servía tanto como escudo como fuente de poder.
Garou frunció el ceño al leer sobre la dependencia de la humanidad en los cazadores. En su mundo, la gente confiaba ciegamente en los héroes para resolver sus problemas. Aquí no era tan diferente. Sin cazadores, la humanidad se derrumbaría.
Luego encontró algo más.
Los Faunos. Humanos con características animales. Inteligentes, capaces… y aun así tratados como ciudadanos de segunda clase por muchos. Habían sido discriminados durante siglos, relegados y en algunos casos hasta esclavizados en el pasado.
Garou dejó el libro sobre la mesa y apoyó su barbilla en su mano.
—Ya veo… —murmuró para sí mismo.
No es que fuera un defensor de la justicia ni nada por el estilo, pero no podía evitar sentir cierto disgusto por lo que leía. Los humanos eran demasiado débiles para protegerse por sí mismos… y aun así se daban el lujo de menospreciar a otros.
No es que estuviera sorprendido. Era lo mismo en su mundo. Pero eso no significaba que le gustara.
De todos modos, no le interesaba jugar al héroe ni intervenir en los asuntos de este mundo. Lo único que importaba era su propio camino. Si había personas fuertes en este mundo—ya fueran cazadores, criminales o incluso los Grimm—entonces lo enfrentaría.
Porque al final, solo había una cosa que lo motivaba.
Volverse más fuerte.
Suspirando, cerró el libro y se puso de pie. Algunos académicos y visitantes de la biblioteca lo miraban con cierta curiosidad, como si su presencia fuera algo fuera de lugar. Garou los ignoró.
Había aprendido suficiente. Ahora, lo único que quedaba era poner a prueba lo que había descubierto.
Si la fuerza de los cazadores era lo que mantenía en pie a este mundo… entonces era hora de ver qué tan fuertes eran realmente.
Con una leve sonrisa en su rostro, salió de la biblioteca, listo para su siguiente desafío.
Garou no era un hombre de largas reflexiones. Su forma de actuar siempre había sido directa: encontrar un oponente, desafiarlo y evolucionar a través del combate. Y ahora que entendía la estructura de este mundo, había encontrado un nuevo objetivo.
Los cazadores eran los pilares de la humanidad en Remnant. Eran su última línea de defensa contra los Grimm. Si los héroes de su mundo eran una ilusión de justicia, entonces los cazadores de este mundo eran una ilusión de seguridad.
Era hora de ponerlos a prueba.
La noticia de un "monstruo humano" empezó a esparcirse como fuego en la pradera. Al principio, los cazadores pensaban que se trataba de un Grimm especialmente peligroso, tal vez uno con inteligencia superior. Pero pronto quedó claro que esto era algo mucho peor.
Grupos de cazadores veteranos que habían partido en misiones de exterminio comenzaron a regresar… derrotados. No muertos, no heridos por Grimm… sino destrozados por un solo hombre.
Sus testimonios eran similares.
—"Se movía como una sombra, pero golpeaba como una tormenta."
—"No importa cuántas veces lo atacamos, se anticipaba a cada uno de nuestros movimientos."
—"Su fuerza... su velocidad... no era normal. No era un Grimm, no era humano. Era algo más."
Los que tuvieron suerte solo terminaron con moretones. Los menos afortunados… despertaron en hospitales con sus Auras destrozadas, su confianza hecha pedazos y multples huesos rotos.
Los rumores se esparcieron rápidamente por todas las academias de cazadores. Si incluso los veteranos eran derrotados, ¿qué esperanza tenían los estudiantes?
Garou no tenía la intención de matar. Nunca lo había hecho antes y no iba a empezar ahora. Pero sí quería dejar un mensaje claro.
"No son invencibles. No son especiales. No son nada."
Los Grimm caían ante él como simples obstáculos en su camino. Si bien algunos tenían tamaños colosales y parecían más bestias mitológicas que simples criaturas de sombra, ninguno representó un verdadero desafío.
Los cazadores, por otro lado… al menos ofrecían algo de resistencia. Sus Auras les daban un escudo natural, pero para Garou solo era una molestia. Con cada combate, aprendía más sobre cómo funcionaba. Descubrió que, aunque protegía de ataques letales, no era infinita. Con suficiente presión, se rompía.
Y una vez que eso sucedía… la pelea terminaba en segundos.
Las academias de cazadores estaban en alerta máxima. Beacon, Haven, Atlas, Shade… todas comenzaron a reforzar sus entrenamientos, preocupadas por la amenaza de este extraño luchador que no usaba ni armas ni Semblanza, pero que dejaba un rastro de derrotas a su paso.
Los directores y profesores de cada academia debatían cómo reaccionar. Algunos querían enviar escuadrones de élite tras él. Otros sugerían ignorarlo y enfocarse en los Grimm, argumentando que un solo hombre no podía ser más peligroso que las criaturas de la oscuridad.
Pero los testimonios de los cazadores caídos decían lo contrario.
—"Es más aterrador que cualquier Grimm que haya visto."
—"Nos estudia… como si fuéramos simples presas."
—"Cuando me miró después de derrotarme… vi odio, ni ira. Solo vi… indiferencia."
Garou no estaba cazándolos por venganza. No tenía un motivo oculto. Solo estaba probando su fuerza.
Y eso era lo más aterrador de todo.
Después de semanas de cacería, solo una pregunta quedaba en el aire.
"¿Quién será el primero en intentar detenerlo?"
Beacon estaba en tensión. Los estudiantes hablaban en susurros sobre el "monstruo humano" que estaba venciendo cazadores como si fueran simples principiantes. Los profesores sabían que era solo cuestión de tiempo antes de que tuviera su primer enfrentamiento con un equipo de estudiantes.
Y cuando eso pasara… ¿estarían preparados?
Garou estaba sentado afuera de un café en Vale, disfrutando de un momento de tranquilidad. Había pasado mucho tiempo moviéndose, enfrentándose a cazadores y explorando este mundo, así que un descanso no le venía mal.
Mientras tomaba su bebida, notó que un grupo de cuatro jóvenes se acercaba. No los conocía, pero algo en sus movimientos le decía que eran estudiantes de alguna academia.
—Oye, tu cabello es súper raro, —comentó de repente una chica pelirroja con una sonrisa amplia.
Garou levantó una ceja y la miró.
—Nora… —murmuró un chico de cabello negro, con un tono paciente. —No digas eso.
—¿Qué? ¡Es cierto! —respondió Nora Valkyrie, sin rastro de malicia, solo con su habitual entusiasmo.
Garou suspiró. No tenía ganas de discutir con una chica hiperactiva sobre su peinado.
—Ehm… creo que deberíamos dejarlo en paz, —dijo una joven pelirroja con armadura dorada. Pyrrha Nikos parecía un poco nerviosa, como si reconociera a Garou.
Sin embargo, el último del grupo, Jaune Arc, tomó una postura heroica y señaló a Garou con determinación.
—¡Tú!
Garou lo miró con expresión de total desinterés.
—He oído hablar de ti, —continuó Jaune, cruzándose de brazos. —Dicen que has estado atacando cazadores. ¡Como líder del equipo JNPR, es mi deber detenerte!
Silencio.
Garou parpadeó lentamente.
—¿Detenerme?
Jaune asintió con confianza.
—*¡Sí! No podemos dejar que sigas cometiendo crimenes!/
Garou lo miró por un momento, tratando de decidir si el chico hablaba en serio o si estaba bromeando. Pero la expresión de Jaune era completamente firme… aunque tal vez un poco insegura.
—*Huh,* —fue todo lo que Garou dijo, apoyando su codo en la mesa y descansando la cabeza en su mano. —*¿Y qué piensas hacer si digo que no?*
Jaune tragó saliva, pero intentó mantener su postura heroica.
—*Entonces… ¡tendré que obligarte!*
Pyrrha puso una mano en su hombro rápidamente.
—*Jaune, creo que esto es un malentendido. No necesitamos pelear.* No era estúpida si el sujeto que estaba sentado ahí era en realidad el monstruo humano, entonces ellos no tenían oportunidad.
Ren asintió de inmediato.
—*Sí, además, estamos en medio de la ciudad… sería irresponsable causar una escena.*
Pero Nora, por otro lado, parecía emocionada.
—*Vamos, solo un pequeño duelo. Se nota que es fuerte. Seguro que sería divertido.*
Jaune, sin querer dar marcha atrás después de haber hablado tan en grande, sacó su espada y apuntó a Garou.
—*¡Te lo advierto, no subestimes a un heroecazador en entrenamiento!*
Garou soltó un suspiro, poniéndose de pie.
—*No tengo interés en pelear con niños,* —dijo, sacudiéndose el polvo de los pantalones. —*Pero si insistes tanto…*
Se giró levemente y levantó una mano, señalando su propio rostro.
—*Te dejaré darme el primer golpe.*
Jaune titubeó.
—*¿Q-qué?*
—*Vamos,* —dijo Garou con calma. —*Hazlo con todo lo que tengas.*
Ren y Pyrrha intercambiaron miradas de preocupación.
Jaune apenas había dado un paso adelante cuando, de repente, se encontró volando por los aires.
Sintió un golpe fuerte, ni siquiera vio a Garou moverse. Un instante estaba avanzando con determinación, y al siguiente sus pies ya no tocaban el suelo.
En menos de segundos garou ya haba destrozado su pecho con rapidos golpes antes de darle un upercut enviandolo al cielo.
Mientras ascendía sin control, su armadura crujió por la presión y su Aura disminuyó, pero nada grave.
Desde abajo, Ren, Nora y Pyrrha se quedaron en silencio, parpadeando confundidos.
—¿Eh? —murmuró Nora, inclinando la cabeza.
—¿A dónde…? —Ren entrecerró los ojos, tratando de seguir a su amigo.
Pero antes de que pudieran reaccionar, Garou ya estaba en movimiento.
Con una rapidez sorprendente, empujó a los tres hacia un edificio cercano.
No queria lidiar con mas mocosos y dos de ellos al menos trataron de irse.
No fue un golpe agresivo ni violento, pero sí lo suficientemente firme como para hacerlos retroceder sin darles oportunidad de intervenir.
Pyrrha apenas tuvo tiempo de alzar su escudo antes de chocar contra la pared, mientras que Ren y Nora aterrizaron juntos en el suelo, más sorprendidos que lastimados.
Para cuando pudieron volver a enfocarse en la pelea… Garou ya no estaba allí.
Arriba en el aire, Jaune todavía trataba de procesar lo que estaba pasando.
Fue entonces cuando una mano firme lo sujetó por la parte trasera de su uniforme, deteniendo su caída abruptamente.
—¿Qué demonios…? —logró murmurar antes de girar su cabeza y encontrarse cara a cara con Garou.
El luchador de cabello plateado lo sostuvo con facilidad, observándolo con una ceja levantada.
—*Déjame ver si entiendo, —repitió Garou con un tono que no era del todo burlón, pero sí claramente escéptico. —Te autoproclamaste héroe, dijiste que ibas a arrestarme…
Jaune trató de articular una respuesta, pero antes de que pudiera hacerlo, Garou lo soltó.
Jaune cayó con un grito corto, pero la caída no fue violenta. Su Aura absorbió el impacto y solo terminó rodando un poco en el suelo antes de detenerse con un quejido.
Garou aterrizó suavemente a unos metros de él, con las manos en los bolsillos.
—Si realmente quieres ser un héroe, primero deberías asegurarte de que puedes manejarlo, —comentó con tono casual. —Ahora mismo, solo estás jugando a ser uno.
Jaune apretó los dientes y, con algo de esfuerzo, logró ponerse de pie. No quería rendirse tan fácil.
Jaune se sacudió el polvo de su uniforme y apretó los puños. Su orgullo estaba herido, pero no era solo eso.
Era la frustración de siempre, ese sentimiento profundo de que no era suficiente.
—¡No es justo! —exclamó de repente, su voz más fuerte de lo habitual.
Garou, que hasta ahora había estado observando con calma, entrecerró los ojos.
—¿Huh?
Jaune lo señaló con determinación, su rostro enrojecido por la emoción.
—¡Siempre he querido ser un héroe, como mi abuelo antes que yo! ¡Alguien que protege a los demás, que marca la diferencia!
Garou no reaccionó de inmediato, solo lo observó con una expresión neutra.
—¿Y qué? —preguntó finalmente.
Jaune frunció el ceño, sin notar cómo sus amigos lo miraban con preocupación.
Garou grito.
—¡No entiendes! Yo siempre fui el perdedor, el más débil. ¡La gente como ellos, los más fuertes, siempre han aplastado a los más pequeños! ¡Y no es justo!
La mandíbula de Garou se tensó ligeramente.
Jaune asintió con furia, sin darse cuenta de que estaba tocando una fibra sensible en Garou al mencionar a su abuelo.
—¡Pero yo no voy a aceptarlo! Estoy aquí para cambiar eso. Para demostrar que no importa cuán débil seas al inicio, puedes levantarte. ¡Puedes convertirte en un héroe! ¡Bien o mal, los niego a ambos, porque haré las cosas a mi manera!
Esa era su decicion no importaba mas iba a destrozar este lugar tanto que la humanidad y los faunos dejarian de pelear.
Nora abrió la boca para decir algo, pero Ren puso una mano en su hombro, indicándole que no interfiriera. Pyrrha observó con evidente nerviosismo.
Garou, en cambio, se quedó completamente en silencio.
Y entonces, dijo lo que debía decir.
—¡Y tú! —lo señaló directamente. —¡No eres más que un falso! Un tipo que se cree invencible solo porque no ha conocido a alguien más fuerte. Pero al final, solo eres otra patetica excusa de heroe cuando solo veo una escoria.
La atmósfera cambió de inmediato.
Ren sintió cómo un escalofrío le recorría la espalda. Nora, que casi siempre bromeaba, se quedó completamente en silencio. Pyrrha tragó saliva.
Garou cerró los ojos por un segundo.
Y cuando los volvió a abrir… su paciencia se había agotado.
—Así que crees que ouedes ser un heroe, ¿eh? —su voz fue baja, pero tenía un filo peligroso.
Jaune, sintiendo el cambio, por primera vez dudó en su determinación.
Garou dio un paso adelante, y el aire mismo pareció volverse más pesado.
—Bien, —continuó, rodando los hombros. —Entonces veamos qué tan real es tu determinación.
Jaune dio un paso atrás instintivamente.
Pero ya era tarde.
Garou iba a enseñarle una lección que jamás olvidaría.
El Puño de Agua que fluye Roca Aplastante
Garou había terminado con estos idiotas. La vista del cuerpo de Garou sorprendió a los jovenes.
"No pueden culparme por lo que les voy a hacer; ustedes eligieron este camino. Hoy me aseguraré de que no olviden mi nombre por el resto de sus sucias vidas". Garou sonrió siniestramente mientras el aire a su alrededor se transformaba en algo que ni las bestias más salvajes podrían igualar. Movió las manos con movimientos extraños y rápidos, provocando un fuerte crujido de huesos que emanaba de su cuerpo. Luego, adoptó su postura marital.
El sonido de sus huesos hizo que los cuatro se estremecieran levemente, ¿y quién no lo haría? Los cuatro se prepararon para luchar; sabían que esta persona era muy peligrosa a pesar de su numero.
"Entonces, ¿quién llega primero? ¿El caballero con armadura, el chino con armas duales, la tonta imperativa o la unica con sentido comun?", preguntó Garou.
La ira de Pyrrha la dominó y la obligó a atacar a Garou de frente. En un instante, su puño estaba frente a su rostro. Justo cuando creía que todo había terminado, Garou mostró sus monstruosos reflejos y fuerza al esquivar el golpe y contraatacar con un golpe lateral, enviando a Leone hacia el árbol junto a él. Ella tosió sangre y cayó al suelo.
"1 abajo, 3 para el final", dijo Garou con una sonrisa aterradora. Ren y los demás quedaron atónitos al ver lo rápido que pyrrha caía. Se pusieron serios mientras atacaban coordinadamente.
Ren lanzó sus disparos hacia Garou, quien los desvió con facilidad. Nora siguió de cerca los disparos de Ren con su enorme arma. Garou usó su pierna para impulsar el martillo hacia arriba y, aunque Nora no soltó su arma, perdió el equilibrio, lo que permitió a Garou lanzarle una segunda patada. Intentó bloquear, pero la fuerza de la patada de Garou la desvió.
Garou no tuvo tiempo de relajarse al notar que el rubio acorazado se acercaba rápidamente desde arriba con su espada apuntándole a la cara. Con un movimiento preciso y entrenado, desvió la espada hacia un lado y asestó un puñetazo a la cabeza del caballero, que rompió la nariz y lo envió por los aires.
Ren se sorprendió al ver lo que acababa de ocurrir. Su oponente era mucho más poderoso de lo que esperaba inicialmente. Pero mantuvo la compostura e inmediatamente tiró de sus armas, a cuchillos,
Ambos acorralaron a Garou mientras lo embestían con sus armas, pero moverse no hizo. Aun así, demostró sus aterradoras habilidades al bloquear sus golpes y asestarles varios. jaune se encontraba relativamente bien gracias a su armadura, pero Nora se ralentizaba debido al dolor causado por los arañazos y moretones que Garou le había dejado.
Como la situación ya era fastidiosa para Garou, pyrrha se recuperó de su nocaut inicial y cargó furiosa contra él. Saltó en el aire y se dirigió hacia él con una rápida patada a la cabeza, quien, a cambio, sonrió con sorna. Antes de que la patada de pyrrha alcanzara a Garou, este la atrapó en el aire y usó su cuerpo como arma para contraatacar a los dos que tenía delante.
Al ver el cuerpo de su amigo siendo usado como arma, los dos cazadores se vieron obligados a detener la embestida, lo que hizo que la sonrisa de Garou se ensanchara. Lanzó el cuerpo hacia la chica de naranja mientras usaba la otra mano para apartar al caballero.
Garou procedió a liberar sus piernas. Esto le irritó, pero aún podía mantener el movimiento de su mano. Sin embargo, de repente sintió que el peligro se acercaba. Miró a su alrededor con la luz cegándolo, pero no vio nada a su alrededor. Se dio cuenta de que el caballero había se habia escabullido, al mismo tiempo que sentía el peligro venir desde atrás.
Con un movimiento ágil y rápido, giró su cuerpo manteniendo las piernas en el mismo lugar. Garou se dio cuenta al instante de que el caballero no había desaparecido, sino que se había escabullido tras él. Garou usó su mano izquierda libre para cortar el aire donde se encontraba jaune quien gimió de dolor al ver un rastro de sangre aparecer.
Ren miró a su alrededor analizando la situación. Jaune era visible de nuevo con el hombro sangrando al igual que su nariz. Nora sufrió algunos rasguños y moretones, además de tener su arma rota. En el suelo, pyrrha gemía de dolor; tenía la pierna rota en varios sitios. Ren no supo cuándo ni cómo Garou lo hizo.
Garou se cansó y tomó a la molestia rubia y prosiguió a golpearlo una, dos, tres, cuatro,. Su mano izquierda lo mantenía en su lugar y la derecha solo se movía. En rápida sucesión, los nudillos crujieron con el aura y, al final, con el cráneo, dejando feos hematomas.
golpe
patético
golpe
falso
golpe
Inútil
golpe
estos cabrones dejaron de ser niños cuando empezaron a crear héroes en masa en escuelas y academias, haciendo una ilusión de prosperidad cuando todo lo que veía era corrupción y estupidez.
La pelea no duró nada.
Literalmente, nada.
Jaune temblaba por miedo, por la abrumadora realidad de la situación.
Garou ni siquiera estaba usando todo su poder.
Él, Pyrrha, Ren y Nora eran cazadores en entrenamiento, pero aquí estaban, derrotados sin esfuerzo.
Garou se acercó lentamente, su mirada afilada.
—¿Y bien? —preguntó con calma. —¿Eso es todo lo que tiene un "héroe"?
Jaune apretó los dientes o lo que le quedaba de dientes, pero su cuerpo apenas respondía.
—Tú… —intentó hablar, pero Garou lo interrumpió.
—Dices que quieres ser un héroe, —continuó, su tono neutro pero con un peso aplastante. —Pero todo lo que haces es repetir las mismas palabras vacías que has escuchado de otros.
Jaune sintió que su estómago se hundía y no solo por el rapido golpe que le saco el aire e hizo sus pulmones gritar.
—No eres fuerte, —prosiguió Garou. —No tienes habilidades reales. Y sin embargo, actúas como si el simple hecho de decir que eres un héroe hiciera alguna diferencia.
Jaune intentó levantarse, pero Garou lo empujó con un dedo, haciéndolo caer de nuevo.
—Un héroe no es alguien que solo habla, —dijo Garou, su voz con una mezcla de frustración y desdén. —Un héroe es alguien que demuestra con sus acciones que es fuerte.
Y el derribaria a dicho heroe.
Jaune sintió su garganta cerrarse por la mano que apretaba.
—Pero tú… —Garou se inclinó un poco, mirándolo directamente a los ojos. —Tú solo eres alguien jugando a ser un héroe.
Silencio.
Pyrrha, Ren y Nora intentaron levantarse, pero sus cuerpos no respondían.
Jaune sintió un peso enorme caer sobre él.
Garou lo estaba atacando físicamente en este momento.
Y sus palabras dolían más que cualquier golpe.
Porque, en el fondo…
Sabía que Garou tenía razón.
Cuando el equipo JNPR despertó, lo primero que sintieron fue el dolor en cada músculo de sus cuerpos.
Lo segundo, fue la sensación de estar en una camilla en la enfermería de Beacon.
—¿Qué… qué pasó? —murmuró Jaune, su voz ronca.
Pyrrha, acostada en la camilla de al lado, miró el techo con una expresión de derrota.
—Nos enviaron de regreso… —susurró.
Ren y Nora también estaban allí, vendados y con compresas de hielo en varias partes del cuerpo.
Fue entonces cuando notaron el sobre sellado en la mesa de al lado.
Glynda Goodwitch, con su usual porte estricto, estaba de pie junto a Ozpin, sosteniendo la carta con expresión seria.
Con un suspiro, Ozpin desdobló la nota y leyó en voz alta:
—"Si vuelven a enviar a más cazadores, los regresaré en una pila con el espíritu roto."
El silencio llenó la sala.
Jaune cerró los ojos con frustración.
No solo fueron derrotados… sino que su derrota fue usada como advertencia para todos los cazadores en entrenamiento.
Y lo peor de todo… funcionó.
El Efecto Garou
Las academias de cazadores en los distintos reinos optaron por una estrategia diferente.
En lugar de seguir enviando a jóvenes cazadores a desafiar a Garou… dejaron de intentarlo.
Las misiones peligrosas disminuyeron. Se enviaban menos estudiantes a patrullar ciudades en busca de amenazas.
Garou no buscaba pelear con ellos.
Pero si lo desafiaban… los dejaba completamente derrotados, no solo en cuerpo, sino en espíritu.
Y así, el miedo comenzó a expandirse.
Pero lo que realmente sacudió a Ozpin no fue solo la amenaza directa de Garou a las academias.
Sino los rumores.
Desde las sombras, llegaron susurros.
Primero, se decía que los Grimm ya no respondían como antes.
Que algo—o alguien—estaba imponiendo su voluntad sobre ellos.
Luego, los rumores se volvieron aún más salvajes.
—Dicen que Salem… —Glynda vaciló, como si no pudiera creer lo que estaba a punto de decir. —…está siendo domada por Garou.
Ozpin dejó la taza de café en la mesa con un ligero "clink".
Su mirada se oscureció.
—Eso… es imposible.
Pero en el fondo, no estaba tan seguro.
Si Garou había demostrado algo, era que las reglas normales no se aplicaban a él.
Y si Salem, la inmortal líder de los Grimm, realmente estaba siendo influenciada por su presencia…
Entonces todo lo que Ozpin pensaba sobre el equilibrio del mundo estaba a punto de cambiar.