Sakura Haruno era una experta en navegar en ciertas páginas porno, de hecho, hace algunos años se había hecho popular en una de ellas debido a su contenido, siendo reconocida anónimamente como "Kotě" satisfaciendo placeres en el BDSM, en realidad había entrado a esas páginas por mera curiosidad.
Cubría su identidad precisamente con una máscara de Gatúbela que había adquirido en una salida en Halloween, su cabello era corto de un llamativo color rosa pastel, lo trenzaba para que se ocultara bajo la máscara. En la vida real era raro encontrarse con una mujer de cabello rosa natural, especialmente si era una doctora.
Amaba su cuerpo, pechos pequeños y redondos, delgada y unas piernas esbeltas, además ella misma era fanática de su trasero así que solía lucirlo por eso sus vestuarios solían ser diferentes siempre, pues esa era la temática, podía llevar simplemente un top con correas por todo su cuerpo o un lindo disfraz que no dejaba nada a la imaginación.
Sin embargo este día había despertado un poco desanimada a lado de su mejor amigo Kiba Inuzuka, un lindo castaño de piel bronceada que vivía de hacer ejercicio hasta explotar y visitando sus diversas veterinarias o refugios que el mismo controlaba. El solía ayudarla en los papeles de DS.
Recordaba el primer día a la perfección, estaban hablando de aquel libro "vendedores perros" que por fin había adquirido por correo esa mañana llamándose a si mismo pertenecer a la raza pitbull debido a su carácter duro, directo, sin miedos y obviamente un tipo legendario, Sakura lo admitía, Kiba era un tipo con sus ánimos tan explosivos, risueño y tomando decisiones un poco alocadas pero que de alguna manera funcionaban. Aún así para la pelirrosa el chico no era más que un Golden retriver. Serena y de manera retadora dando un sorbo a su té de esa mañana adquirió su permiso para demostrarle lo contrario, Kiba ya tenía conocimientos previos a su identidad por la red y sus prácticas así que aceptó. Lo llevo al espacio de su casa para comprobarle que estaba realmente equivocado y que debía tener algo de empatía por otras personas y no solo por los animales. Lo que hizo fue sencillo, nada que lo fuera a asustar y que a la vez perdieran la amistad de 8 años que tenían.
El juego empezó cuando el trato de tomar el papel de dominante una vez en la habitación esposando una de sus muñecas y arrastrándola hasta la cama.
Sakura debía educar al pequeño y creído "pitbull" así que fue más rápida lanzandole a la cama y con el extremo libre de las esposas atrapo su muñeca atorando la cadena en un pequeño gancho de la cabezera.
Ya no podía ir por juguetes o sogas, así que se las arreglo con su tacto y palabras.
Al final Kiba demostró estar al servicio de la pelirrosa suplicándole por caricias y cariños. Justo como hacía el Golden "operando con la creencia de que cuánto más des a tus prospectos, más te querrán, rogando por la oportunidad de ofrecer más favores"
Desde ese día comenzó a participar con ella con las condiciones acordadas.
-¿En que piensas?.- Susurro en su cuello Kiba recién despierto acariciándole la piel desnuda de sus hombros.
Ella cambio la dirección de sus ojos en el techo color gris hasta los ojos negros de su amigo y acepto unos cuantos besos.
-¿Seré capas de controlar a otras personas como otros dom?- le dijo la pelirrosa nuevamente a mirar el techo.
Kiba quien ya se había acomodado sobre ella repartiendo besos por su cuello aferrándose al cuerpo blanquecino de ella levantó la cabeza con un gesto de sorpresa.
-¿Quieres dominar a otros? ¿No te basta con llevar el control del hospital?
Ante este comentario Sakura soltó una risa y se aferró a los hombros del moreno.
-¿Me... Vas a remplazar?.- volvió a preguntar con voz un tanto quebrada.
Y es que Kiba tenía un secreto, había roto una de las condiciones más importantes con respecto a su relación, eran mejores amigos, claro que sí, y dentro de la otra habitación eran D/S pero muy aparte de todo eso, Kiba se había enamorado. Al principio creyó que era momentáneo y se le pasaría, después de un tiempo tuvo algunas novias al igual que Sakura salió con algunos chicos. El sentimiento jamás desapareció, al contrario, debía decírselo a ella pero por alguna razón quiso comprobar si ella no sentía lo mismo por el, un minimo detalle que le indicara que la pelirrosa podría estar enamorada también. Nada. Y para ese entonces era muy tarde para alejarse, no podía, no quería.
- Últimamente me he fijado en el tipo odioso con el que tuve que colaborar para una operación ¿Lo recuerdas?.- la voz de Sakura fue la misma que utilizo con el el primer día, emocionada.
Kiba recordaba al "tipo odioso" rubio de ojos increíbles color azul, solía verlo seguido por el gym, pero nunca le saludo, demasiado tonto a su parecer.
¿Sakura lo cambiaría por ese?
-Lo recuerdo.- respondió gélido, de nueva cuenta en su cuello comenzando a acaticiar.
-Bueno, la otra noche que hicimos guardia tuve un rato a solas con el en mi oficina.
Succionó con un poco de fuerza la piel de la costilla derecha y acariciaba su entrada.
No quería imaginarse a Sakura con aquel rubio a solas, hablando de quién sabe que cosas. ¿Porque rayos se habían quedado solos?
-Y lo hicimos ...- soltó acariciándole los cabellos.
A Kiba se le tenso todo el cuerpo cuando escucho eso, algo en su interior estaba pidiendo a gritos reclamarla como suya. Pero lo que hizo fue acomodarse a su lado fingiendo atención.
- La cosa es que... Me dijo que quería intentar algo nuevo conmigo, le dije que si y...- Sakura se levantó emocionada, como una niña que acababa de recibir un perrito como regalo, se acomodo sobre sus codos y el castaño ya se estaba haciendo a la idea de lo peor "Kiba, me enamoré" "Kiba, el va a ser mi nuevo sumiso" "Kiba..." - ¿te gustaría tener un compañero?
En pocas palabras el hombre no se esperaba eso, ¿Sakura Haruno pidiéndole un trio? ¿Verdad? ¿Se le llamaba así en el BDSM? ¡Que rayos!
Y para colmo con el idiota rubio ese.
Su mejor amiga se monto sobre el y juntó las palmas suplicante, con ojos brillosos. Amaba esa cara.
-Yo...
***
De rodillas, completamente desnudo frente a frente con el otro tipo en espera de la primer orden de la mujer, se preguntaba ¿Porque había accedido? Ella había lanzado más palabras para convencerlo "es bisexual igual que nosotros, un poco más gay que hetero" "estarás bien" y otra de ellas que fue "te lo recompensare con lo que desees" terminaron por arrebatarle un SI de sus labios.
Ya estaba duro, lo admitía (y se veía), Sakura no llevaba su máscara debido a que no transmitiría como otras veces, su cabello se acomodaba a un costado de su rostro de manera sensual, vestía simplemente la gabardina obscura del rubio, Naruto, unas botas de tacón alto ajustándose perfectamente hasta sus piernas color negra y una tanguita de encaje del mismo color. Los colores le lucían perfectos esta vez incluido el jade de sus ojos. Y como el, Naruto también la había notado, sumándole la tensión sexual de probar con un nuevo integrante.
- Bescense .- ordenó por fin
Naruto fue el primero en moverse, le tomo del rostro y se acercó pegando los labios en un beso lento, Kiba por su lado, aún se movía dudoso.
-Vamos, pueden hacerlo mejor.- entonó de manera cautiva
El castaño acaricio las caderas de Naruto y lo acercó más a el subiendo el tono del beso.
Sintieron ambos la caricia de unas tiras de cuero sobre sus abdomen bajando lentamente hasta llegar a sus miembros erectos. Los acomodo de manera que se frotaran.
-Mhn.- soltó el Naruto, se dejó caer hasta su hombro izquierdo llenándole de besos. y Kiba busco la mirada de la pelirrosa, sonreía satisfecha con lo que veía pero sin duda a la espera de algo mejor, al fin y al cabo iban empezando.
Se levantó de su lugar y se agachó un poco cara a cara con Kiba.
- Acaricien...- susurro soltando un lametón en los labios de Kiba volviendo a quedar de pie.
Las manos del moreno se aferraron a las nalgas del rubio y comenzó a succionar, dejándose llevar por las instrucciones e instintos igual que Naruto.
-Vamos Naruto, quiero verlo.
Kiba estaba sumergido en lo suyo que no presto atención a lo que se refería la pelirrosa hasta que sintió los dedos de el en la punta de su pene, acariciando el largo y después el grosor,
-Ahhh...
El castaño no se queria quedar atrás, sin embargo, sabía que necesitaba el permiso de su amiga, la vio sentada en la cama con sus manos acariciándose y los ojos brillantes sobre ellos, sus piernas se abrieron un poco y guío sus manos hasta su vientre, rápidamente Kiba se imagino besando su piel como tantas otras veces lo había hecho, imagino que hacía lo mismo con la piel del rubio, guío su mano como ella hacia, separando un poco las piernas de el para meter su mano entre sus nalgas, acariciándole como se autoacariciaba ella.
El primero en llegar al climax fue Kiba, se corrió sobre el abdomen y piernas del rubio.
-Acuestalo aquí.- pidió ella después de un rato palmeando el centro de la cama.
Naruto le ayudo a llegar ahí, vio cuando Sakura acaricio su espalda susurrando a Naruto, este se acomodo sobre Kiba y comenzó a masturbarse.
Las manos blancas de Sakura aparecieron en las caderas de Naruto.
-Estas listo.- dijo susurrandole al oído.
Kiba iba a intervenir cuando volvió a sentir los dedos del rubio en su miembro y sus nalgas pero Sakura se aprisiono los brazos y comenzó a besarlo. Mientras Naruto cabalgaba
Tenía un va y ven de emociones, en ese instante con Sakura y Naruto sobre el placer, el amor que sentía por ella también estaba ahí.
El siguiente en correrse siguiendo las órdenes de la pelirrosa fue Naruto pero el no se derrumbó como había hecho Kiba hace un rato sobre el, si no que se atrevió a atraer a Sakura y besarla apasionadamente. Y entonces volvieron los celos.
Guiado por algo, levantó medio cuerpo y alcanzo los labios de aquellos dos uniéndose en aquel beso.
Muy aparte de todo eso Sakura se alejo un poco guiándose hasta la clavícula de Kiba y soltó una pequeña pinza en su pezón, era un castigo.
-No vuelvas a hacer eso.- Le susurro empujándolo a la cama.- Extiende tus manos.- le ordenó.
Kiba no quería hacerlo, sabía lo que había hecho, su castigo no le dejaría tener a Sakura como quería, y la vería con el rubio.
-Sakura, no...
Ella lo miro traviesa siseando deteniendo su actividad con las muñecas y las cuerdas. Había cometido otro error
-¿Me has llamado amistosamente?, ¿no te enseñe a respetarme estando aquí?.
Una rápida mirada de reojo a Naruto le indico que volviera a moverse sobre el
-Disculpeme...- trato de hablar, estaba hecho, sus manos estaban atadas sobre su cabeza, y Sakura ponía otra pinza en el otro pezón.-No...No vol...volverá a ocurrir "mi amo".-
-Esperemos que no pequeño.- soltó un lametón en la pinza que había colocado primero.
-Ahh... Hmmg...
-Chupalo.- volvió a pedir. La mano de Naruto se extendía hasta el junto a la de Sakura guiando dos dedos a su boca. Kiba volvió a dudar pero estaba inundado de caricias que lo hizo, chupo los dedos del rubio como ella esperaba.
Ella se quito la gabardina dejando ver, por fin, su piel desnuda, cruzo la pierna por su abdomen quedando frente a frente con Naruto, luciendole sus nalgas respingonas, Kiba estuvo atento a los dedos que había chupado
-Los quiero dentro de mi.-
Ansiosos, el rubio rodeo a la pelirrosa con sus brazos y vio como le obedecía, sus dedos entraron despacio, hasta el tope y empezaron a hacer su trabajo.
Con Naruto y Sakura sobre el, los tres siendo estimulados de diferente manera pasaron un buen rato. Solo hasta que Sakura le impidió a Naruto seguir moviéndose sobre Kiba y los únicos que llegaron al orgasmo fueron ellos dos.
-Has sido un niño muy malo.- le Murmuro ella besándole la frente, las mejillas acomodándose para Naruto.-¿Crees que no sé tú secreto?
Kiba quedó atónito, su mente estaba nublada de placer y celos por Sakura, cuando ella le susurro aquello último solo pudo llegar a su mente el amor que sentía por ella. ¿Se había enterado? ¿como?
Esta vez fue el turno de Naruto llevar cierto control sobre el cuerpo de Sakura, estaba ya algo cansado, ella había hecho bien su trabajo sobre ellos un buen rato, pero aún podía tocarla también, la penetró muy despacio, como se lo había pedido mientras ella jadeaba sobre los labios de Kiba susurrandole cosas.
-Has estado enamorado de mi ¿Verdad? Dímelo Uhhh...-
"Si"
-Yo...
-Seguramente no soportas que alguien más me toque, ¿No es así?
"Quiero romperle esa linda carita cariño"
-Ahh... Ahhh...¿Estás, celoso?.- jadeaba acariciándole los labios con los suyos. Quería responder pero una de sus manos le sello los labios y la otra comenzó a masturbarle
-Ese...es el plan ahh.- rebeló con ojos sumergidos en un sueño.
***
Después de un rato, no supo en que momento se quedó dormido después de correrse varias veces, estaba solo sobre la cama.
Kiba se levantó por fin, libre de ataduras, pinzas o cuerpos sobre el inmovilizandole. Le gustaban los juegos de Sakura, pero esa noche había decidido que ese sería su límite.
Había confirmado por fin que ella no lo amaría igual que el, y había accedido a ese juego para verla con otro, era como una especie de castigo del cual había temido hace meses.
Se levantó tembloroso, ya había amanecido, Sakura seguramente ya se había ido a trabajar junto con el rubio. Ya no tenía nada que hacer ahí.
Camino despacio hasta su ropa y se la puso, el silencio de la casa lo hizo sentir extraño.
-Estas despierto.
Escucho mientras cruzaba la sala. Era ella, Sakura estaba ahí mirando a la ventana.
-Me voy, tengo cosas por hacer.- le dijo con voz hostil.
Estaba enojado con ella, y triste y...
-No lo harás.
Kiba frunció el ceño al escuchar aquello.
-Te recuerdo que ya no estamos en esa habitación...
Ella se giro y camino hasta el con prisa.
- Necesitamos hablar.
-No tengo nada de que hablar contigo, todo quedó claro anoche.- soltó tratando de sonar áspero y abrir la puerta de la salida. No necesitaba que lo volvieran a rechazar.
Sakura se lanzó a la puerta y la cerro antes de que el pudiera salir.
-Ni siquiera me has preguntado sobre mis sentimientos.- Sakura lucía realmente débil este día, Kiba nunca la vio así de mal.
-¿Y qué sientes Sakura? Rompí la regla, y recibí mi merecido anoche, llegué a mi límite gracias a eso...
-¡Tambien te amo!
-...
-Admito que lo de anoche fue idea mía, una muy mala, fui egoista, pero yo... Estaba confundida, quería comprobar que era lo que sentía en realidad... Y... Y yo...
***
(Final abierto)