3 parts Ongoing Los gritos de agon铆a rasgaban el aire, penetrando en los o铆dos de cualquier individuo como si de cuchillas afiladas se tratase. La terror铆fica realidad se desplegaba ante nuestros ojos sin piedad. Aquellas abominaciones devoraban todo a su paso, sin distinci贸n ni clemencia, alimentando su hambre insaciable con la carne de inocentes y saciando su sed con la sangre que yac铆a en la superficie del concreto.
El asfalto se te帽铆a de un macabro tapiz de muerte, donde los cuerpos destrozados y mutilados permanec铆an como ofrendas grotescas a estas criaturas repugnantes. Su aspecto nauseabundo y retorcido parec铆a ser una manifestaci贸n f铆sica de nuestros peores temores, como si las m谩s horrendas pesadillas hubieran cobrado vida.
Se rumoreaba que estos "monstruos" eran engendros nacidos de la ira de la propia naturaleza, una respuesta violenta y despiadada contra la enfermedad que la humanidad hab铆a infundido a lo largo del tiempo. Otros aseguraban que eran creaciones del dios en el que afirman creer, entes malignos que imparten un castigo divino a todos los pecadores que habitan en este mundo condenado.
El miedo se hab铆a convertido en un carcelero implacable, aprisionando a las masas en un estado de p谩nico incontrolable. La desesperaci贸n se apoderaba de cada paso, de cada intento desenfrenado por escapar del inevitable beso de la muerte.
Sin embargo, detr谩s de este oscuro tel贸n de horror, se ocultaba algo m谩s siniestro. Alguien, un ser maligno y despiadado, manipulando los hilos de esta pesadilla, orquestando el caos y la destrucci贸n desde las sombras. Era un ser anhelante de poder y control, que se deleitaba con el sufrimiento y la desesperaci贸n de sus v铆ctimas.
La verdad, m谩s aterradora que cualquier atrocidad que caminara por las calles, se dejar铆a revelar lentamente, poniendo en claro que nuestras tontas esperanzas de sobrevivir y encontrar una salida eran parte de un sue帽o ef铆mero del que pronto deb铆amos despertar.