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En una tierra donde la fuerza lo es todo, nació un niño más frágil que sus pares, pero con un destino más grande que todos ellos. Julio Mormont, primogénito de Jorah Mormont y de su primera esposa, una dama de la Casa Glover, entregada en matrimonio por orden del viejo Jeor Mormont, vino al mundo en medio del deber, no del amor.

Mientras los cantos del Norte celebraban nacimientos de futuros guerreros, el llanto de Julio fue tenue, casi un susurro. Era un niño más débil, más callado, más... distinto. Para algunos, una decepción. Para otros, apenas una nota al pie en el linaje del Oso.

Pero Poniente, con todos sus tronos, dragones y sombras, jamás entendió que los verdaderos cambios no siempre vienen con acero en mano o rugidos de guerra. A veces, comienzan con pasos suaves, miradas ocultas y corazones rotos.

Criado entre muros fríos y expectativas aún más gélidas, Julio creció sin gloria ni escudo, ignorado por un padre que pronto partiría al exilio, y por una madre que se apagó demasiado pronto. Pero las raíces del Norte son profundas, y en lo más hondo de su alma, algo empezaba a crecer. Algo antiguo. Algo poderoso.

El mundo no lo esperaba. Pero él vino igual. Y hará cosas que nadie imaginaría... y que otros ni siquiera se atreverían a soñar.

Julio Mormont. El Hijo Silencioso. El heredero que nadie pidió, pero que cambiará el destino de los vivos... y de los muertos.
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