Hacer como que no duela,
maquilar las heridas.
Que no sangre la tinta,
que no lluevan las palabras.
Hay que enlazar el alma,
vendarla y esconderla.
Ponerla a reparo
de las exigencias.
Errante andarás un tiempo,
con el dolor como sombra.
Mientras la vida se niega
a extinguirse entre las grietas.
Desde un brote verde insurrecto
se plantará otra vez la vida.
Y con su fuerza inesperada,
alzará el alma hacia la luz