???? ?? ? jakehoon

Maratón 1/4

— ¿hoy irás a mi casa? — preguntó el castaño mirando al más alto.

Estaban en la cafetería de la escuela sentados uno frente al otro. A ambos jóvenes les gustaba juntarse de vez en cuando en el receso, separándose un poco de sus amigos para saber de lo que se habían perdido en el tiempo que no estaban juntos.

Jake comenzó a pensar que el más pálido iba seguido a su casa. Tal vez ya no le gustaba ir y probablemente se había cansado de ir todo el tiempo.

— no lo sé, Jakey— hizo una mueca — tengo tarea.

— ¿de qué? tal vez te pueda ayudar — sugirió el más bajo, mirando al contrario expectante.

— biología

— ¡amo ésa materia! seguro terminamos antes, créeme.

Sunghoon asintió sonriéndole a Shim .

💌

— creí que íbamos a terminar antes — se burló el menor, con una ceja alzada.

Se encontraban en la casa de los Park, en la habitación del peligro. Estaban acostados en el piso, llevaba tiempo que Jake no visitaba la casa de Sunghoon por lo que el último decidió invitarlo. Además, su madre, Joohyun, hace días no dejaba de preguntar por su amigo de cabellos castaños, por lo que creyó que sería buena idea invitarlo.

— ¿a mí me echas la culpa? — contraatacó Shim. Colocando su mano en el pecho, indignado — ¿quién comenzó a besarme de la nada?

— ¡no es mi culpa que tu boca sea adictiva, ¿si?! — se defendió, rodeando los ojos divertido.

Jake se mantuvo en silencio por un momento sin saber qué decir. Sus mejillas comenzaban a arder.

Se había sonrojado y quería morirse ahí mismo.

Odiaba a Park Sunghoon.

— al diablo la tarea — habló Jake después de una larga pausa, haciendo un movimiento despreocupado con la mano. Y se acercó al menor, besándolo, quien le correspondió en seguida.

La habitación comenzaba a llenarse de chasquidos provenientes de ambas bocas. Sunghoon se separó un poco, se sentó recargándose en la cama y jaló al mayor, sentándolo en su regazo, este rodeó sus piernas alrededor de la cintura del peligro y lentamente fueron cortando la distancia entre ambos hasta que estuvieron lo suficientemente cerca para que Park pudiese juntar ambas bocas y besarse una vez más.

— nunca más dejaré que me acompañes cuando haga tarea — bromeó el alto al haberse separado un poco y ambos jóvenes rieron levemente.

Luego volvieron a besarse, porque jamás les era suficiente. Disfrutaban sentir la boca del otro sobre la suya.

Shim profundizó el beso colocando sus manos en la nuca de Sunghoon mientras jugaba un poco con sus cabellos. El menor, por su parte, rodeaba la cintura del castaño acortando la distancia entre ambos cuerpos.

La temperatura comenzaba a subir, sus besos ya no eran suficientes, por lo que Sunghoon se volvió más brusco y Jake intentó seguirlo. Parecía que Park quería tener el control.

Las manos del pelinegro subían al abdomen del menor de estatura, acariciando bajo la camiseta que usaba. Luego subió a sus pezones donde jugó con ellos a su antojo.

— S-Sunghoon — dijo Jake entre gemidos.

El aludido comenzó a besar el cuello del más bajo dejando pequeños chupetones en este. No iban a tardar en desaparecer, de eso estaba seguro.

Cuando el más alto iba a acercarse de nuevo a la boca del de castaño, una voz los interrumpió.

— Sunghoon, mamá.. — no terminó la oración pues había visto la posición en la que el se encontraba con su amigo, quienes lo miraban atónitos.

No había vuelta atrás, el hermano del aludido los había visto. Sin embargo, al salir de su trance, Jake en seguida se quitó del regazo de Park.

— mierda, Serim — gruñó — ¿qué no sabes tocar la puta puerta?

— ¿ustedes están...? — los señaló, dejando la pregunta en el aire. Ni siquiera hubo necesidad, ambos amigos habían entendido aquella pregunta a la perfección.

— eso no es de tu incumbencia — ladró el más alto de los tres — y ni una palabra de esto a mamá, ¿de acuerdo? — advirtió.

Serim alzó las manos rendido.

Una vez más, el corazón de Jake se había roto un poco.