De mi cabeza al cielo

                                                  Canción: Girl on fire -  Alicia Keys

Fuego.

Estaba segura de haber roto los dedos de Abby, pero en este momento, no me importaba. Mi atención estaba en el campo, justo cuando el equipo llevaba ventaja en el marcador, pero, aun así, todo podía pasar en estos pocos minutos que quedaban.

Seguí con la mirada a Lucas corriendo a toda velocidad a la zona de anotación, pero fue tacleado justo antes de llegar. La aguda inhalación de Abby me decía que estaba preocupada, pero eran cosas que pasaban, gajes del oficio como solía decir Brad.

Aun así, no podía quitarme del cuerpo la preocupación cuando eran golpeados por cien kilos de puro músculo.

Los del equipo contrario, hicieron su jugada, pero tampoco pudieron anotar, porque el que llevaba el balón, fue interceptado por uno de los nuestros, no lo conocía, pero estaba agradecida.

Ahora los chicos tenían que planear su siguiente movimiento. Brad se encontraba en el centro, dando indicaciones a diestra y siniestra. Él era el líder, y sin duda, el equipo confiaba en él.

—Pueden hacerlo, lo tienen en la bolsa— dijo Abby a mi lado, pero noté cierto nerviosismo en su voz.

Asentí efusivamente.

– Claro que lo tienen

Tracy gritaba a todo pulmón. Se había vuelto una rutina ir a los partidos juntas. Esta vez, no la acompañaba Noah.

Los chicos a mi alrededor gritaban apoyando al equipo, me uní dando unos cuantos brincos, era imposible que la euforia no se me pegara.

Se acomodaron en sus lugares. Cuando el silbato sonó, el balón llegó a manos de Brad, quien rápidamente corrió a un lado y buscó a un receptor libre, y como siempre, su mente unida a la de su mejor amigo, Lucas apareció en su línea de visión.

Contuve la respiración al verlo. Brad llevó su brazo hacia atrás, lanzando el balón en perfecta sincronía, cayendo directo en las manos de Lucas, quien corrió zafándose de un jugador que iba directo a él, luego, Sean apareció y le quitó a otro del camino. Lucas corrió más rápido y llegó a la zona, el estadio entero se levantó y rugió al presenciar la anotación.

Mi corazón latía a mil por hora, grité por la alegría, mientras que Abby casi se desmayó a mi lado por la emoción que la invadió.

Pero mi euforia no solo se debía a eso. Sonreí grande cuando vi a Lucas señalar al lugar donde nos encontrábamos en las gradas, después, se llevó la mano al corazón y acto seguido, la levantó al cielo.

Era para mí. Me lo había dedicado y no podía estar más entusiasmada, y enamorada. Este hombre se había llevado mi corazón, para repararlo y darme el suyo.

Ganamos el partido, y digo ganamos, porque era parte de la universidad, tenía el derecho de decirlo.

Ahora Abby y yo esperábamos a los chicos, justo en frente de donde se supone que deben de salir. Había una multitud alrededor, aclamando a los chicos que habían conseguido ganar.

Primero salieron unos tipos que conocía solo de vista. Reconocí al chico que me había ayudado a darle el mensaje a Lucas ese día.

Después salieron nuestros chicos. Abby corrió empujando gente sin siquiera preocuparse por eso, y se lanzó a los brazos de Sean, quien la atrapó enseguida y estampó un beso en sus labios.

Me abrí paso como pude, tratando de llegar hasta ellos, porque yo también quería atención, tal vez quería recibir el mismo trato que mi amiga, pero proviniendo de otra persona, pero sabía que eso no iba a suceder, todavía.