THE FEAR ━━ LUMITY BETA.

O1. LDN.

—No le vamos a pagar un millón a esa persona, ni sabemos quién es.

—No, pero podemos hacer algo más.

—¿Qué se te ocurre?

Aquel de cabellos castaños volteó a la mesa de su escritorio, en donde se encontraba una foto enmarcada de él junto con otra mujer, su mejor amiga de toda la vida. En la fotografía se veían jóvenes, con los cabellos de ella aún de un color zanahoria brilloso, el cual fue decolorado a gris cuando apenas se le comenzaron a ver las primeras canas.

Odalia miró la foto igual y bufó, ella odiaba esa foto. Agarró el marco por arriba y lo recostó sobre la madera de la mesa para no ver a ninguno de los dos.

—Odalia, Edalyn puede ayudar —insistió él.

—Ajá —el disgusto en su voz era palpable.

—Me estás pidiendo una solución y te la estoy dando, ¿qué más quieres?

Odalia calló por unos segundos.

—Todo.

Dio una vuelta sobre sus talones y salió del estudio.

[ 害怕 ]

—¡Alador! —exclamó con alegría aquella mujer de cabello canoso, abriendo ambos brazos en espera de un abrazo.

Alador, tan sereno como siempre, se abrió paso por la desordenada oficina de su mejor amiga, tratando de esquivar objetos en el suelo para evitar caer de bruces al piso.

—Edalyn —respondió el saludo, sólo que con menos entusiasmo. No había forma de estar entusiasmado en ese momento.

La mujer notó el ánimo e inmediatamente cruzó sus antes abiertos brazos.

—¿Quién se murió o qué?

—Si no me ayudas, yo.

Edalyn carcajeó suavemente, pasando sus manos a sus caderas.

—¿Ayuda con qué? —sonaba engreída —¿Problemas con Lalia?

—Odalia —corrigió el apodo —. Y sí, pero peor.

—Ish, ¿qué pasó? —tomó asiento en la mesa de su escritorio, ladeando su rostro preparada para prestar atención.

—Amelia.

—Ah, ¿por el video?

—¿Ya lo viste? —se cubrió el rostro de la vergüenza.

—Pfft, ¿quién no?

—Dios mío —giró con su mano la silla de piel para poder sentarse, dejando caer su peso en respaldo y echando la cabeza hacia atrás, aún sin descubrirse la cara —¿Está muy mal?

—¿No lo has visto? —ladeó el rostro al otro lado.

—No he querido —cruzó sus brazos, mirando a Edalyn a la cara —. Según Odalia, está horrible.

—Meh, hay peores —barrió la situación con indiferencia —. Raine, Boscha, Lilith... ellos hicieron alborotos más vergonzosos. No me sorprende que Amelia haya explotado, iba a pasar eventualmente.

Alador arqueó su ceja ante el comentario.

—¿A qué te refieres con eso? —inquirió, preparado para ponerse a la defensiva.

—Sabes muy bien a qué me refiero —frunció el ceño, y Alador se encogió en su silla culposo; sabía a lo que se refería. Edalyn suspiró —. Lalia es tan complicada, compadezco mucho a tus hijos.