?Limón?-(Kookmin/Jikook)- FINALIZADA.

A Jungkook le sabía demasiado mal haber metido a Jimin en aquel desastre y aunque se arriesgaba a que lo mandase a la mierda en cuanto apareciese frente a él, hizo acopio de fuerzas y habiendo llamado a "The King" y que Yeji le comunicase que Jimin no trabajaba hasta la tarde aquel día se montó en su Mercedes y condujo hasta casa de los Park esperando que el bailarín se encontrase allí.

Taehyung se había comprometido a suplirlo en la oficina mientras él trataba de solucionar la que se había armado; tuvo que sortear a algunas personas que supuso que eran de la prensa al salir del edificio de la empresa y cruzaba los dedos para que nadie supiese de la ubicación de la casa de Jimin.

Aparcó algo lejos, por si alguien ataba cabos y terminaba metiendo en lodo hasta más hondo al bailarín sin quererlo. Caminó con rapidez, agradeciendo que a esas horas no había mucho movimiento por aquella zona y empujó la puerta del edificio ya conocido, que aún seguía sin cerrar, y subió los escalones casi corriendo.

Se plantó frente a la puerta, clavó los ojos en el felpudo de flores escogido por la señora Park y trató de controlar la respiración antes de llamar al timbre. Rascó su nariz, se arregló un poco el pelo y estiró su camisa blanca metida dentro del pantalón.

Pulsó el timbre y se alejó un poco de la puerta, para que cuando quien estuviese en la casa se asomase a la mirilla viese que era él. Deseó que estuviese Jin o Misook, pues así estaba seguro de que no se quedaría plantado en la puerta, pero se dijo a sí mismo que él se lo había buscado, una vez más, si Jimin no quería hablar con él.

Para su sorpresa se escuchó el cierre interior de la puerta y ésta se abrió dejando asomar la cabeza de su antiguo mejor amigo por el hueco. Jimin miró a los lados, al hueco de la escalera, como si temiese que alguien pudiese haberlo seguido.

—Estoy solo, no te preocupes.

Los ojos del más bajo se posaron de nuevo en él y se mantuvo callado por unos segundos que a Jungkook le parecieron eternos, finalmente bajó la vista y abrió la puerta del todo, dándole a entender que podía pasar.

Jimin cerró tras él y ésta vez no colocó el seguro, el alto supuso que estaría solo en la casa.

—Te estuve llamando, pero tu teléfono aparecía como apagado y no estabas en la academia.—Comenzó a decir Jungkook siguiendo a Jimin hasta el interior de la pequeña cocina.—No quería decir nada antes de hablar contigo, pero nuestro abogado...

—Leí tu entrevista.—Lo interrumpe Jimin probando después de soplar el cucharón un poco del guiso que estaba haciendo.—Está bien, es lo que yo hubiese dicho.

Solo eran antiguos amigos, sí, es cierto que discutieron en la adolescencia pero ahora son adultos y arreglaron sus diferencias.

Cabía destacar que el artículo que leyó recalcaba que el futuro heredero insistía en asegurar que nada de lo que se le acusaba a Jimin era cierto. En cierto modo agradecía el detalle infinitamente.

El más alto dejó caer sus hombros, hasta ahora no se había dado cuenta de que mantenía los músculos tensos, probablemente porque esperaba que el otro lo echase a patadas de su casa o le dijese que se lo había dicho y que por su culpa ahora estaba en boca de media Corea.

—Igual hubiese preferido haber hablado antes contigo.—Aseguró apoyando las manos en la encimera de granito gris y mirando la nuca del chico que cocinaba en pijama.—Lo siento mucho, Jimin, jamás pensé que fuese a ocurrir ésto.

Jungkook se sentía verdaderamente mal, a él lo habían etiquetado de muchas cosas que no era y eso podría afectar a la empresa, pero los calificativos con los que otorgaron a Jimin eran mucho peores que los de él.