Lee Felix había cumplido con todos los estándares de su distante padre, incluyendo tener de novio a alguien asombroso como Hwang Hyunmin, el ex rey de su preparatoria; para su desgracia, no contaba con que su novio no era realmente quien el conocía...
Unos pies cubiertos de unas pantuflas blancas aparecieron en la vista del pecoso. "¡Hyunjin!" Gritó Felix al ver a su —ahora— castaño novio.
"¿Por qué lloras bonito?" Río ayudándolo a levantarse.
"¿Se la creyó?" Entró Hyunmin a la habitación, mientras reía un poco.
"¡Maldito!" Corrió a darle sapes a su cuñado. "¿Tus sabias?"
"¡Hyunjin!" Llegó corriendo la madre de los gemelos. "¿Cómo pueden ser tan crueles?" Comenzó a llorar la señora Jeon golpeando el hombro de Hyunmin.
"Te golpearía, pero yo..." Intenta hablar el pecoso, pero las lágrimas ganan y termina llorando mientras se cubre el rostro.
"Perdóname, Lix." Hyunjin lo abrazó llevando su cara a su cuello. "No creí que te pondrías así."
"¡Yo creí que estabas muerto!" Le gritó mientras apartaba su rostro del cuello ajeno. "¡Te odio!" Tomó fuertemente las mejillas de Hyunjin y estampó sus labios salados sobre este.
El mayor rodeó la cintura del pecoso acercándolo más a su cuerpo, profundizando el beso. Hyunmin tomó a su mamá de la mano llevándola fuera de la habitación y cerró la puerta, dándoles privacidad a su hermano y su ahora cuñado.
La lengua del pecoso recorrió el labio inferior de Hyunjin mientras este con su lengua buscaba la de Felix intentando unirlas para poder saborearlo aún más. "Te amo demasiado." Suspiró al separar sus labios del mayor. "Yo venía todos los días a cuidarte, te contaba mis días y hacía mis tareas aquí."
"Lo sé, yo te soñé todo este tiempo." Besó su frente. "Te amo tanto mi niño precioso." Dejó un ligero beso en los pomposos labios del menor. "Te ves guapo en esa toga."
"Este es el mejor regalo de graduación." Le sonrió a su novio y volvió a hundir su cara en el cuello del mayor. "Tienes prohibido dejarme, ya sea en nuestra relación y en esta vida." Dijo con voz temblorosa. "Si te mueres yo moriré contigo."
"Bebé, eso no va a pasar." Hyunjin buscó la cara del menor, que seguía escondiéndose en su cuello. "Felix, mírame." El mencionado lo miró con un puchero en labios y unas cuantas lagrimas sobre sus mejillas. "Siempre estaremos juntos." Una vez más unieron sus labios en un largo y muy húmedo beso, cada caricia de su lengua sobre sus labios era cada vez que deseaba besarlo durante estos meses.
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Después de su sesión de besos en la habitación del hospital, Hyunjin fue a vestirse y estaba listo para salir de ese feo edificio e ir a casa con su familia. Felix estaba enojado con Hyunmin, pues el muy tonto ocultó que Hyunjin había despertado un día antes de su graduación y todavía, el desgraciado había planeado con Hyunjin hacerle una broma de pésimo gusto, pero este agradeció a su suegra, quien se encargó de dar su buen sermón a los gemelos.
"Pasen." Abrió la puerta de su hogar. "Mi familia está aquí." Sonrió muy feliz el pecoso.
"¡Hyunjin!" La señora Lee corrió a abrazar a su yerno, llenándolo de besos por todo su rostro. "Me da mucho gusto que estes aquí, Felix estuvo muy deprimido estos meses, casi no dormía y mucho menos comía, ¿Qué le hiciste a mi hijo?" Río a lo bajito.
