Join Me (us). |BAKUDEKUKAMI| [ESP]

«Kaminari»

No sé qué hice.

Yo.., o sea, no sé.

No sé si Diosito me esté dando algo por ser tan buena persona, por ser tan guapo o porque soy bien divertido pero...

Pero si me los quitas nunca te lo voy a perdonar.

Y es que... mierda, yo me acuerdo cuando recién empezó todo este alboroto, que.., que cuando éramos amiguitos con beneficios a mí me encantaba estar con ellos porque me sentía adorado, el centro de atención, el hombre más chiqueado y consentido, y ahora...

Y ahora veo que qué pendejo estaba por pensar que eso era ser un hombre consentido.

Ahora me siento como un Rey indomable.

Los traigo bien pendejos.

Ay Dios me gustan tanto...

De verdad, yo... juro en Dios que desde que tenía el concepto de ellos dos juntos, sentía que serían la pareja más bonita, impresionante y poderosa del mundo entero; yo.., nunca me idealicé estar con ellos en esa relación.

Digo, no al principio, ya luego se me empezó a mojar la cola y quise andar de metiche.

Pero bueno, ahora sé bien que no estuvo mal, que soy bueno para ellos y que los dos me quieren a su lado también, y me lo han hecho constar, así que.., bueno, manifesté bien.

Probablemente manifesté de más.

Y es que.., puta madre, estúpidos hombres se caen de lo bombones que están.

No puedo dejar de verlos, o.., por ahora solo uno de ellos, allí, en traje de gala porque hoy se casan mis otros papis. Pero los dos están.., mierda, muy, muy guapos.

-¿Qué tanto me ves tú?

-Uy, qué no te estoy viendo, chiquito.

Bakugo suelta una risilla, se termina de abotonar las mangas del saco y vienen para acá, a echarse a la cama y verme allí con ojos de borrego enculado.

-¿Ya estás listo, verdad?

-¿Por qué? ¿Me falta algo? Me veo bien pordiosero, ¿verdad?

Él se ríe, niega con la cabeza y viene a darme apenas un besito. -No, más bien siento que si te pones una sola cosa más opacarías a Kirishima. Te ves muy guapo.

Ahora quien se ríe soy yo. Probablemente ha sido la risilla más jota del universo pero es que él también me pone muy pendejo. -Hey, no me chivees...

-¿Qué? Solo estoy diciendo la verdad -murmura, sobando mi brazo, subiendo para mi cuello-. A tu lado el pordiosero soy yo.

Me suelto por completo a reír. No sé cómo mierda se pone a decir eso si claramente este hombre es uno de los más guapos que yo conozco.

Y sí, uno de ellos, porque en realidad conozco a dos.

El otro, justamente viniendo aquí, a comprobar absolutamente toda mi teoría.

Estos hombres me van a terminar de matar.

No sé qué hice para merecer esto.

-Dios mío, ¿van directo a opacar al novio o porqué tanto mérito a verse tan espectaculares?

Bakugo y yo nos soltamos a reír, viendo a ese tercer tonto por fin regresando al cuarto, echándose a la cama con nosotros y, viendo de uno a otro, chifla cuan albañil. -Y pensar que ya me comí todo eso.

-¡Hey! -espeto, soltándome a reír, dándole un empujón-. Cochino.

Él suelta una risilla más, pero no hace otra cosa que venir a mí, a dejar un besito en mis labios también, uno más a su otro varón y, viendo su reloj, decir-; ¿Nos vamos ya? Se nos va a hacer tarde.