CAPÍTULO 11
KILIAN
CANCIÓN: DERNIÉREDANSE- INDILA
HENRY
Bien, después de que VI me llamara para posponer la cena, al fin la veré hoy, me preocupa lo consternada y triste que se oía su voz.
He seguido los consejos de Sebastián, si VI no me perdona, el traje de Loki es el último recurso. Todo va a estar bien Henry, es lo que me sigo repitiendo, pero no debo pasar por alto que el causante de que perdiera a las mujeres que más amo, siga ahí libre, a pesar de que quise creer lo contrario, no puedo hacerlo solo, por suerte, conozco al hombre adecuado.
Sí bien mi padre lidera uno de los grupos más poderosos aquí, yo nunca he estado verdaderamente dentro de ese mundo, la verdad mi campo es el mundo académico, tesis y doctorados, no muerte y tortura, por suerte este mismo mundo me ha llevado a conocer al hombre más influyente y cabrón de este lado de Europa.
—Señor Black, hemos llegado, ¿Quiere bajar?—Martin me mira desde el retrovisor.
— ¿Han revisado que todo esté en orden?
—Por supuesto señor, el jet ya ha aterrizado.
—Bien vamos. Y Martin... —Digo deteniéndome a ver el arma que se asoma de su cinturón. — Guarda todas las armas, no queremos que el señor Easton las vea.
—Por supuesto. — Hace una seña a todos sus hombres y rápidamente esconden cualquier arma, cambiando su postura a una menos amenazante. Apenas he dado unos cuantos pasos y los hombres de Easton ya se han desplazado por todo el lugar escudriñándolo, vigilando que todo esté en orden. Levanto la vista, y por fin veo al pelinegro bajar las escaleras de su jet.
— ¿Black? ¿Dónde estás? Huelo a la ignorancia de solo un Doctorado desde aquí.
—Imbécil. — Digo acercándome de frente. —Que tú tengas tres, no cambiará el que te haya quitado el primer lugar en aquella feria de ciencias. — Río para finalmente abrazarlo.
—Íbamos en primaria. — Masculla molesto.
—Lo que te haga sentir mejor Easton.— Dos hombres se colocan en seguida detrás de él, mientras solo se gira a verlos hastiado, indicándoles que se irá conmigo.
—Pero señor. — Intercede el que parece ser su jefe de seguridad.
—Los llamaré sí los necesito.. — Kilian les hace una seña, y en seguida todos se dispersan.
—Vaya, vaya. ¿Acaso me estás confiando tú seguridad?—Sonrío divertido al ver como gira sus ojos poniéndolos en blanco.
—Ni en sueños Black. —Ambos subimos a la camioneta, esta vez solos, mientras Martin coordinaba a algunos hombres de los dos para que nos siguieran, pero no demasiado cerca.
—Sé que es lo que quieres que haga, y la verdad es algo sencillo, pero mientras llegamos a la sede, háblame de la chica. —En su rostro se dibuja una sonrisa, yo me limito a ver como conduce.
— ¿VI?
— ¿Acaso tienes otra?— Su sonrisa ladina y descaro es molesto.
—Por supuesto que no, es ella, siempre ha sido ella.
— ¿Qué tiene de especial?— Esta vez sus ojos azules parecen estudiarme con curiosidad. Pienso un momento antes de responder.
—Es algo que va más allá de lo que las palabras me permiten explicar. —Paso una mano por mi cabello tratando de organizar mis ideas. —Mi corazón late con fuerza cuando estoy cerca de ella, cuando la observo la admiro, sin que ella se dé cuenta, es la mujer más hermosa, inteligente, divertida, incluso algo tímida en ocasiones, pero es fuerte y decidida. La amo, la amo con una certeza que ella no es capaz de imaginar, y yo no le he podido enseñar, quiero pasar cada segundo del resto de mi vida a su lado, haciéndola feliz, porque así lo seré yo. —Me detengo un momento para recordar la última vez que nos besamos. —Soy afortunado, fui afortunado. Ahora cada segundo que paso sin ella duele, aún más cuando sé que fue mi culpa.

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LIB?RAME, AMOR
Teen FictionAmor y Guerra son dos lados de la misma moneda. Para Henry, quien ha estado enamorado de la misma chica por a?os, y Conrad que ha encontrado por primera vez a quien lo hace sentir, amor, frustración, celos, dándole por primera vez esperanza; Para es...