My Son? - Yeongyu

—¿Dónde estabas?

Yeonjun salió lentamente de sus
zapatos en la entrada, dejándolos a un
lado junto a los demás pares que le
pertenecían a él y Beomgyu. Su pareja se encontraba con los ojos llorosos y de un tono rojizo.

Yeonjun se habría alarmado.
El realmente lo hubiera hecho, si no fuera porque ya estaba más que acostumbrado a ver a Beomgyu en ese estado.

—¿Hm?— apenas se limitó a responder,
acercándose lentamente al más bajo
quién sorbió su nariz congestionada de
tanto llorar.

Se cruzó brazos —Son las once de
la noche, Yeonjun. ¿Dónde carajos
estabas?

Yeonjun paso por su lado en direccion
a la cocina. El tono quebradizo en la voz
de Beomgyu realmente debería preocuparle y dolerle. Su mirada frágil y asustada también, pero él ya ni siquiera podía hacerlo. Él ya no podía intentar arreglar algo que sabía bien que el contrario nunca dejaría que lo hiciera.

—Te dije que saldría.—volvió a responder
seco. Abrió el refrigerador y no se
sorprendió para nada al no encontrar
mucho en él. Sólo sobras y más sobras
de comida que milagrosamente ellos
alcanzaban a pagar.

Cerró el refrigerador de golpe al darse
cuenta que nuevamente el menor usaría
eso en su contra, cómo siempre hacía.

—¿No encontraste nada otra vez?—
preguntó entre irónico y dolido, dando
un par de pasos hacia la isla que los
separaba —¿Por qué será?

Yeonjun apretó los puños sobre la
cerámica de la isla sin siquiera atreverse
a ver al contrario y tomó una profunda
respiración.

—Beomgyu, estuve buscando durante horas-

—¿Cuándo será el día en el que dejes de
buscar, Yeonjun?— su voz subió de
tono —No trates de engañarme, sé que
estuviste en el maldito parque todo el día, cantando frente a todas esas personas en lugar de buscar aunque sea un maldito trabajo que nos saque de la miseria! y ahora sus ojos volvieron a cristalizarse ¡Sé que dejaste tu estúpida guitarra en la cochera porque tienes miedo de que la encuentre y la venda!

Yeonjun no lo soportó más i¿Y qué
quieres que haga, entonces?! ¡Si sabes
bien que en ningún lugar me quieren!—
finalmente conectó miradas con él.

—Quiero que te esfuerces aunque sea un
poco por nosotros y abandones de una
vez ese estupido sueño de convertirte
en idol! soltó un fuerte golpe contra
la mesa que seguramente le dejará
adolorido por mucho tiempo, pero no
le importaba. —i¿Cuánto tiempo llevas
intentándolo ya?! i¿Cuántas agencias te
han rechazado e ignorado?!

Yeonjun no dijo nada y permaneció en
silencio porque Beomgyu acababa de tocar un tema muy delicado para él.

Su sueño.

Sí claro. Por supuesto que Beomgyu no
estaba de acuerdo con la idea de que
Yeonjun siguiera intentándolo luego
de años fracasando. Luego de dejar a
su familia atrás en Nueva York porque
pensaba audicionar para una agencia
en la que era casi seguro que debutaría.

Casi.

Había arriesgado mucho, lo admitía. Sus
padres y hermanos habían tenido razón,
también lo admitía. Pero nada de eso
había tomado importancia para él.

¿Por qué?

Bueno tal vez porque Beomgyu había sido el único que había estado para él en
todo este tiempo. Tal vez porque sabia
que mientras tuviera a Beomgyu a su lado, absolutamente nada podía afectarle. Podía vivir para siempre en el fracaso si su pequeño mundo le aseguraba que no movería un solo pie de su lado. Pero las cosas no estaban resultando bien para ellos últimamente.