??Este es un fanfic con Gally, y lo escribo porque hay muy pocas con el. Y casi ninguno me gusta, asi que voy a hacer uno. No va a ser igual que en las peliculas y tampoco igual a los libros. Va a tener otra historia interesante. ?? ??Hay más person...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Si Zart, ya entendimos que estas feliz. Ahora solo cállate—Le dijo Gally, harto de oír su voz
—Lo siento.
—No, no lo sientas. Solo, cállate
—Ey—Llegó Alby, con una antorcha en la mano—Hora de dormir.
Zart apagó la fogata y seguimos al líder hasta las hamacas, donde algunos ya roncaban sin estorbo. Pero sentí algo extraño al ver que estaban acostados en parejas.
Mire a mis espaldas y del techo dejaron caer una especie de cortina, encerrándonos por completo. Resguardándonos del viento gélido.
—La temperatura bajó más de lo normal, y en unas horas bajara más. Así que no puedes quedarte en la cabaña del bosque. —Me aclaró Alby
—Okay.
—Y tienes que dormir con alguien.
— ¿Eh...? —El asombro llegó, descontrolando mis pulsaciones.
—Si duermes sola vas a tener mucho frío. Dormir con alguien es la mejor opción.
— ¿Seguro?
—Es eso o morirte de frío.
—Entiendo. —Tragué saliva, sin creer lo que me acababa de decir, y de lo que eso conllevaba.
—Creo que Sarten sigue solo—Indicó al verme tan desconcertada
—No, estoy con Chuck—Dijo Sar sonriente—El que está solo es Gally—Indicó como si nada.
Gally... Perfecto. Es perfecto. Solo tenía que dormir con él en una hamaca. En la que íbamos a estar demasiado juntos. No pasa nada, no pasa nada.
—Ya lo escuchaste—Se dirigió una vez más a mí, y me dio un golpecito en la espalda dándome ánimos, antes de ir con Newt.
Los ojos de diversión del pequeño Chuck me lo decían todo. Él de seguro sabía que si te tocaba con Gally podía ser lo más incómodo o difícil. Sin moverme de mi sitio, seguí los pasos de Gally con mi mirada. Incrustaba antorchas en cada esquina, dándole más luminosidad a cada rincón.
Entregó cobijas y todos se cubrieron como si sintieran demasiado frío. A diferencia de mí, que no sentía absolutamente nada. Tal vez el frío aún no llegaba a mi cuerpo, o estaba tan tensa, nerviosa e incómoda que mi sistema inmunológico no estaba siendo capaz de sentirlo, por más que escuchara los vientos fuertes golpear nuestro refugio una y otra vez.
—Ven rápido, no tienes toda la noche para pensarlo—Se acostó sin verme. Tan tranquilo, que me enojaba conmigo misma por no estar del mismo modo.
Porque a mi. Prefería morirme de frío y no de pena.
Tenia que acercarme, no podía quedarme de pie como una estatua toda la noche. Pero si de mi dependiera lo haría con mucho gusto.
Estuve estática por algunos segundos, pensando en cómo subirme a la jodida hamaca sin moverla tanto, pero cada idea parecía peor que otra.