El Destino Fragmentado de Draco

Creo que este capitulo será un de mis favoritos espero lo disfruten..
También quería agradecerles a todos por seguir leyendo! Ustedes son los que me motivan a seguir escribiendo cada vista, voto y sobretodo comentario calientan mi corazón 🫶🏻...

-------Harry----

Sentía una caricia suave en el cabello, un roce delicado, casi como si temiera romperme, y escuché esa voz familiar, una que siempre lograba calmarme. Era la voz de Draco, susurrando cerca de mí, como si él también estuviera tratando de curar las heridas con sus palabras.

—Perdóname, Harry, de verdad... perdón... —Su voz era un susurro roto, una súplica que perforaba el silencio de la habitación.

Abrí los ojos despacio y, al encontrar su mirada, vi sus ojos hinchados, rojos, con lágrimas que caían en silencio por sus mejillas. Mi corazón dolía de una manera que no tenía nada que ver con los huesos rotos o las heridas, dolía porque verlo así, tan deshecho, era insoportable. ¿Cómo podía sentir que tenía algo que perdonarle cuando él mismo parecía hecho pedazos frente a mí?

—Hey, amor, no hay nada que perdonar. Tú no me lastimaste, esto no es tu culpa —le dije, tomando su mano y acercándolo hacia mí.

Draco me miraba desde arriba, con lágrimas cayendo como si se estuvieran arrancando de sus ojos. Cada una de ellas parecía llevarse un trozo de mi, y ver su rostro tan vulnerable hacía que todo el dolor en mi cuerpo pareciera insignificante.

—Cuando te vi... lleno de sangre, y luego caíste al suelo, vomitando más sangre... —Su voz era apenas un susurro, cortada por los sollozos y el temblor de su cuerpo—. Sentí tanto miedo, Harry... no puedo perderte... no puedo... perdón... perdón...

El temblor de su cuerpo se transmitía al mío, y su piel parecía más pálida que nunca, como si el miedo lo hubiera drenado. Lo sostuve con más fuerza, tratando de calmarlo, de anclarlo.

—No me perderás, Draco. Siempre voy a volver a tu lado —le dije, y con suavidad lo tomé, levantándome un poco hasta quedar con él entre mis brazos. Draco cerró los ojos con fuerza, apretándolos como si intentara desterrar el recuerdo—. Escúchame, amor. No importa quién intente impedirlo, lo destrozaré, destrozaré todo lo que sea necesario para volver a ti.

Draco me miró con intensidad antes de tomarme por el cuello, atrayéndome hacia él. Sus labios buscaron los míos. Fue un beso lento, profundo, y cuando sus labios tocaron los míos, sentí que me estaba entregando cada parte de él. Sus labios se movían con cuidado al principio, explorándome, y luego se volvieron más firmes, más demandantes, mientras una de sus manos se enredaba en mi cabello. Sentía el calor de su cuerpo acercándose más y más, y cada segundo se sentía como un pacto de vuelta, como si quisiera tatuarme con su presencia para que nunca me alejara de él.

Cuando al fin nos separamos, su respiración era entrecortada, y yo aún sentía el ardor de sus labios sobre los míos, como si hubiera dejado una marca en mi piel.

—¿Mi padre estaba ahí?... dime la verdad —murmuró, su voz apenas un hilo mientras me miraba intensamente, buscando en mi rostro una respuesta que lo liberara de ese temor.

—No, amor. Lucius no fue... tranquilo. —Le acaricié el rostro, intentando transmitirle la certeza de que nada malo le pasaría a su padre. Pero antes de que pudiera decir algo más, las puertas de la enfermería crujieron y se abrieron.

Blaise y Theo lideraban el grupo que entraba con sigilo, aunque sus pasos parecían resonar en el silencio de la habitación. Theo llevaba a Zarina alrededor del cuello si que se veia amenzante ya no quedaba nada de mi pequeña zarina. La enfermería se llenó rápidamente con nuestros amigos, todos con rostros de preocupación y una mezcla de alivio y tensión en sus miradas.