Obsesión.
No lo puedo definir de otra manera, porque solo tiene un nombre y es: Obsesión.
Alexa Layton; estudiante, obediente, entregada, complaciente, y aún así odiada por su madre.
Parsley Case; seductora, luchadora nata, agente secreta, despiadad...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estoy enamorada de ti.
Estoy enamorada de ti.
Estoy enamorada de ti.
Estoy enamorada de ti.
Estoy enamorada de ti.
Estoy enamorada de ti.
Las palabras de Parsley llevan horas repitiéndose en bucle en mi cabeza, simplemente no puedo sacarlas y no quiero hacerlo.
Ella está enamorada de mí.
El estado de mi interior es un caos total. Un caos que tiene nombre y apellido. Un caos que es hermoso, caótico y tiene unos hermosos ojos cafés. Un caos que duerme plácidamente a mi lado, mientras yo no he podido pegar un ojo por la emoción.
Sus tatuajes contrastan sobre la piel blanca, delineo algunos suavemente con mis dedos. Casi todos hablan de ella y de su pasión por perpetuar aquello que le gusta: libros, películas, el mar. Algunos otros desconozco aún su significado, pero los iré descubriendo paulatinamente.
Como he ido descubriendo su alma, su vida e incluso fragmentos de su pasado.
Ella para mí solía ser una imagen desenfocada, ahora cada vez el lente apunta más cerca de descubrir todo cuanto esconde. Sin embargo sé que aún no puedo dejar caer mis barreras del todo, pero cada día está más cerca de hacerlo.
Los sentimientos por la castaña son fuertes y arrolladores, me dan miedo. Intento ser cautelosa porque mi corazón está frágil y no quiero verlo hecho pedazos otra vez, pero no puedo hacer nada con la aceleración de mis latidos al verla; con la sonrisa traicionera que se dibuja en mis labios, con el brillo en los ojos, con los pensamientos que solo se dirigen en su dirección. No puedo luchar contra lo que mi corazón, mi mente y mi cuerpo anhelan.
Enamorarme de Parsley Case me ha hecho comprender que el amor no es como lo pintan en las películas, es mucho más intenso y complicado que eso. Siempre habrá algo de dolor en él pero aún así no puede compararse con el dolor de no tenerlo. Te mantiene viva o incluso es capaz de revivirte. Tu corazón puede estar hecho añicos y aún así seguirías amando a esa persona con cada uno de los fragmentos. Eso me enseñó enamorarme de Parsley Case.
No quiero adelantarme a los hechos, no quiero crearme falsas ilusiones pero siento que mi vida va a tener un bonito renacer.
Por un lado, Parsley; abierta, receptiva, enamorada. Quiero presentarla a mis amigos y a mi padre, quiero gritarle al mundo que es mi mujer y lo haré, en su momento.
Por otro la promesa de mi madre. Es algo que me da terror, me da terror porque nunca he conocido el amor de madre y siempre he estado falta de ello; terror de que no se cumpla, que sea otra mentira más en el montón de mentiras que es mi vida; terror a que cuando finalmente me vea no sea capaz de amarme. Pero a su vez es algo que me alienta, es una esperanza que está instalada profundamente en mi pecho, una que me impulsa a continuar, a realzar el vuelo. A vivir.