Yo odiaba esta novela.
Como odiaba a todas las de su género. Así como me deprimía con ellas, y lloraba con ellas, y reía con ellas y se me llenaba el pecho de vacío cuando leía ese patético "Gracias por leer".
Entonces, ¿por qué corro desesperadamente ahora?
Mi cuerpo estaba clavado a medio camino hacia mi cocina cuando me di cuenta de que esta no era "mi" cocina, que la ropa que llevaba puesta no era "mi" ropa y, peor que todo lo demás, que mi familia no era exactamente "mi familia".
No sabía cómo explicármelo. Era un presentimiento horrible llenándome la cabeza. Los rostros eran muy parecidos y el lugar de las cosas prácticamente el mismo, pero yo no vivía aquí.
Yo no era de aquí, ni vivía aquí y, por lo tanto, esta no era mi familia.
Creí que si dormía lo olvidaría, pero no fue así.
Estaba a mitad de la escuela comportándome como nunca me había comportado cuando finalmente había terminado de aceptarlo.
En alguna parte de este mundo él estaba allí. Ellos estaban allí.
Y este mismo día, al anochecer, se acabaría el periodo de prueba.
No tenía sentido. No tenía sentido que yo lo supiera, pero así eran las cosas. El uniforme verde se me llenaría de sangre si no salía de esta ciudad para el anochecer. Y aunque mi familia no era mi familia, tuve terror de perderla de esta manera.
Tenía náuseas mientras corría, pero algo me decía que sufriría cosas peores después, así que se sintió como nada entre la adrenalina.
—¡Suéltame, zorra!
—¡Idiota! ¡Estoy tratando de salvarte!
Este adolescente melodramático era demasiado tarado para comprender las cosas.
Pero sin él yo no sobreviviría mucho tiempo. Esperaba que él pudiera arreglárselas aunque me robara una de las fichas en su tablero.
Yo siempre he sido una desgraciada, pero esta vez sabía lo que sucedería. Sabía de los engaños en estos eventos y, hasta cierto punto, todo lo que pasaba en vano a lo largo de esta historia.
Tal vez yo podría haber tratado. Yo no merecía algún tipo de buen trato o reconocimiento y yo podría haber tratado de seguir siendo tan malditamente desgraciada como siempre lo fui.
Pero los presentimientos que me salvaron la vida se contraponían a mis acciones.
Yo era una maldita en el mundo que conocía.
En este nuevo mundo, ¿cómo se rechazan las súplicas por piedad?
"Ayúdame..."
Yo no salvé a ese chico en el metro, solo hice que sobreviviera a mi modo. Yo era una sinvergüenza.
Pero sí salvé a esa mujer. Y ayudé a esa niña. Y establecí una nueva regla en un mundo que me había prometido no modificar.
—Las probabilidades no son más que números. Dime, niño, ¿de qué se rigen las singularidades?
No lo sabía con exactitud porque este maldito protagonista no era claro con nada, porque llevaba en la sangre la actitud de ser un maldito lector.
Lo único que sabía era que él trazaba la mejor probabilidad.
Era por eso que me había prometido no intervenir.
Sobreviviría silenciosamente, donde nadie pudiera verme. Donde nadie notara que yo sabía el desenlace. Incluso si eso implicaba su sacrificio.
Entonces... ¿por qué?
—¿Por qué haces esto?
—Porque a mí también están juzgándome.
Y aún así, yo amaba las historias.
Las amaba, implicaran lo que implicaran.
—El todo es más que la suma de sus partes, ________________.
07/01/25

YOU ARE READING
ORV | Omnipresente [Borrador]
Fanfiction________________ despertó 27 horas antes del primer evento.