Si había algo que Clara nunca haría, era enamorarse de Oscar Piastri. Oh, muy tarde. Ya lo había hecho, y que la condenen por eso.
En donde... ━ la hermana menor de Carlos Sainz tiene un flechazo por Leclerc, pero sus sentimientos no son correspon...
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—Clara, es solo una salida de chicas, no tienes que arreglarte como si fueras a un show en Milán.
Lily estaba a su lado en el espejo, mirándola como si todo su maquillaje, peinado y ropa fuese demasiado para una tarde con las chicas en un yate. Clara no creía que lo fuese, ¿Además quién decía que las chicas no podían arreglarse para otras chicas? A veces creía que era mejor salir con sus amigas y conocidas que eran mujeres, porque ellas la respetaban y no la veían como un objeto. Podía usar faldas cortas y tops con escote, mientras que con los chicos tenía que pensar dos veces lo que ponerse.
—Vamos a ir a un yate, donde seguramente nos sacaremos un montón de fotos. Tengo que estar bien.
Lily puso sus ojos en blanco.— Siempre estás hermosa.
Clara sonrió y se giró para abrazar a su amiga. Le dio un beso en la mejilla, mientras la golfista aceptaba la muestra de amor.
—¿Y si me llevo esos tacos?
—No vas a usar tacos en un yate, Clara.
—¿Por qué no?— preguntó la chica, buscando en su vestidor qué ponerse en los pies. Lily la siguió por detrás, también buscando con ella.
—Porque te puedes romper el tobillo, ¿Acaso no piensas?
—Eh, nos calmamos un poco, Lily. Me estás atacando.
—Solo te estoy cuidando como una mamá oso.
Ambas se rieron y eventualmente, Clara eligió unas sandalias de taco bajo, que combinaban con su vestido blanco que había elegido. Era largo, con un escote en V en su pecho y sin mangas. Las dos chicas terminaron de arreglarse, principalmente la dueña de la casa, y se subieron en la Ferrari de Clara. Ella era afortunada, tenía autos con los que los demás soñarían. Su hermano le había regalado ese mismo carro en su cumpleaños, y en el garage de su casa tenía un montón de vehículos más, que costaban cientos de euros.
Tener una familia dedicada al automovilismo tenía sus beneficios, como obtener autos al cumplir la mayoría de edad y en celebraciones importantes, también las mismas empresas le regalaban sus autos. Clara aprovechaba al cien por ciento los lujos.