La Reina Del Mafioso . (+21)

CAPÍTULO 13

Adria Blackwell

Despierto por los rayos de sol que entran por las ventanas, siento mi cuerpo adolorido y pesado.

Pero recuerdo en el sueño que tuve, había soñado con Nikolai Lantsov y no solo eso si no que también soñé que me lo follaba.

Pero solo fue un sueño...

Me estiro y estiro mi brazo derecho, cuando choca con otra piel, abro los ojos de golpe y quiero gritar...

Veo a Nikolai acostado a mi lado sin camiseta y es donde me doy cuenta que no fue un sueño.

ME HABÍA FOLLADO A UN PUTO MAFIOSO.

Veo que no traigo nada y veo el montón de chupetones en mis muslos, abdomen y senos y si tengo ahí, tengo en el cuello.

Me levanto de la cama y corro al baño, me pongo frente al espejo y como supuse tengo todo el cuello lleno de chupetones, pero un dolor invade mi zona íntima.

— Como amaneció mi reina.. — la voz de Nikolai y sus brazos hacen que vuelva a despertar de mis pensamientos, el enrolla sus brazos al rededor de mi cintura y besa mi cuello.

Debo decir que es la mejor sensación, pero.... Pero que carajos Adria, es un mafioso.

Me alejo de él, camino fuera del baño y busco mi ropa pero veo mi vestido rojo, al igual mis bragas... voy al armario de la habitación y encuentro dos batas por la cual me pongo una.

— No dirás nada.. — vuelve a decir Nikolai.

— Y qué quieres que diga?

— Pues primero besar a tu rey y luego volver a la cama con el.

— Ja.

Digo en un sarcasmo — crees que haré eso luego de lo que pasó...

— Si.

— Pues no Nikolai, ya querías llevarme a la cama, bueno.... Ya lo hiciste así que desaparece y no me busques más ¿entiendes?.

— Y si no que.

— ¿Qué?

— Y si no quiero desaparecer de tu vida, y si más bien quiero estar en ella.

Quedó muda a su respuesta...

Está loco.

— No estás.... jugando. Cierto.

— Me vez con cara de que bromeo...

Frunció el ceño.

— La cosa es así mi Adria, serás mía y de nadie más, yo seré tuyo y de nadie más, quiero que seas mía cada rincón de tu cuerpo, en el cual tú harás lo mismo conmigo.... Así que Adria Blackwell, ya te marqué como mia, y si veo que un hombre te toca, te mira, estará bajo tierra.

— Es-estás lo-loco.

— Por ti siempre lo estaré mi reina.

Se acerca con pasos lentos hasta sentir su respiración, mi mente pide alejarse, pero mi cuerpo no lo escucha.

Me toma de las mejillas y me estampa contra su boca, todo lo que hicimos anoche se me viene como un balde de agua, su boca tan suave y a sabor a menta, pero un menta suave.

El beso cada vez va subiendo, hasta sentir como me come la boca y sé que yo también hago lo mismo, quisiera estar así toda la vida. Pero él no una buena persona, pero aún así el deseo me gana, el deseo de estar con el, hasta que la muerte nos separe.