Capítulo 26: Precipitada.
—Dhereck...—Pronunció flora, con su tan marcado acento dominicano.—Tego que decirte algo.
Acentí, sin dejar de ver a Alehya, quien subió las escaleras dejándome atrás.
—Desde que volvieron de New York, su estado de ánimo no es el mismo. Ella come muy poco y tiende a dormir más de lo que debería. ¿Todo bien?
La miré confundido. ¿Que pasa ahora?
—No sé ni lo más mínimo que ella esté pensando, pero lo voy averiguar.
Agradecí a flora, y luego de un rato
subí las escaleras. Llegando a mi habitación, Alehya dormía plácidamente en bragas. Ella dormía tranquila, desatando su delicadeza.Por algo ella insiste en no alimentarse, y lo voy a averiguar.
Tomé sus talones, halándolos hasta que su cuerpo quedó casi en la orilla.
-¡Maldición!-Soltó, llevó su mano derecha a su pecho, el cual subía y bajaba desenfrenado.
-¿Que es eso de que duermes todo el puto día?
Ella me miró fulminante.
-¿Eso que tiene de malo?
-No te estás alimentando.
Ella desvío su mirada, intentando no fijar su vista en la mía.
Me acerqué a ella, posando mi cuerpo encima del suyo.
La tomé del pelo obligándola a mirarme. Bajé mi mano a su intimidad sin previo aviso. Toqué su clitoris, y luego acaricié su vagina húmeda, viendo como ponía sus ojos en blanco.
Ella arqueó su espalda cuando introduje dos dedos, justo cuando ella iba a desatar su orgasmo, quité mis dedos, dejándola confusa.
-Sabes lo que tienes que hacer.—Le sonreí malicioso.
-¿Me dejarás así?-Preguntó confundida.
-Usa tus dedos. Aunque no será lo mismo.
Me dirigí al baño, me deshice de la ropa que llevaba, y entré a la espaciosa ducha. El agua caliente se deslizaba desde mi cabeza hasta mis músculos. Recosté mis manos de la pared gris de la ducha, viendo inconscientemente aquel tatuaje de mi antebrazo.
Amanda.
Mis ojos parecían arder, avisando las lágrimas que pudiesen caer. Eché mi cabeza hacia atrás, conteniéndolas.
Lo hecho, hecho está, y nadie puede hacer nada al respecto.
Acaricié mi cuello, justo donde tenía aquellos tres lunares apenas visibles de cerca, los míos son menos notorios que los de mis hermanos.
-Estúpido.-Dijo la muy princesa, sacándome de mis pensamientos.
Volteé a ver sus ojos mieles, ella me miraba como si quisiera matarme. Sin decir nada, ella se desvistió frente a mí, mis ojos una vez más admiraron su escultura. Tanto que el miembro me empezaba a doler.
-Tienes la maldita manía de provocame.
Ella me observó maliciosa.
-No aguantarás mucho tiempo.-Dijo.
-Tu tampoco.-Dije a la defensiva.
Ella rió.
Sería muy difícil resistirme a ella, observarla vestirse, y durmiendo casi desnuda...
《Alehya》
Tomé una ducha larga, mis malos pensamientos y recuerdos se fueron, desbordándose con el agua tibia.

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M I N E -[Pausada]
RomancePrólogo. El brillo del collar resplandecía bajo la luz tenue. Para Dhereck, aquel peque?o objeto no era solo una joya, era la única pieza que le quedaba de su madre. Y ahora estaba en manos equivocadas. Su mundo construido con sombras y sangre, no t...