抖阴社区

Capítulo 40

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Capítulo 40:    Maldito lobo

—¿Y cuándo piensas hacer pública la fecha? —preguntó mi tío Noah, con ese tono de voz que me da ganas de romperle los dientes.

Estábamos sentados en la sala de mi penthouse, con vista directa al infierno de París. Él en su traje de abuelo mafioso retirado, y yo… aguantando las ganas de largarme.

—Cuando me dé la gana —respondí girando el vaso de whisky entre los dedos.

Mi tía Gema suspiró. Siempre tan "delicada" y metida en lo que no le importa.

—Es tu boda, Dhereck. Una celebración importante. La familia necesita—

—Mi familia no necesita nada —la corté.—. Y yo no necesito a mi familia para casarme con ella.

Noah apretó la mandíbula. Me encantaba verlo morderse la lengua.

Nunca me llevé bien con los hermanos de mi padre. Estaba por mandarlos al carajo, cuando sonó mi celular. Lo tomé sin ver el número.

—¿Qué?

—Señor... encontramos a North.

Me quedé quieto.

—¿Dónde?

—A las afueras del bosque en su residencia del norte. Volvió solo. Está bien.

Sentí una maldita presión soltarse en mi pecho. Había pasado un mes desde que ese animal se largó. Nadie sabía a dónde. Pero lo esperé. Porque North no se pierde. Solo se toma su tiempo para volver.

Colgué.

—Esto se acabó. Tengo algo más importante que hacer —Dije, poniéndome de pie y tomando las llaves.

—¡Dhereck, no seas infantil! Estamos hablando de tu boda —gruñó Noah.

—Estoy hablando de mi lobo —solté sin mirarlos—. Y tú no estás invitado a mi boda, por cierto.

Con eso caminé hasta la salida, y cerré la puerta detrás mío.

•••

Llegué justo cuando el cielo se teñía de naranja. La brisa soplaba fuerte, y ahí estaba, el bastardo peludo, negro como la noche, corriendo hacia mí como si no se hubiera largado por treinta jodidos días.

—Mírate —murmuré agachándome.— Te crees el rey, ¿no?

North lamió mi cara como si fuéramos dos imbéciles felices en una película familiar.

—No vuelvas a hacer esa mierda otra vez —le dije, rascándole detrás de las orejas. No me escuchó. Obvio, nunca lo hacía.

—¿Desde cuándo eres suavecito con alguien que no sea yo? —escuché su voz detrás de mí.

Me giré y ahí estaba, con una sudadera mía que le llegaba a medio muslo, el cabello suelto, y una sonrisa ladina brillaba en sus labios.

North corrió hacia ella y casi la tumba.

—Que traidor. —le dijo entre risas mientras él le lamía la mejilla.

Ella me miró desde el suelo, con el lobo casi encima. Alehya me estiró una mano desde el suelo. Se la tomé.

—¿Sabes? Si North vuelve para la boda, deberías considerarlo como tu padrino —Dijo con una mirada divertida.

—Ya lo es —respondí sin dudar.

Porque si alguien me entendía en este mundo, con todas mis sombras, era ese animal.

Y Alehya... Alehya simplemente era la única que yo había decidido no soltar, ni siquiera cuando el mundo entero me grita que lo haga.

M I N E -[Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora