we can't be friends | Joe Burrow

BEATRICE'S POV

Joe había ido a buscar a Kate para cantarle el "feliz cumpleaños", mientras yo acomodaba el pastel en la mesa. Pero me di cuenta de que había olvidado los platos, cubiertos y servilletas en la cocina, así que volví a buscarlos. Fue en ese momento cuando Drew apareció, y extrañamente me encontré mirando por la ventana, asegurándome de que Joe no viera lo que ocurría, para evitar cualquier malentendido.

—¿Necesitas ayuda con eso? —dijo Drew, señalando las cosas que había dejado sobre la encimera.

La verdad era que no estaba pasando nada entre Drew y yo, pero tampoco quería que algo tan trivial se convirtiera en una discusión absurda. Me sentía tan contrariada, Drew era mi amigo, pero Joe era el hombre que amaba. Estaba atrapada en un dilema extraño y complicado.

—Sí, gracias —le respondí con una sonrisa amable. —¿Y Josie? —pregunté, al notar que no la veía cerca.

—Tu mamá se ofreció a quedarse con ella por un rato.

—Sí, la adora.

—La verdad es que sí... puede sonar un poco extraño, pero... ¿está todo bien, Bea?

—Claro, ¿por qué no lo estaría? —respondí, tratando de sonar natural, aunque algo en mi tono no sonaba tan convincente.

—Llámame loco, pero... no nos hemos visto en varios días, y por alguna razón, hoy te alejabas cada vez que intentaba hablar contigo. ¿Ha pasado algo?

—¿Tendría que estar pasando algo? —respondí, tratando de desviar la conversación, aunque en el fondo sabía que no iba a poder seguir ignorando lo que realmente estaba ocurriendo.

—Si es así, dímelo. Tenemos suficiente confianza para hablar de lo que sea... —dijo Drew, con una mirada que me hacía pensar que en verdad quería entender.

—Es verdad... —respondí, en voz baja.

—¿Hice algo? —su voz se volvió más suave, como si estuviera buscando una respuesta que no sabía si quería escuchar.—¿Tiene que ver con Joe, verdad?

—No, claro que no, él no... —respondí rápidamente, pero algo en mi tono reveló más de lo que quería mostrar.

—No tienes por qué justificarlo. Si es así, debes decirme. Lo entenderé, pero también te diré que si el problema lo tiene él, no tendría por qué influir en ti.

—No lo hace. —mi voz se quebró un poco, aunque traté de sonar firme.

—¿De verdad? —Drew me miró fijamente, como si intentara leer entre líneas.—Actúas igual que la última vez... Mira, si es porque lo que pasó... las cosas entre nosotros quedaron claras. Sabes que me importas, y mucho.

—Lo sé, Drew, y la última vez que me alejé fue más por ti que por mí o Joe. Las cosas entre nosotros no habían quedado claras luego de que me besaste.

Drew guardó silencio por un momento, como si estuviera procesando mis palabras. Luego suspiró, pero su mirada se suavizó.

—Y te lo dije en ese momento, que pase lo que pase siempre contarías conmigo como un amigo, porque lo entendí, Bea. Nunca me vas a ver con otros ojos, no importa lo que pase, siempre seré un amigo para ti, créeme que lo sé. Pero eso no significa que yo intente propasarme contigo ni que busque una oportunidad para sabotear tu relación. No somos adolescentes, Bea. Somos amigos y adultos, con familias.

Me sentí un poco más aliviada al escuchar esas palabras, aunque el peso en mi pecho seguía ahí. Sabía que Drew solo quería lo mejor para mí, pero también entendía lo difícil que era mantener ese equilibrio entre amistad y el respeto que le debía a Joe.