抖阴社区

Capítulo 10

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Al día siguiente, Stone estaba acostado en la cama individual del cuarto principal. Sintiendo los rayos del sol que se escurrían entre la cortina semitransparente de la ventana, se giró apretando los párpados. Abrió los ojos en un suspiro que terminó cortando en un grito y volviéndolo al unísono junto con el hombre bigotudo que compartía la cama. Semi acostado, miró confundido al intruso.

— ¿Ivo?

— ¡¿Qué te pasa?! Maldito loco. —Le gritó Robotnik con una mano en el pecho y la otra recargando su peso para mirarlo sentado—. ¿Qué no sabes que el colesterol alto puede aumentar la probabilidad de un infarto? Y Ahora sí, olvídate de tu herencia.

— ¿Qué estás haciendo aquí? Creí que seguías en el sofá. —Lo miró perplejo.

— Ay, no te hagas en ingenuo, o bueno, no lo presumas tanto. —Se levantó de la cama lanzándole la cobija a Stone—. Cómo si no quisieras que estuviera aquí.

— Sí, pero... me lo hubieras dicho.

— Oh, jo, jo, jo... —le sonrió pícaramente, ladeando la cabeza mientras movía negativamente el dedo índice—. ¿A caso me ves la cara de necesitado de amor? —Stone abrió la boca—, cállate, —le cortó, señalándolo—. Deberías conformarte con que haya tomado una decisión tan riesgosa de meterme entre tus cobijas en la noche. ¿Qué no tuviste suficiente afecto del día de ayer? —Volvió a abrir la boca, para que Ivo lo callara de nuevo—, no, respondas. —Caminó hasta la puerta—. Ahora, cámbiate y haz el desayuno. Que tenemos muchas cosas que hacer y tengo demasiada hambre.

Con el delantal puesto, daba los últimos toques a unos chilaquiles rojos. Tenía que continuar con la tradición ahora que se encontraban en tierras latinas, y sabía de antemano, que al doctor le encantaba dicho folclore.

Le sirvió un plato a Robotnik que lo consumió como si no hubiera un mañana. Stone se quitó el delantal, se sirvió su porción, lo dejó en su lugar y tomó asiento. Agarrando sus cubiertos y al estar a punto de pasarle el tenedor a uno de los totopos con queso. Su plato fue arrebatado por Ivo que lo observaba con los ojos entrecerrados, mostrándole los dientes y gruñéndole como un perro salvaje.

— Me serviré en otro plato, —le sonrió sin inmutarse.

Alzando las cejas mientras colocaba los restantes chilaquiles en una segunda porción, se dijo a sí mismo.

— El corazón de un hombre se gana con el estómago.

Sentándose frente al doctor, notó que lo miraba con desagrado, y con el tenedor encajando unos totopos bañados en crema y más salsa.

— Eso sonó tan... anticuado. Despectivamente como lo escuches o lo leas. —Se metió la comida a la boca y siguió hablando sin importarle que estaba masticando a la vez—. Aunque, no aplica en nuestra relación, porque ninguno de los dos es fémina, lo cual, lo vuelve una frase equilibrada.

Stone le sonrió probando su receta. Saborear la mezcla perfecta de tomates, especias y picante, junto con el tostado de la tortilla cortada, lo hacía suspirar y maravillarse de lo increíble que sonaba que Ivo repitiera la palabra, "nuestra relación". Era como estar en un sueño.

— ¿Qué planes tienes, doctor?

Con el codo en la mesa, levantó el tenedor que tenía un pedazo de totopo. Agitándolo con cada palabra que señalaba en la plática, y lanzando la salsa a diferentes puntos de la mesa y en la cara de Stone.

— Inicialmente era atacar a GUN, cosa que ya hicimos. Así tendríamos un margen de tiempo en lo que preparábamos el arsenal para... volver a atacarlos y dejarlos obsoletos. Pero, ahora con esas muñequeras tuyas, han cambiado mis planes. —Lo miró interesado.

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