A pesar del agotamiento y el cansancio, el tiempo que convivió con Kohaku, Ruri y Chrome se hizo ameno, por ello, las horas pasaron volando, cuando se percató notó que ya había empezado a anochecer, por lo que se despidió de ellos, sin embargo, no esperaba que se negaran a retirarse.El razonamiento de Chrome tras esto era el hecho de que Gen había pasado toda la tarde ayudando a Ruri, por lo que sus pláticas aunque divertidas aún no eran suficiente, además, le debía la revancha en el UNO, ya que la última vez solo había ganado debido a que, acorde a las observaciones de Senkū, hizo trampa la mayoría de veces, así que esta vez tenía que ser una partida justa. Sin contar que tenía mucho ánimo de contarle sobre los nuevos proyectos y experimentos que tenía planeados con el joven Ishigami.
Suspiró resignado, conocía lo suficiente a Chrome para saber de antemano lo terco que podía llegar a ser, por otra parte temía un poco a la fuerza bruta de Kohaku, que si bien no haría algo malo, tampoco quería averiguar cómo es recibir un golpe en la cabeza por ser igual de testarudo que su futuro cuñado cuando la apodaba como "Gorila" o "Leona". En cuánto a la joven Ruri, solo sonreía ajena a la situación. Así mismo, el día siguiente pasó en un abrir y cerrar de ojos.
.
Entre el cansancio, el agotamiento y la alegre e impetuosa compañía, sorprendentemente logró relajarse, una pijamada no era algo que hubiese imaginado a estas alturas de su vida, pero sin duda, algo que disfrutó bastante. Finamente llegó la hora de despedirse, sin embargo, él sabía que esta despedida sería diferente a las demás porque... Sería la última. Y eso lo volvía, como diría Senkū-chan; 'diez mil billones por ciento' más difícil.
Una vez que los chicos se retiraron, entró a su casa ya con más calma dispuesto a prepararse un delicioso y calientito Té Sencha. Pudo descansar y dormir un rato, no obstante todavía quería desprenderse un poco del estrés. Cuando terminó y se dirigía su habitación su teléfono sonó una vez más deteniendo su paso con inseguridad por saber quién era el remitente de esa llamada, con temor que fuera Senkū ya que todavía no se había preparado lo suficiente para confrontarlo.
Suspiró con pesar antes de reunir el coraje y valentía necesarios para enfrentarse a la probabilidad de que fuera Ishigami quién estuviera tras la otra linea del teléfono. Sin embargo y para su fortuna, no se trataba del joven de ojos carmín.『—Hola, perdona la molestia, Gen-kun.
— ¡Yuzuriha-chan! No no, para nada. Qué alegría tener noticias tuyas~
— Lo mismo digo —la joven rió bajo.
— ¿Para qué es bueno tu fashion-mentalista en esta ocasión? —cuestionó con curiosidad.
—Es imposible escoder algo de ti, ¿cierto?
—¡A-sí es! ~
—Uhm... ¡Bien! Te lo diré. —dijo con la voz aunque emocionada, Asagiri podía notar un atizbo de nervios en su voz, lo que despertó más su curiosidad.
—¿Sí? ~
—Ve-Verás... Taiju y yo decidimos comenzar a abrir una pequeña boutique... Ya tenemos algunas piezas pero nos hace falta alguien para hacer ajustes, y demás, un día te mencioné que te llamaría para probar mis atuendos... ¡Hoy es el día!
—¡¿de verítas?!
—¡So-Solo sí quieres! —se apresuró a continuar, ahora estaba más claro el porqué Yuzuriha se escuchaba tan nerviosa antes, seguramente se encontraba sonrojada de pena en el sitio desde donde lo había llamado.
—Claro que sí, Yuzuriha-chan~ —respondió alegre y posteriormente alcanzó a oír un suspiro, probablemente de alivio por parte de la joven Ogawa al no recibir de su parte una negativa sino una positiva.
—De acuerdo entonces, nos vemos pronto, te mando la dirección por Lime.
—Yuzu-chan, ya sé dónde vives, he ido otras veces~
—lo sé, pero no será en mi casa, estoy en la universidad, aquí tengo más herramientas y espacio para realizar los diseños y confeccionar. —aclaró.
—Ya veo, ya veo~ estaré ahí en un par de horas
—¡Hasta pronto, Gen-kun! 』.
Pasado dos horas y cuarto más una extra de trayecto, finalmente llegó al sitio. No era muy ostentoso, sin embargo, el complejo sí que se veía más amplio donde su ami-... donde la amiga de Senkū-chan estudiaba que otras universidades en las que haya estado y visitado.
No sabe si hizo bien el haber decidido ir sin ningún tipo de accesorio para cubrir su identidad como en ocasiones solía hacerlo, pero al entrar y ser atendido como un alumno más, entendió que en verdad a veces preocuparse por ese asunto no era tan relevante y sonrió.
Cuando llegó al aula correspondiente, fue inmediatamente recibido y arrastrado hacia adentro por un fuerte abrazo y un estruendoso saludo de Taiju, seguido por la suave risa de la joven Ogawa quien se encontraba un poco más retirada ajustando lo que parecía ser un vestido en un maniquí.—¡Hola hola, Yuzuriha-chan! —saludó a la joven en cuanto Taiju lo dejó libre, saludándolo a él de regreso con la mano.
—¡bienvenido Gen-kun! —respondió sl instante con una gran sonrisa.
—Bien, dime en qué puedo ayudarte
—Necesito terminar unos conjuntos y solo conozco dos personas con la talla perfecta para ellos —comentó con nerviosismo. Detalle que intrigó un poco a Gen. —Pe-pero ya conoces a Senkū, a él no le gusta esto de modelar—continuó.Asagiri intentó reprimir cualquier reacción evidente ante la mención del joven científico.
—Sí~ lo sé —respondió tratando de sonar divertido. A lo que la joven Ogawa percató
Exhaló y sonrió timidamente —no te preocupes, todo saldrá bien —mencionó y atrajo la mirada sorprendida del mentalista. Había algo en esa frase, algo que sentía que no se refería a los modelos de ropa ni a la confección... No, quizá...—¡Así es! siempre haces todo perfecto Yuzuriha, ¡manos a la obra! —dijo Taiju emocionado y sonrojándose segundos después al igual que la diseñadora. Asagiri dejó sus pensamientos fuera de lugar de lado y sonrió alegre hacia la pareja.
.
Gen estaba maravilado con las obras que le mostraron, sin duda la joven de cabello castaño tenía talento, se sentía muy orgulloso y desearía haberlos conocido hace mucho.
—Gen-kun ¿podrías subir a la terreza central? —cuestionó la joven Ogawa mientras Taiju salía cargado de material —si no te molesta modelar algunos conjuntos... ¡No los haré públicos! Lo prometo, pero me servirá para futuras referencias —mencionó nuevamente nerviosa.
Asagiri comprendió, ese era el motivo por el cual el nerviosismo de la chica era tan notorio. Y sonrió una vez más.
—Claro Yuzuriha-chan, confío en ti después de todo. No creo quete aproveches de una pobre estrella nacional y quieras extorsionarme~ —dijo con tono burlesco y rió por su cómica reacción.
—Entonces adelantate si quieres mientras yo termino aquí. —dijo después mientras comenzaba a medir un trozo de tela nuevo. —sigue derecho, dobla a la izquierda y toma el asensor. —sonrió —en un momento te alcanzamos con todo listo.
Asintió y tranquilamente tomó rumbo a la terraza. Una vez estuvo en el lugar, asombrarse con el esplendoroso paisaje que brindaba la estructura junto al viento fresco que soplaba y el hermoso inicio de un atardecer era simplemente una vista espectacular.
Habia pasado casi toda la tarde y no se había dado cuenta. Sonrió una vez más alegremente.
«Woah, entiendo porqué aquí es donde realizan las tomas de fotografia para las muestras~»
Se escucharon unos pasos provenientes de la entrada, no los tomó tan importantes puesto que sabia que se trataba de Yuzuriha junto con el equipo para la sesión y siguió disfrutando el viento que cubría su rostro junto con los últimos rayos de sol.—¿Disfrutando la vista, Mentalista?
Toda aquella calma que logró reunir se vino abajo en un instante, abrió sus ojos, que habían permanecido cerrados, con sorpresa.
«No, no es posible... No. Estoy imaginando cosas de nuevo... »
Se dio la vuelta lentamente, rogando por estar equivocado. Pero para su infortunio, no era así.
—Senkū-chan... —musitó casi sin aliento.
.

EST?S LEYENDO
My Red String Of Fate
RomanceIshigami Senkū, estudiante de la universidad en la carrera de ciencias jamás se tomaría el tiempo de creer o distraerse pensando en cosas tan banales como "el hilo rojo del destino" como la mayoría de los ciudadanos lo hacía incluyendo a sus amigos...