抖阴社区

                                        

Me sorprendió un poco que él aún no me hablara, sobre todo después de todo lo que había sucedido en estos últimos días. Su indiferencia se notaba. Había algo en su mirada que no lograba descifrar, algo que me inquietaba.

Me acerqué a él en silencio, sin querer presionarlo, pero con la necesidad de al menos saber por qué estaba tan distante. Sin pensarlo, me acerqué y lo abracé por la espalda. Sentí cómo tensaba sus músculos al instante, como si no supiera cómo reaccionar.

-¿Por qué estás tan serio? -le pregunté suavemente, intentando romper el hielo.

Me quedé en su abrazo por un momento, esperando una respuesta.

Él permaneció en silencio, sin moverse, hasta que finalmente suspiró, dando un paso hacia adelante como para alejarse de mí.

-No deberías hacer eso -me dijo, sin mirarme, con un tono que sonó un poco más frío de lo que esperaba.

Fruncí el ceño, confusa por su reacción. ¿Qué había pasado para que se alejara así?

-¿Por qué? -insistí, sin dejarlo ir.

Él me miró por un segundo, sus ojos duros y alejados.

-Porque no quiero que esto se vuelva incómodo para ti, ni para mí. -Y con eso, dio un paso atrás.

-¿Qué?- susurre.

Me miró fijamente, y yo me detuve de inmediato. Él se cruzó de brazos y, con una expresión seria.

-¿Por qué no me lo dijiste antes? -su voz sonó baja, pero firme.

-¿De qué hablas?.

Lo miré, sorprendida por su pregunta. Había algo en su tono que me hizo sentir incómoda.

Traté de desviar la mirada, pero él dio un paso hacia mí, acortando la distancia entre nosotros.

-¿Por qué él? -me preguntó, su voz ahora un poco más baja, como si estuviera más herido que molesto-. ¿Por qué no le diste importancia a esos momentos que compartimos cuando éramos aprendices? A los besos, a las veces que nos acercábamos.

Y en eso momento supe a qué se referia. Mi corazón se aceleró un poco, y una oleada de culpa me invadió. Miré a Heeseung, que tenía el rostro tenso, casi enojado.

No quería verlo así, pero no sabía cómo explicarle lo que había sucedido.

-Yo, yo pensé que solo éramos amigos.

Él cerró los ojos por un momento, como si intentara controlar su respiración.

Luego se pasó una mano por la cara, y cuando la retiró, vi su expresión frustrada. No entendía del todo lo que pasaba por su mente, pero pude sentir que estaba luchando contra algo dentro de él.

-¿De verdad? -preguntó con un tono que me rompió un poco el corazón-. Pues yo te veía diferente, Soo-ah.

En ese momento, algo dentro de mí me dijo que necesitaba hacer algo. No podía dejar que se sintiera de esa manera, no podía simplemente seguir adelante como si nada hubiera pasado. Me acerqué a él y, sin pensarlo mucho, lo abracé con fuerza.

-Lo siento. -susurré contra su pecho, mientras sentía cómo mi cuerpo se tensaba por la incomodidad de la situación.

Para mi sorpresa, Heeseung me devolvió el abrazo, más fuerte de lo que imaginaba. Su cuerpo tembló ligeramente, y antes de que pudiera reaccionar, sentí como si algo se rompiera en él.

El abrazo se volvió más intenso, y pude escuchar un leve sollozo escapando de su pecho.

Yo lo miré, sorprendida. ¿Heeseung estaba llorando? Nunca había visto a Heeseung tan vulnerable, tan quebrado.

Estaba sosteniéndolo en mis brazos, sorprendida por la vulnerabilidad de Heeseung. Lo sentía temblar contra mí, y aunque mi corazón me pedía decirle algo para calmarlo, las palabras se me atascaban en la garganta.

El silencio entre los dos era pesado, pero finalmente, Heeseung se separó de mí, aunque su mirada seguía intensa, cargada de emociones que no podía comprender por completo.

Me miró fijamente, sus ojos llenos de dolor.

-Esta última vez,-su voz estaba quebrada, pero había algo más, algo más profundo que me hacía sentir una tensión creciente en el aire.

-Solo una vez más -sus ojos bajaron a mis labios y, en ese momento, su mirada se hizo más intensa.

Sentí un nudo en el estómago. Sabía lo que venía, y lo que estaba a punto de suceder. Era una advertencia, un presagio de algo que había estado acumulándose entre nosotros durante tanto tiempo.

Miré sus ojos, pero me alejé un poco, intentando mantener la distancia que ya existía entre nosotros. No quería estar en esta situación. No con él, no así.

-No lo hagas, Heeseung -le dije, mi voz temblando levemente. Sentí que mi pecho se apretaba mientras lo miraba directamente a los ojos-. Estoy con Sunghoon ahora. No puedes hacer esto.

Pero él no me escuchó. No pude evitar ver la desesperación en sus ojos, el deseo palpable que sentía.

Se acercó un paso más, y aunque mi cuerpo quería retroceder, algo dentro de mí me hacía quedarme quieta.

-Por favor, solo una vez más. -Su voz ahora era suave, pero llena de urgencia, como si realmente no pudiera dejarlo ir.

El tiempo se detuvo. Sentí su cercanía, la tensión en el aire, y su respiración chocando contra la mía.

A pesar de las advertencias en mi mente, a pesar de saber que debía detenerlo, no pude resistirme.

Me dejé llevar, el impulso de algo que había quedado incompleto entre nosotros, algo que se había quedado en el pasado, pero que no se había olvidado.

Heeseung me tomó por la cintura con firmeza, y antes de que pudiera decir algo más, sus labios tocaron los míos.

Fue un beso lleno de pasión contenida, como si todos los momentos de nuestra relación pasada se estuvieran desbordando de repente.

Cerré los ojos, sintiendo cómo mi cuerpo reaccionaba a la cercanía de él, a la familiaridad de su toque.

Mi mente gritaba que debía parar, que todo esto no estaba bien, que estaba con Sunghoon, pero mi cuerpo parecía estar diciendo lo contrario.

Fue un beso lleno de emociones no resueltas, y me dejé llevar por él, sin pensar en lo que podría significar para nosotros o para mi relación con Sunghoon.

El beso se alargó, y por un momento, el mundo dejó de existir. Solo estábamos él y yo, atrapados en el instante, en la sensación de algo que tal vez nunca tendría una segunda oportunidad.

Cuando finalmente nos separamos, la realidad regresó de golpe. Mi respiración estaba acelerada, y aunque sentía algo extraño dentro de mí, sabía que había cruzado una línea que no debía haber cruzado.

Heeseung me miró, sus ojos llenos de conflicto, pero también con una mirada que me decía que lo que habíamos hecho no podía deshacerse.

-Lo siento -dijo rápidamente, su voz temblando.

No sabía cómo enfrentarlo ni cómo salir de esa situación.

Heeseung se quedó en silencio, y luego, sin decir una palabra más, dio un paso atrás y se alejó de mí, dirigiéndose a su habitación sin mirar atrás.

Me quedé allí, en medio de la cocina, con la sensación de haber cometido un error, pero también con la confusión de los sentimientos que seguían rondando mi mente.





???? ????? ????? | ??????? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora