抖阴社区

Cristian Romero

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Erica miraba a su hija vestida de blanco, después de tanto tiempo se estaba por casar dentro de una semana, verla feliz era lo mas hermoso del mundo para ella como cualquier madre, Karen era una hermosa y gran mujer, laburadora y buena persona, por eso en parte le dolía hacer lo que hacía, pero ya no podía pararlo y para ser completamente sincera tampoco quería frenarlo porque le era imposible al ver a ese hombre.

Erica tenía 46 años recien cumplido, felizmente casa va eso era lo que siempre decía y lo que siempre intentaba mostrar para el afuera, porque la verdad era que su matrimonio era aburrimiento puro, su marido un empresario textil de 52 años, no era lo que ella esperaba luego de tanto años, donde deberían estar viviendo una segunda luna de miel, donde deberían estar disfrutando todo lo que habían trabajado estos años.

Por eso no pudo evitar el dia que lo conoció a Cristian verlo un poco más como hombre que como su yerno, no pudo evitar ver al morocho alto y morderse los labios disfrutándolo como si fuera una persona que no iba a tener nada que ver con su familia, que estaba en esos momentos cenando en su casa, mientras su hija lo presentaba como su novio de hace algo más de cinco meses. No recuerda mucho después porque se la pasó mirando al principio intentó ser disimulada, después eso no existió, solo se encargó que su hija y esposo no se dieran cuenta de ese cruce de miradas que tenían entre ellos..

Así empezó algo que no pudieron detener nunca más, los encuentros se daban semanalmente, cuando el jugador de Belgrano y ella se veían en un hotel bastante alejado de sus lugares, donde en ese cuarto sucio y ordinario se dejaban llevar, donde la pasión y la lujuria era el plato del dia en cada encuentro, donde la mujer se encontró con otra vida esa que ella quería vivir con su esposo, pero que él estaba completamente tomado y absorbido por su trabajo.

Erica estaba preparandose, mientras su esposo estaba en la cama mirando la television, ella se terminaba de dar los arreglos necesarios, dejo su pelo ondulado negro, un vestido del mismo color que le quedaba pegado al cuerpo, ese que le dedicaba no solo una dieta bastante estricta sino tambien al que le dedicaba muchas horas de gimnasio, el escote del mismo era una completa locura, pero para su marido no le parecia excesivo, ya que para el se iba a ver con unas amigas como ella le dijo.

-Amor no me esperes despierto mira que con las chicas tenemos mucho que hablar.- le dijo Erica con una sonrisa tierna mientras se acercaba a ese hombre en la cama, le dejaba un beso en la frente algo que él agradeció. -Segura amor, si queres aguanto y te paso a buscar.- No gordo vos aprovecha a descansar, aparte acordate que tenes que estar atento porque hoy es la despedida de soltera de Karen y capaz que te llama para que hagas de Uber para ella y las amigas.- la sonrisa de Erica era bastante falsa pero no le importaba nada con tal de que no le arruine los planes. -Cierto amor y creo que Cristian salía con sus amigos, encima al ser futbolista es un peligro, la cantidad de trolas que se le tiran encima.- dijo el hombre mientras ella negaba. -Ya está acá en Inglaterra amor jugando con los Spurs sabe que todo se puede filtrar asi que relajate que tenemos un buen futuro para nuestra hija.-

Luego de una charla bastante poco interesante para Erica, se despidió para salir de la habitacion que compartia con su esposo, esa nueva casa en Inglaterra era lo que más le gustaba, a pesar que sus negocios seguían en Argentina, cuando Karen se enamoró de Cuti le pidió si había posibilidades de que ellos también vayan, obvio que no a la misma casa y la verdad que a pesar que su padre se negó bastante, la mujer logró convencerlo, ya que estaba media podrida de la inseguridad y los problemas de Argentina, queria tener una vida un poco en paz ahora.

Erica caminaba por la calle oscura de Inglaterra, el suelo húmedo debido a la reciente lluvia que hubo ese dia, pero a lo lejos pudo ver la camioneta que la esperaba, se acercó emocionada y nerviosa, como si fuera esa la primera vez que lo hacía, cuando llego a ver al conductor se le dibujó una sonrisa en el rostro. -Como estas mamasa.- le dijo Cuti con una sonrisa mientras veía a la morena rodear el vehículo y abrir la puerta del acompañante. -Perfecta morochito, ahora que te veo mucho mejor.- le dijo mientras cerraba la puerta y se acomodaba en el asiento, se puso el cinturón de seguridad y el más joven le guiño el ojo.

Scaloneta One Shot +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora