Cristian vestia una camisa blanca con los dos botones de arriba sueltos dejando a relucir su pecho, las mangas de la misma arremangadas mostrando sus brazos tatuados, un pantalon de vestir negro bastante simple y zapatos, en cualquier otro momentos o con otro persona Erica le diria que es muy basico, pero a Cristian le quedaba demasiado bien, no solo demasiado bien sino que ya podia sentir como se iba mojando de solo verlo, de solo escucharlo hablar con ese acento cordobez y esa voz gruesa.
Mientras manejaban en silencio, no uno incómodo sino todo lo contrario uno que encajaba perfecto a lo que iban a hacer. Una de las manos del jugador era con la que estaba en el volante, pero la otra se dirigió a la pierna de la madre de su futura esposa. -Te juro culeada, te juro que no sabes lo que estoy aguantando para no frenar en cualquier lugarcito y cogerte toda.- le gruño mientras ella sonreía, mientras disfrutaba generar todo eso en un pibe que tenía veinte años menos que ella. -Si Cristian tan desesperado estas por tenerme abierta y llena de tu pija, te gusta bebe el vestido que me compró mi marido para vos... te gusta como me queda?.- le susurraba con una voz de putita que al morocho lo volvía completamente loco.
-Si me gusta me encanta, mami pero me gusta más la idea de verlo tirado en el suelo del cuarto con vos en bolas en la cama bien abierta de piernas mientras te como la conchita esa mojada que tenes.- le dijo el jugador mientras la mano en ningún momento se detuvo, mientras esa mano se acercó a la entrepierna de la mujer y ella liberó un jadeo que venía conteniendo desde que se subió a ese vehículo que estaba inundado del olor de la colonia de ese hombre.
-Tenes... tenes una afición por mi concha húmeda.- jadeaba la mujer y como no hacerlo cuando el morocho estaba acariciando su entrepierna con un dedos, mientras se acercaba cada vez más a ese lugar que tanto necesitaba que él atienda. Cuando se acercó a su entrada pudo notar algo. -Ha re preparada te venis que ya no usas tangita?, tan puta y necesitada estas?.- El auto se había detenido de golpe, mientras vio como el morocho se estiraba para estar cerca de ella. -Contestame tantas ganas tenes que el novio de tu hija te coja hoy?, tantas ganas de que te llene toda de leche viniste?.- una de las manos del morocho envolvió una buena cantidad del hermoso y ondulado pelo de la mujer para tirar de él y acercarla a sus labios. En esos momentos ella estiró sus manos para acariciar el rostro y comerle la boca a ese hombre, tenía una obsesión con los labios de él, tenía una desesperación en sí con todo lo que tuviera que ver con Cristian.
Luego de unos minutos donde ambos se estuvieron devorando, donde la mujer lideraba jadeos entre los labios gruesos del morocho, el beso se rompió debido a la falta de aire que tenían ambos. -No te das una idea culeada la cogida que te pienso dar hoy, no pienso contenerme, no pienso guardarme nada, incluso capaz que si queres y te da el cuerpo le hacemos un hermanito a la Karen.- dijo sonriendo mientras arrancaba el vehículo.
Erica había quedado no solo caliente por el beso, sino que estaba más mojada debido a la idea que se la coja de tal manera que la deje embarazada, la idea de tener un hijo de ese morocho nunca lo pensó pero la verdad le calentaba y mucho la idea. -Hu quedate re caliente con esa idea.- le dijo Cristian mirándola de reojo mientras manejaba a lo que era un departamento del cual Karen no tenía ni idea de su existencia, el mismo en el que se daban los encuentro con esa mujer desde que se mudaron a Inglaterra, el mismo que lo vio coger en caliente cuando perdía un partido y se desahogaba con la madre de su futura esposa de manera salvaje.
El viaje no fue muy largo, pero era clara la necesidad de ambos, era más que visible por lo que un simple viaje les parecía que eran horas, muchas horas. Cuando llegaron al edificio se metieron como siempre por el estacionamiento y de ahí salieron con rapidez hasta el ascensor principal, una vez que ambos estaban en esa fría caja de metal, uno al lado del otro como si nada, como si lo que iban a hacer cuando llegaran a su departamento no iba a suceder. Cuando las puertas se cerraron con un ruido brusco. Cristian fue el que la tomó del cuello a la mujer llevándola contra una de las paredes frías, haciendo que ella libere un jadeo de sus labios. -No podés estar tan buena mamita, mira como me pones forra.- le gruño mientras la otra mano de él tomó una de las de esa mujer para que toque lo que era su erección notable por arriba del pantalón.

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Scaloneta One Shot +18
FanfictionOne Shot de distintos jugadores, todas historias mayores de 18 a?itos, se aceptan pedido
Cristian Romero
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