Antes de que comiencen a leer les recomiendo escuchar Particles de Nothing but thieves ya que me base un poco en la canción para hacer este one-shot
Tu relación con Charles había sido, en sus días dorados, un torbellino de emociones que te hacían sentir viva. Las noches en las que se quedaban despiertos hasta el amanecer, planeando viajes imposibles, riendo por tonterías, o simplemente disfrutando del silencio compartido. Los días en los que él te sorprendía con un desayuno improvisado, quemando las tostadas pero sonriendo como si hubiera conquistado el mundo. Pero ese brillo se había apagado lentamente, reemplazado por una sombra que crecía con cada pelea, con cada malentendido. Lo que comenzó como pequeñas grietas —discusiones por su actitud con sus amigos, por la forma en que a veces se cerraba emocionalmente, o por cosas tan triviales como quién olvidó apagar la luz— se convirtió en un abismo imposible de ignorar.
Al principio, esas peleas encontraban una solución en la pasión. Las discusiones, aunque encendidas, terminaban con ustedes dos en la cama, como si el contacto físico pudiera borrar las heridas que las palabras habían dejado. Era un ciclo vicioso: una pelea, sexo, y luego un breve periodo de calma antes de que el caos regresara. Pero ese bálsamo dejó de funcionar. Las peleas se volvieron más crueles, los reproches más profundos, y las reconciliaciones menos frecuentes. Lo que antes terminaba en risas o en un abrazo ahora escalaba hasta convertirse en un huracán. Platos volaban, vasos se estrellaban contra las paredes, y los gritos resonaban en el departamento hasta que algún vecino, harto del ruido, llamaba a la policía. Cuando los oficiales llegaban, todo se detenía abruptamente. Charles y tú se miraban en silencio, exhaustos, mientras la tensión se disipaba bajo la mirada de extraños. Pero ese alivio era solo una pausa, no una solución.
El momento que lo cambió todo ocurrió una noche en la cocina, un lugar que alguna vez había sido el alma del hogar, lleno de charlas interminables, risas y el aroma de cenas preparadas juntos. La discusión comenzó por algo insignificante, quizá un comentario sarcástico tuyo sobre su obsesión con el trabajo, o una mirada suya que interpretaste como indiferencia. Pero rápidamente se salió de control. Las voces subieron de tono, los reproches se volvieron personales, y en un arranque de frustración, Charles lanzó un vaso con más fuerza de la que pretendía. No fue como las veces anteriores, cuando los objetos se arrojaban sin un blanco claro, como un desahogo simbólico. Esta vez, el vaso voló directamente hacia ti. El cristal se estrelló contra el gabinete a centímetros de tu cabeza, haciéndose añicos con un estruendo que resonó en el silencio que siguió. Te quedaste paralizada, con el corazón latiendo desbocado, mientras los fragmentos caían al suelo como una lluvia afilada. Charles se quedó inmóvil, con los ojos abiertos de par en par, como si él mismo no pudiera creer lo que había hecho.
No hubo disculpas esa noche. No hubo sexo, ni gritos, ni vecinos llamando a la puerta. Solo un silencio pesado, como si ambos hubieran cruzado una línea invisible. Desde ese día, la convivencia se volvió un campo minado. Apenas se dirigían la palabra. Las mañanas, que antes estaban llenas de conversaciones sobre el día por delante, ahora eran un intercambio de monosílabos. Las noches, que solían ser cálidas, se volvieron frías, con cada uno durmiendo en su lado de la cama, como desconocidos compartiendo un espacio. La casa, que alguna vez había sido un refugio, ahora se sentía como una jaula.
Habías tomado una decisión. No podías seguir viviendo así, atrapada en una relación que te consumía pedazo a pedazo. El Gran Premio de Mónaco estaba en marcha, y Charles estaba completamente inmerso en las prácticas, como siempre lo hacía cuando la Fórmula 1 reclamaba su atención. Decidiste que ese sería el momento para irte. No querías enfrentarlo, no querías otra pelea. Planeaste todo en tu cabeza: recogerías tus cosas, dejarías una nota o tal vez ni siquiera lo harías y simplemente desaparecerías de su vida. Te imaginaste en un lugar donde no tuvieras que caminar con cuidado, donde no sintieras que cada conversación podía convertirse en una explosión.

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f1 one shots
RomanceAquí encontrarás one-shots protagonizados por algunos pilotos de Fórmula 1. Si este tipo de contenido no es de tu agrado, por favor, no lo leas. Contenido en desarrollo.