抖阴社区

II

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Carlos, o más bien K, se encontraba frente a nosotros guiándonos por el lugar para mostrarnos un poco las instalaciones. Por obvias razones, la localización cambiaba de manera regular pero en la mayoría de los casos, era ahí donde se concentraban las personas y las peleas. Nos iba mostrando habitaciones, la zona donde los muchachos se cambiaban de ropa y duchaban, otra zona donde había una bolsa de boxeo colgada desde el techo donde podían calentar antes de las peleas y luego venía “nuestra zona”. Dentro, la misma se encontraba equipada con todo lo necesario para poder asistir médicamente a los combatientes, claro que solamente pertenecientes a los que estaban bajo el cuidado y el mando de Carlos, los demás, no. Había muchas cosas de última tecnología, hasta una máquina de ecografías por las dudas para hallar hemorragias internas y cosas de ese estilo que nosotros sabríamos utilizar, también había una camilla bastante cómoda, insumos y, sí necesitábamos algo más, se nos sería dado.

—Obviamente que la comodidad de ustedes es importante, así que todo lo que quieran, lo pueden pedir. El dinero no es un problema —agregó el español, y nosotros observamos todo con atención.

—En casos extremos, ¿sí son conscientes que a veces deberíamos trasladarnos al hospital, no? —advirtió Alex, a mi lado.

—Por supuesto que sí, no somos negligentes. Pero tratamos de que las cosas no se vayan a mayores y que todo pueda ser atendido aquí para menos complicaciones, sobre todo, como le comenté a Franco en una llamada, para que esto no salga a la luz. Que es nuestra principal preocupación.

Nosotros asentimos revisando los cajones con las cosas que nos mencionó, incluso habían varios cambios de “uniforme” por si nos manchabamos o simplemente lo necesitábamos.

—Les voy a presentar a mis chicos, vengan por aquí.

Otra vez volvimos a caminar, Alex me hizo una expresión de aceptación aunque yo sabía que en el fondo no estaba tan seguro de eso pero aceptó por mi insistencia. De todas formas, ya nos encontrábamos allí, no había vuelta atrás para nuestras decisiones. Al menos no la había si no queríamos acabar en una zanja, eran gente pesada.

Fuimos hasta una especie de gimnasio pequeño donde, desde afuera, se escuchaban algunas voces y algunos ruidos de personas entrenando. Al entrar, muchos chicos se hallaban concentrados en lo suyo: algunos en un pequeño ring, otros en los sacos de boxeo y otros en las máquinas.

—Chicos, por favor acérquense, les voy a presentar a sus médicos.

Todos hicieron un semi círculo delante de nosotros, eran mucho más grandes físicamente, mucho más musculosos, más trabajados. Alex se acercó un poco más a mí, sabía que a solas me querría matar.

—Ellos son Franco y Alex, serán sus médicos de mayor confianza. Así que, cualquier cosa que necesiten, no duden en asistir a cualquiera de los dos. Estarán presentes en todas las peleas pero, también atenderán dudas externas durante el día. NO son un hospital, lo externo es para DUDAS. ¿Está claro? —habló Carlos con un tono calmado pero autoritario al mismo tiempo—. Ok, Franco y Alex, ellos son: George, Lando, Max, Pierre y los dos más nuevos que aún no pelean, Kimi y Ollie. Hay otro más, pero es un peleador anónimo que no está aquí en este momento, le pueden llamar “Ozz81”.

—¿Y los demás no tienen apodo? —interrogó Alex.

—No consideramos que haga falta —le respondió el que se llamaba George, con unos grandes ojos azules muy bonitos.

—Bueno, conozcanse. Si hay algo que piensen que Franco y Alex deben saber médicamente de ustedes, haganselos saber para que lo tengan en cuenta, ¿está bien?

—Sí, K —dijeron todos casi al unísono y Carlos se fue dejándonos a solas con ellos.

Aunque aparentaban ser duros, fríos y calculadores, todos eran muy agradables. Kimi y Ollie estaban recién entrando a sus veinte, eran igual de hiperactivos que yo así que, al instante conectamos muy bien. Por otro lado, Max era bastante seco pero también muy agradable con sus respuestas. Lando, George y Pierre tenían una bonita energía, eran sonrientes, hacían chistes y se burlaban de cosas entre ellos.

—¿Y el otro chico? —pregunté, tenía mucha curiosidad.

—Oh, ¿Ozz? No ha llegado, siempre suele venir justo en su horario de pelea, a veces antes, para vernos. No es muy… sociable, que digamos —respondió Lando—. Pero no es malo, solo tenés que saber tratarlo.

Me daba mucha intriga, todos mostraban su cara, sabíamos sus nombres pero ese particularmente me provocaba una sensación de querer descubrirlo, o al menos, verlo en acción.

—Faltan algunas horas, sí quieren podemos tomar algo mientras esperamos y nos conocemos mejor —sugirió Pierre y todos estuvimos de acuerdo.

Al cabo de algunas horas, Carlos volvió a entrar con otro atuendo diferente al que tenía cuando nos encontramos. Llevaba una especie de traje, pero no era formal, era una mezcla perfecta entre la elegancia y las vibras clandestinas que el lugar emanaba.

—Muy bien, chicos, ¿están listos?

—K, vamos a hacer unas revisiones médicas antes para comprobar que se encuentren en condiciones y también nosotros llevar un historial. Si es posible que venga Ozz81, también es necesario, por favor —hablé poniéndome de pie junto a los demás.

—Lo llamaré.

Todos fuimos hasta la habitación donde estaban nuestras cosas, y uno por uno, comenzamos tomandoles el pulso, revisando sus pulmones, tomando notas y demás cosas que eran básicas, además de necesarias en situaciones como estas. Al terminar, les dedique una suave sonrisa colocando sus planillas encima de la camilla.

—Perfecto, todos se encuentran bien, así que no tendrán problemas hoy. Cuando termine todo el show, también necesito que vuelvan con nosotros para revisar que estén en condiciones. ¿Está bien?

Salieron uno a uno, obviamente les deseamos mucha suerte mientras tanto.

—Voy a ir al baño, me muero de ganas —habló Alex y yo asentí entre risas.

Aproveché los minutos a solas para colocarme el “uniforme” y, cuando me estaba quitando la prenda superior para reemplazarla por la nueva, la puerta sonó. No voltee, pensando que era Alex. Nos conocíamos y nos habíamos cambiado frente al otro miles de veces como para tener algún tipo de pudor.

—Supongo que acá es la revisión médica —murmuró una voz algo más pausada, más fría.

Me dí vuelta ante la presencia notando a un chico con una capucha negra en su cabeza, solo se veían sus ojos además de la punta de su nariz. Tenía una mirada profunda que me recorrió toda la anatomía, la verdad me había puesto nervioso su intensidad así que rápidamente me vestí, carraspeando mi garganta.

Con que ese era el famoso Ozz81.

—Eh, sí, es acá. Sentate en la camilla, por favor —respondí buscando de nuevo mi estetoscopio y una planilla vacía.

Nuevamente repetí las mismas tareas que anteriormente con los demás, aunque debía admitir que tenía una espalda demasiado bien trabajada, era imposible no echarle un ojo a la tremenda zona. También era bastante alto así que eran entendibles dichas proporciones. No solía ponerme nervioso con pacientes pero esta ocasión era distinta, por alguna razón tocar su piel me provocaba una electricidad jamás antes experimentada. Por otra parte, él se encontraba muy tranquilo con todo eso.

—Muy bien —me aleje—, ¿alguna condición de la que deba saber? ¿alergia a algún medicamento?

—No que yo sepa —respondió volviendo a colocarse la camiseta que antes le hice quitarse.

—Perfecto. Ya podés irte —le sonreí fingiendo prestarle atención a la planilla.

—¿Cómo te llamas? Digo, para no decirte solo “médico” —se colocó de pie encaminandose a la puerta.

—Franco, y mi compañero se llama Alex.

—Franco —repitió mientras me miraba a los ojos, el silencio llenó la sala por un momento—. Un placer.

—Un placer.

Definitivamente, intensidad.

PRIMER ROUND ? [Franscar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora