De regreso a la manada, Lior caminaba por los alrededores comiendo una
manzana. Mientras su madre regresó a casa y su padre a su despacho.Él no se sentía nada cansado. Sin embargo, se giró al escuchar unas voces a lo lejos.
Fabián y las gemelas se acercaban hacia él corriendo.
—Niños—murmuró Lior mirándolos venir.
Fabián sonrió poniéndose en frente.
—Que bueno que ya regresaste, Li.
Mira lo que tengo—le mostró un juego de mesa infantil—estaba guardado en casa de mis abuelos, era de mi tía Camila. La abuela Carolina me lo regaló.Lior suspiró.
—Es por esto que Judith me ve como a un cachorro. No dejo de jugar a Juegos como estos con los pequeños—los miró a los tres—. prefiero los juegos de grandes.
—Ahora te crees adulto—Fabián rodó los ojos—aún eres un cachorro, cuando cumplas los dieciocho ahí me lo dices.
Se dió la vuelta y se fue. Las gemelas antes de seguirlo pellizcaron sus brazos.
—Li, eres un tonto—dijeron al unísono, viéndolo quejarse por la pellizcada.
Luego se fueron detrás de Fabián.
Lior mordió su manzana, sonrió y siguió su camino.Fue a una de las bibliotecas. Se acercó a uno de los estantes y buscó un libro.
Se sentó y lo abrió. No pasaron ni tres minutos cuando escuchó ruidos.
—Seguro es ese idiota, escuchó que ya volví—murmuró, cerrando el libro.
—¡Li, amigo!—gritó un chico poniendo su brazo alrededor de su cuello.
—Siempre tienes que venir aquí a interrumpirme mientras estoy leyendo, Dereck—dijo Lior quitando su brazo de su cuello—me asfixias.
Dereck tiene su misma edad. Es un amigo y compañero de la escuela.
—Sabes que no es así, sólo que eres el que más me entiende. Mi gran amigo—respondió Dereck sentándose a su lado.
—Sí, claro—dijo Lior con sarcasmo—. ahora vete y déjame leer este libro tranquilo.
—Escuché algo—se acercó un poco—tienes una admiradora en nuestro salón.
Lior no se sorprendió ni un poco.
—Sí, es Esther. Escuché que tú le gustas—le confesó con una sonrisa.
—¿Esa chica tímida y extraña que casi no habla?—preguntó Lior.
Dereck asintió.
—Estos niños de ahora, sólo piensan en noviecitos y enamoramientos—contestó Lior sin importancia.
—Tú también, amigo. Pero deberías pensarlo, con Esther puedes darle celos a esa loba de la manada vecina, Judith, veremos qué ocurre con eso. Me has contado que sientes bonito a su lado—le dió la idea, recibiendo de inmediato una mirada seria del contrario.
Lior se había puesto serio.
—Nunca haría algo como eso. Primero, Judith no es mi destinada, yo sí esperaré a mi destino, aún así sean hasta veinte años lo que tenga que esperar y además sólo me ve como un pequeño. Segundo, no voy a utilizar a alguien para mi conveniencia, eso sería algo muy cruel y despiadado . No va conmigo, no fue lo que mis padres me enseñaron y no haré algo que los haga decepcionarse de mí. No haré a nadie lo que no me gustaría que me hicieran, menos para dar celos, eso es tan estúpido—le respondió firme y sin titubeos.
Lior se levantó y colocó el libro en su lugar. Eso era lo último que él haría.

EST?S LEYENDO
My Alpha Medic ?
WerewolfIsaiah Delacourt es un médico neurocirujano, due?o del famoso y gran hospital Saint Michael. Después de pasar siete a?os fuera de su manada, debe regresar para tomar su puesto. Corina es una mujer maltratada por su novio, con quién sólo tiene un a?...