CAPÍTULO 2
Quizás fue valor, quizás una venganza hacia Su-ho o tal vez un modo de huir de su realidad. Pero sus dedos no dudaron en marcar el número, no de Su-ho, sino de alguien que solo apenas hace un mes había vuelto a su vida.
Seong-je.
No pasaron más de cinco segundos antes de que este contestara con aquella voz que, de alguna manera, siempre que la oía le causaba un escalofrío por todo el cuerpo. No era algo nuevo, era algo que ocurría desde que lo conoció en aquel baño.
-¿Tan rápido me buscaste, ojos bonitos?
-Solo ven.
Después de aquellas palabras, una risa suave se oyó desde el otro lado, junto al sonido de una puerta siendo cerrada.
-Te veo en un momento -respondió Seong-je antes de colgar.
Y después de eso, el omega se quitó el móvil del oído mientras sentía su cuerpo cosquillear al recordar esa risa.
Quizás habían pasado quince minutos cuando su puerta fue tocada. Dos golpes secos. Si-eun no se movió de inmediato. Algo dentro de él aún dudaba, aún temblaba. Pero sus pies se adelantaron a su cerebro.
Abrió.
Ahí estaba Seong-je. De negro, como casi siempre. Chaqueta de cuero, cuello ligeramente alzado, una expresión tranquila, pero con esa chispa en los ojos que parecía haber nacido solo para provocarlo.
-¿Tan mal estamos que no hay siquiera un "hola"? -dijo, apoyando un hombro en el marco de la puerta, con media sonrisa ladeada.
Si-eun no respondió. Solo se hizo a un lado.
Seong-je no dudó y entró al pequeño apartamento. Notó lo ordenado que estaba este y también ciertas prendas que no pertenecían a Si-eun, sino a su novio: aquella chaqueta colgada en la percha o la camiseta blanca que había en el respaldo del sillón de la sala, como también el pequeño rastro de olor de Su-ho. Pero este era casi imperceptible, como si no hubiera venido desde hace días. Sin embargo, el olor del omega era claro y delicioso para su olfato.
Un olor que, cada vez que lo olía, hacía que sus pantalones se apretaran más. Deseaba tanto llenar sus pulmones con ese aroma, hundir su nariz en el cuello blanco del omega mientras este estuviera encima de él con su anatomía en lo más profundo. Pero todavía no era el momento, se repetía, intentando mantener a raya sus necesidades más primitivas.
Detrás de él se oyó cómo la puerta era cerrada de manera suave, y seguido de eso se oyeron los suaves pasos del omega acercándose, pero no demasiado, manteniendo cierta distancia entre ellos.
-Siéntate mientras yo traigo algo de beber -dijo el omega mientras pasaba por su lado y se dirigía a la cocina.
Seong-je no le hizo caso y se quedó de pie en su sitio, mirando la espalda pequeña ---a comparación de la suya--- del omega y cómo sus caderas se movían de manera suave y elegante.
-Estoy jodido -susurró para él mismo mientras se reía bajito.
-¿Dijiste algo? -preguntó Si-eun sin volverse, mientras sacaba dos vasos del mueble y abría la nevera.
-Nada que quieras oír -respondió Seong-je, caminando despacio hacia la barra que separaba la cocina del resto del apartamento.
El omega giró el rostro hacia el alfa y lo miró, a lo que Seong-je le mantuvo la mirada con una fingida inocencia mientras caminaba hacia el sofá. Si-eun lo sabía, sabía que el alfa lo estaba mirando hace segundos atrás y eso hizo que su estómago se calentara por un sentimiento prohibido.

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If He Leaves You Alone, I Won't
FanfictionDurante a?os, Si-eun ha amado en silencio. Amado a escondidas. Soportado miradas esquivas, excusas mal disimuladas y el veneno dulce de una relación que lo consume poco a poco. Pero cuando todo se vuelve insoportable, no es Su-ho quien aparece. Es é...