La Magia Que Calló Su Nombre: Harry Potter

Querido Harry,

Hola. Soy yo, Itzel… la niña que te tumbó en los arbustos. Perdón por eso, aunque fue la única forma que se me ocurrió para poder hablar contigo sin que nadie nos viera. Mateo dice que fue una pésima idea, pero a veces no le hago mucho caso (aunque casi siempre tiene razón, no le digas que lo dije).

No sé si te acuerdas de mí, pero quería escribirte porque todo lo que te dije era verdad. Tú y yo somos familia. Y aunque suene extraño, no estás solo en el mundo. Tienes una prima que piensa en ti todos los días.

Vivo con los Malfoy. Lucius no es mi padre de sangre, pero me cuida como si lo fuera. A veces es frío y muy exigente, pero sé que me quiere. Narcisa también. Tengo un hermano mayor, Draco, que es algo mandón, y mi hermano menor, Santiago. Él también es tu primo. Es curioso, travieso y muy bueno volándose dulces sin que nadie lo note.

Mateo es mi mejor amigo. No vive con nosotros, pero viene todo el tiempo (demasiado, según Lucius). Papá intenta poner hechizos para que no entre, pero Mateo siempre encuentra cómo burlar la seguridad. Es molesto y arrogante… pero también el único que siempre está para mí. Bueno, ahora también estás tú.

Quería que supieras que si alguna vez te sientes solo, pienses en mí. Porque yo pienso en ti. Y no importa cuántas reglas tenga que romper para verte, siempre voy a estar aquí.
Espero poder escribirte más seguido. Y si puedes, ¡respóndeme! Aunque sea con una carita feliz o un dibujo extraño.

Con cariño,
Itzel

P.D. Mateo dice que si te metes en problemas y necesitas un rescate espectacular, me avises. Pero solo si hay explosiones.

Querida Itzel,

¡Hola! Sí me acuerdo de ti. Eres la niña rara que salió de los arbustos y me tiró al suelo. Fue raro, pero también divertido. Nunca me había pasado algo así. Dudé un poco en responder porque no sabía si esto era una broma… pero el papel este es muy raro. ¡Lo toqué y aparecieron tus palabras de nuevo! ¡¿Eso es magia?!

Nunca nadie me ha escrito antes. Así que... gracias.

¿Es verdad que somos familia? ¿Y que tengo un primo y una prima? ¿Y que uno de ellos se llama Santiago y roba dulces? Me gustaría conocerlo. Yo también trato de agarrar dulces cuando la tía Petunia no está viendo, pero casi siempre me atrapan.

¿Y Mateo? ¿Él también es de tu familia? Suena como un superespía. Mi primo Dudley es todo lo contrario: gordo, cruel y solo juega con niños que me pegan. Creo que Mateo me caería bien… aunque suena un poco aterrador también.

No entiendo muchas cosas de las que dijiste. ¿Qué es eso de “hechizos” y “burlar la seguridad”? ¿Y por qué Lucius no quiere que Mateo entre? ¿Tienen magia o algo? ¿Tú tienes magia? ¿Yo también? ¿Es eso posible?

Me gustaría conocerte otra vez… pero sin arbustos de por medio esta vez. Me gustó que me dijeras que no estoy solo. Nadie me había dicho eso antes. A veces me siento invisible. Pero cuando te vi… sentí que de verdad importaba.

Voy a guardar esta carta debajo de mi cama para que Dudley no la rompa. Y sí… si alguna vez necesito un rescate con explosiones, te escribiré otra vez. ¿Funciona si solo pienso en ti y ya aparece otra carta? ¿O hay que gritar algo raro?

Gracias por escribirme. No sé por qué, pero… me hizo feliz.

Tu primo,
Harry

Había pasado un año desde aquella primera vez que Itzel y Harry se encontraron.

Desde entonces, ella lo visitaba en secreto cada vez que podía, a veces con la ayuda de un elfo doméstico, otras escapándose con algún truco nuevo. Harry esperaba esos encuentros como un oasis en medio de su vida gris. Itzel, con sus historias mágicas, sus cartas encantadas y sus regalos improvisados, se había convertido en su rincón de alegría.