Reencarne en Enel

-----------Pov Narrador---------

Al día siguiente, cuando Enel abrió los ojos, se dio cuenta de que la habitación en la que dormía era un poco diferente de lo que recordaba...

Es decir, había otra persona en la habitación con él. Una persona a la que su cerebro medio dormido no reconoció al instante.

El Emperador parpadeó, pues no creía que nadie pudiera colarse en su habitación. ¿O acaso, estando tan cansado, se había equivocado de camarote?

Enel miró al pie de su cama y vio una pequeña figura que lo miraba fijamente con grandes ojos...

Era una niña pequeña vestida de rojo, con un vestido y gorro de piel. Tenía el pelo corto y castaño y los ojos marrones.

Parpadeó un par de veces al ver que Enel se había despertado, antes de abrir la boca y decir.

"Buenos días, hermano mayor Enel..."

El emperador se frotó los ojos durante unos segundos al reconocer a la muchacha que tenía delante...

—Pequeña Aisa... ¡Buenos días! Ha pasado mucho tiempo, ¿verdad? —Enel se levantó lentamente mientras la niña caminaba hacia el lado de su cama y se sentaba en ella.

"Ya ha pasado casi un año... ¿Por qué nos evitas?..." Aisa miró a Enel mientras sus ojos brillaban un poco.

El emperador le dedicó una sonrisa forzada, como si hubiera olvidado por completo su visita a la tribu Shandian.

En realidad, solo habló con Wyper, quien le informó que la tribu lo había perdonado, pero nunca llegó a visitarlos...

—No te estaba evitando… —Enel le dio una palmadita en la cabeza a la niña mientras estiraba los hombros y sonreía cálidamente.

—He estado muy ocupado con diferentes cosas. No he tenido mucho tiempo para relajarme en el último año —dijo el Emperador, apresurándose a tranquilizar a la niña que tenía delante, aunque no entendía por qué se había encariñado tanto con él.

"...Estás mintiendo. Aún podrías habernos visitado mientras estabas en la isla..." Aisa bajó la mirada con los ojos llorosos mientras hablaba.

Por desgracia, Enel había olvidado que la niña era un detector humano de mentiras y podía leer las emociones. Era inútil intentar engañarla ahora que estaba concentrada y usando su Haki de Observación al máximo.

"...Solo quería evitar una posible situación incómoda. Solía ​​gobernar las Islas del Cielo de una manera bastante tiránica..."

Cuando me esfuerzo por hablar con los residentes, siempre les genera presión y los incomoda...

Sí, a pesar de los planes de Enel para reparar lentamente su reputación en la isla, la mayoría de la gente seguía sin recibir bien su presencia.

Por supuesto, nadie se atrevería a reprenderlo. Pero el miedo que el antiguo Enel les había infundido estaba profundamente arraigado.

En la historia original, el miedo de los ciudadanos solo había desaparecido gracias a los esfuerzos de Luffy, lo que demostró que Enel no era tan invencible al fin y al cabo... Pero eso nunca sucedió.

En cambio, el final del reinado de Enel resultó un tanto inconcluso y repentino para casi todos, incluso aunque Gan Fall lograra una transición exitosa.

Peor aún, debido a los acontecimientos recientes, la mayoría de los habitantes de Skypiea percibían la situación actual de la isla como si estuviera bajo el control de Enel.

Muchas fuerzas y personas poderosas se habían movilizado repentinamente, todas aparentemente lideradas por Enel. Aunque Gan Fall aún tuviera jurisdicción sobre las Islas Celestiales, carecía de poder real sobre ellas.