SALVAME [Taeyong] Terminada.

El profesor me mando a sentarme frente a su escritorio. Bien dice el dicho:

Si las miradas mataran, Tae ya me habría matado unas cien veces.

-Se suponía que juntos iban a estudiar, pero a cambio estabas haciendo trampa Mila, es muy grave lo que has hecho.

-Profesor Foreman- respiré profundo- esa copia no es mía- explique de la manera más confiada que podía con el asesino lanzándome balas por la espalda- Taeyong ha estado enseñándome y no tengo necesidad de hacer todo eso de robarme un examen para pasarlo. Además como dije no tengo ni la mínima idea donde se encuentra su oficina.

-Saben que me gusta de los jóvenes- dice el señor Foreman pasando su mirada entre Tae y yo- que tarde o temprano se delatan- puso sus ojos en mi- Ustedes dos no se han reunido en absoluto a estudiar, en ningún momento los he visto reunirse, así que no mientas acerca de él enseñándote porque sé que no es cierto.

Pase saliva fuertemente ¿Cómo carajos se había enterado? ¿Era vidente acaso?

-Señor Fore...

-Lo siento Señorita Mila, pero tiene que responder por esta situación, quedese acá un momento y tú- dijo mirando a Taeyong- ¿Ni siquiera pudiste hacer esto? Espero que rápido te des cuenta que el tiempo pasó y por lo menos encárgate de no morir en vida, ¡por el amor de Dios! - dijo mirándolo fríamente para luego salir del salón supongo que hacia la dirección.

Lo sabía. El idiota debe tener algún trauma; esas ganas de protegerse a si mismo alejando a los demás es un claro síntoma. A mí no me engañas. Seguro tiene algo que ver con la poca asimilación que ha tenido con respecto a la muerte de su familia. ¿Depresión? No, no creo. A este hombre le gusta joderle la vida de los demás.

Si Taeyong pudiera convertirse en Johnny Storm –Ya saben el de fuego de los 4 fantásticos- ahora mismo sacaría su poder, y me incineraría , se podía sentir su furia a kilómetros.

Me senté recta en el puesto y cruce mis brazos haciendo mi máximo esfuerzo por hacer de cuenta que no está pensando en cómo asesinarme.

-No sé qué es más gracioso, que aceptara el trato contigo o que pensara que en serio no eras tan bruta. –Ayuda! Es posible que el señor Foreman ya no me encuentre cuando regrese, el imbécil se está acercando- Pero al parecer me equivoque porque además de unineuronal eres una criminal.

Esta situación me estaba llevando al borde de mi paciencia

-Por enésima vez Taeyong, ese papel no era mío y deberías agradecerme de salvarte de algo que obviamente no querías hacer. El beneficiado fuiste tú, no yo.

-¿Beneficiado? ¿Agradecer? Me acabas de meter en un problema con Foreman quien no deja de joderme la vida, ahora entiendo porque le caes como una patada en el culo a tanta gente.

-¿A qué te refieres?

Este se acercó al escritorio y deposito mi celular en él.

Olvidé comentarlo pero ayer cuando el idiota este me encerró en el salón salí tan rápidamente de allí a perseguirlo que olvidé el celular en la sala de práctica. Quise ir en la noche a mirar si aún seguía allí pero Hyeri me dijo que el señor Trunks tenía un oído súper desarrollado y que era mejor que no saliera, cosa que ahora agradezco ya que si hubiera salido a esa hora de la noche podría tomarse como mi perfecta oportunidad para haberme robado ese examen y sería un punto en contra de mi inocencia.

Por cierto, el imbécil tenía mi celular

-¿Tenías mi celular?- lo cogí rápidamente de la mesa

-- Lo encontré tirado, y lo guardé por si algún despistado o maniaco lo buscaba- me respondía utilizando las palabras que le había dicho cuando encontré su libro.